Todos los pájaros marinos estarán contaminados por el plástico de los Océanos en 35 años

Todos los pájaros marinos estarán contaminados por el plástico de los Océanos en 35 años

Un estudio científico angloaustraliano muestra que la extensión de los residuos plásticos en los mares hace imposible que ninguna especie esquive su ingesta
19 Septiembre 2015

La basura oceánica de plásticos ha alcanzado un nivel insoportable para los peces y demás especies cuyo hábitat es el mar y la costa. Existen en el planeta cinco grandes depósitos de esta basura plástica, dos en cada uno de los océanos Atlántico y Pacífico y uno en el Índico. La concentración de todo el plástico que ha ido a parar al mar en estos ‘continentes’ se debe al efecto de rotación de la Tierra, que hace que las corrientes marinas generen unos remolinos, llamados en inglés ‘gyres’, a modo de espirales que arrastran y aglutinan los desechos marinos, fundamentalmente los plásticos que representan más del 80% del total. Este fenómeno es producto de la contaminación marina generada en los últimos 50 años.

Estos ‘continentes’ de basura contienen decenas de miles de toneladas de plástico flotante que profundiza hasta 30 metros por debajo de la superficie, según un estudio notable realizado por científicos españoles y publicado por el PNAS. Son millones de minúsculos trozos de plástico procedentes de la descomposición de todo tipo de embalaje plástico, botellas, bolsas, etcétera, que los peces absorben como si fuera plancton. También se ha comprobado el daño que genera el residuo plástico en mamíferos como las ballenas o en tortugas marinas, habiéndose filmado la angustia de estas últimas o las entrañas de aquellas, para que el mundo tome conciencia del problema

Estas sopas de plástico están generando un daño brutal a los animales marinos. Si hace años, los biólogos Peter Davison y Rebecca Asch, del Instituto Scripps, certificaron que el 9% del pescado que rondaba la espiral del Pacífico Norte estaba contaminado con plástico descompuesto, ahora, un estudio publicado en la revista estadounidense PNAS, de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, subraya que prácticamente la totalidad (99%) de las especies de pájaros marinos estarán contaminadas con material plástico en 35 años (2050), y el 95% habrán tragado plástico en un año. La espiral del Pacífico Norte fue la primera descubierta, por el navegante Charles Moore en 1997, y ha sido la mejor estudiada por los científicos, que ahora con la ayuda de satélites y otras técnicas confían en descifrar su deriva y formación.

El equipo científico angloaustraliano, formado por Chris Wilcox, Erik Van Seville y Brita Denisse Hardesty, miembros de centros de investigación oceánica, climática y física, advierten de la gravedad de los hechos. La contaminación plástica de los mares alcanza ya las 580.000 micropiezas por kilómetro cuadrado y aumenta de manera alarmante.  Hasta ahora no se había producido una evaluación sistemática del riesgo para las especies del hábitat marino, y este trabajo lo ha hecho alcanzando la dramática conclusión expuesta arriba.

Los científicos han construido un modelo capaz de predecir la tasa de exposición al plático de los pájaros marinos. El equipo de Wilcox ha integrado en un ordenador miles de datos de 186 especies de pájaros marinos, entre ellos la superficie que sobrevuelan, los trayectos migratorios, la localización de los lugares en los que anidan, etcétera. Estos datos los han cruzado con  los que se conocen tras 40 años de investigación con estudios sobre el contenido en las entrañas de pájaros muertos. La conclusión es rotunda, exposición e ingestión van de la mano.

El estudio subraya que 80 de 135 especies, casi el 60% del total de la muestra, de las que hay estudios realizados entre 1962 y 2012, hay una media del 29% que tenían plástico ingerido. El modelo utilizado muestra que la ratio de ingestión de plástico alcanzaría al 90% de esos pájaros si los estudios se hicieran ahora. Afinando el modelo consiguieron predecir el riesgo de las especies de pájaros marinos a escala mundial.

La zona de mayor impacto para los pájaros corresponde a la del Mar de Tasmania, entre Australia y Nueva Zelanda, lo que contrasta con estudios previos que habían identificado esta zona como una de las que sufren menos presión contaminante y concentración de residuos.

Las razones para explicar esta paradoja pueden ser que esta zona oceánica austral cuenta con una gran diversidad de pájaros marinos, que recorren grandes distancias  por consiguiente con alta exposición al residuo, ya que este viaja miles de kilómetros antes de concentrarse en las espirales citadas. Los autores no identifican las especies con mayor peligro de contaminarse, pero todo hace pensar que aquellas que alimentan a su prole regurgitando el nutriente en el pico serían los más afectados, y se sabe de algunas especies de albatros con una alta mortandad de las crías por la contaminación plástica.

La producción mundial de plástico está aumentando de manera exponencial, duplicándose en plazos de 11 años, lo que da idea del escenario dantesco que se avecina si no se gestiona adecuadamente el residuo. Los autores consideran que la reducción del residuo rebajaría la contaminación de los pájaros. Hay alguna evidencia al respecto. Como parte del programa de objetivos de calidad medioambiental de la Unión Europea, se tomaron acciones para reducir las pérdidas de virutas de plástico en su proceso industrial, y ésta parece ser la razón por la que se ha demostrado una menor ingesta de esas virutas en los fulmarus, petreles (similares a las gaviotas), del Atlántico Norte. Hay por consiguiente esperanza si se toman acciones drásticas.

Fuente: La Celosía

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