Entre el 30% y 45% de los atletas de élite se dopan, según un estudio ocultado por la Agencia mundial antidopaje

Entre el 30% y 45% de los atletas de élite se dopan, según un estudio ocultado por la Agencia mundial antidopaje

El estudio lo firman 10 expertos de muy diferentes especialidades y de diferentes países
18 Octubre 2015

Un debate que tuvo lugar a principios de setiembre en el Parlamento Británico sobre el dopaje en el Atletismo ha permitido que la opinión pública conociera un estudio realizado por la universidad alemana de Tubinga para la Agencia Mundial Antidopaje (WADA por sus siglas en inglés) que muestra que  entre el 29% y 45%, de los atletas de élite se dopan, aunque los autores consideran que el porcentaje es superior. El estudio se realizó hace cuatro años mediante encuestas que preservaban el anonimato de 2.163 atletas que decidieron libremente participar en el informe. Las encuestas se hicieron en los campeonatos del mundo de Atletismo del año 2011 celebrados en Daegu (Corea del Sur) y en los Juegos Panárabes que tuvieron lugar ese mismo año en Doha.

En una serie de comparecencias ante el comité de Deportes, Cultura y Medios del parlamento británico, con motivo de esclarecer las acusaciones que hicieron el periódico The Sunday Times y una televisión alemana, ARD,  a la Federación Internacional de Atletismo (IAAF, por sus siglas en inglés) de no haber investigado entre 2001 y 2012 los sospechosos valores sanguíneos encontrados en las pruebas, intervino el director general de la Agencia Mundial Antidopaje (WADA), David Howman, quien justificó la ocultación del citado informe en un acuerdo de confidencialidad que habían pactado con la Federación Internacional de Atletismo, que permitía a esta última impedir que se desvelase. Howman dijo que el bloqueo iba contra el deber principal de transparencia de la Agencia, reconociendo así la mala práctica.

El estudio (que puede descargarse del enlace que damos más abajo) lo firman 10 expertos de muy diferentes especialidades y de diferentes países, Alemania, Estados Unidos, Reino Unido, Hungría y Canadá, país del representante de la Agencia Mundial Antidopaje, Léa Cléret, que también intervino. Para hacerse una idea de la pérdida de credibilidad de la Agencia y la Federación basa decir que un año antes de que hiciera el estudio ocultado, se habían realizado 258.267 análisis de orina y sangre en los laboratorios de todo el mundo homologados por la WADA, y dieron positivos menos del 2%.

En las encuestas que se realizaron a los atletas en los mundiales de Corea, el 29% confesó que había dopado en los últimos doce meses, y ese porcentaje subió hasta el 45% en el cuestionario tomado a los atletas en Doha. Las razones por las que las pruebas sanguíneas y de orina no han detectado el dopaje masivo se debe en gran medida a la sofisticación de la planificación del dopaje por los médicos expertos en esta práctica y los avances farmacológicos, que enmascaran las sustancias prohibidas. También a la falta de coraje de las autoridades deportivas para afrontar el dopaje. Hay demasiado dinero por medio y la audiencia generadora del  negocio reclama récords.

En el estudio, los atletas mostraron una gran colaboración, el 93,3% de los contactados en los mundiales aceptó participar. La invitación se cursó a 1.290 de los 1.841 registrados. En los panárabes se contactó con 1.030 de los 3.346 participantes, y también aceptaron contestar a las preguntas el 93,4%.

En  otra audiencia intervino el científico australiano, Michael Ashenden, que es el autor del informe que sirvió de base al Sunday Times para publicar que de 5.000 atletas que habían pasado el control antidoping entre 2001 y 2012, al menos 800 presentaban unos valores sanguíneos sospechosos o altamente sospechosos, y las autoridades decidieron dejarlo pasar. Ashenden dijo a los parlamentarios británicos en una vídeoconferencia que a la Federación Internacional de Atletismo, a cuya presidencia acaba de acceder el ingés Sebastien Coe, ex campeón olímpico y mundial de medio fondo, ha perdido la confianza del público y no le queda más remedio que ser “hipertransparente” si quiere recuperarla. Por el momento, Coe ha acusado a las informaciones publicadas de declaración de guerra y sensacionalismo, y defiende la honorabilidad y el juego limpio de los atletas y ha sido contestado en una carta por Ashenden.

El dopaje está ampliamente extendido en el profesionalismo deportivo ya que el dinero y la gloria siempre son tentadores. Según datos muy recientes de carácter preliminar del proyecto Financial Integrity and Transparency in Sport (FITS), una iniciativa de International Centre for Sport Security (ICSS), los deportes de audiencia tienen ingresos de 80.000 millones de dólares anuales, siendo el fútbol la gran industria, con 33.000 millones. Estos datos han sido recopilados por una red de académicos dirigida por Matt  Andrews, un profesor de Harvard Kennedy School. El fútbol es una industria equivalente a la del cine estadounidense y supera en ingresos a los cuatro deportes principales de Estados Unidos, rugby americano, baloncesto, béisbol y hockey.

No es de extrañar por consiguiente ni el aumento exponencial del dopaje, oculto muchas veces con las opacas excepciones terapéuticas, ni las derivas de corrupción, blanqueo de dinero y otras actividades delictivas que hemos conocido en el Comité Olímpico Internacional o la FIFA, por poner dos ejemplos de gran notoriedad.

 Fuente: La Celosía

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