El 73% de los españoles aumenta su riesgo de enfermar por sedentarismo

El 73% de los españoles aumenta su riesgo de enfermar por sedentarismo

La prevalencia de dolencias crónicas como hipertensión y diabetes es entre 2 y 4 veces mayor en personas inactivas
21 Agosto 2016

Un nuevo estudio realizado entre los españoles muestra de forma abrumadora el salto gigantesco que hay entre la salud de quienes hacen deporte y quienes no. La incidencia de enfermedades "se incrementa notablemente en la población inactiva, cuadruplicándose en algunos casos con respecto a la observada en la población que practica actividad física o deporte". Y añade: "El riesgo estimado de padecer algunas de estas enfermedades se puede llegar a duplicar".

En el estudio, que cruza datos de una encuesta a 22.842 españoles, se observan reducciones importantes en el porcentaje de personas con una percepción de salud negativa, el consumo de medicamentos y la prevalencia de patologías. Por ejemplo, la incidencia de la hipertensión en el tramo de edad de 55 a 64 años pasa del 17% al 31% dependiendo si practican ejercicio o no. En la población de 45 a 64 años la prevalencia de diabetes se triplica en los sedentarios.

Los investigadores también cruzaron los datos de actividad física y el uso de medicamentos en las últimas semanas: el 56% de las personas que no practican apenas actividad física toman medicinas, mientras que este consumo se reduce al 38%-39% en los grupos más deportistas. Un dato que ayuda a suponer el gigantesco ahorro que supondría para el Estado la inversión en conseguir que más gente realice ejercicio.

"Numerosos estudios han demostrado que la inactividad física es el cuarto factor de riesgo de mortalidad global, causando el 10% de las muertes en Europa", señala. A la inactividad física se ha atribuido al menos el 10% de enfermedades cardiovasculares, el 7% de las diabetes tipo 2, el 10% del cáncer de mama y cáncer de colon, y el 9% de mortalidad prematura, asegura el informe. El impacto en la esperanza de vida del deporte es de siete años. Los investigadores también han observado una correlación muy clara entre ejercicio físico y menor incidencia problemas de salud mental.

Por último, pero ni de lejos lo menos importante, la cuestión socioeconómica apuntada al principio: las mujeres y quienes cuentan con peor educación hacen mucho menos ejercicio, por lo que están mucho más expuestos a las consecuencias negativas de esta inactividad. El 80% de las españolas está por debajo del umbral de la actividad recomendable, frente al 66% de los hombres. Y el 83% de los españoles con educación básica es peligrosamente sedentario, frente al 62% de los que cuentan con educación superior.

"Hay que centrar las campañas en estos grupos, trabajar con ellos. Las mujeres dejan de hacer deporte en la adolescencia, pero luego hay numerosos factores que influyen en su menor actividad física", explica Ley. Del mismo modo, la escasa educación influye en la falta de acceso a información sobre la importancia del ejercicio o de la alimentación adecuada, sostiene la experta. No es una culpa individual de las personas que no hacen ejercicio: es una responsabilidad social. Un dato: el gasto sanitario en prevención de enfermedades crónicas no llega al 3% en España, frente al 80% que se dedica a su tratamiento.

Fuente: EL PAÍS

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