España cuenta con un 40% de jefes tóxicos, quienes perjudican el clima laboral y la productividad

España cuenta con un 40% de jefes tóxicos, quienes perjudican el clima laboral y la productividad

España, en calidad directiva, ha perdido 30 puestos en los años de crisis
5 Mayo 2015

España desperdicia talento a manos llenas, “sobre todo porque el 65% por ciento de la productividad es calidad directiva. Y España, en calidad directiva, ha perdido 30 puestos en estos siete años de crisis”.

Así lo aseguró Juan Carlos Cubeiro, socio-director de la consultora de management, Ideo Business, en una conferencia impartida días atrás en la Universidad de Almería (UAL) con motivo de la conmemoración de San Vicente Ferrer, patrón de la facultad de Ciencias Económicas y Empresariales.

Cubeiro, que, según ha informado la UAL, fue invitado por la mencionada Facultad para hablar a los alumnos de la gestión del talento en una época, la actual, “en la que éste es un bien más escaso que el dinero”, señaló que España ocupaba en el año 2007 el puesto 27 del mundo en calidad directiva, y hoy está en el 59.

Además, este especialista en talento, liderazgo y coaching advirtió sobre la “elevada proporción de jefes tóxicos” que hay en España, más del 40%, “personas que, en lugar de aportar emociones positivas, generan ira, miedo, asco o vergüenza. Sentimientos todos ellos que influyen, de forma decidida pero muy negativamente, en el clima laboral y en la productividad”.

Para este experto, el talento, resumido en una frase, es “el buen uso de la inteligencia”. Tiene una parte de capacidad y otra de compromiso. Y puso un ejemplo: “se dice que los jóvenes son la generación más preparada en la historia de nuestro país, pero no la más comprometida, porque no tienen muchas oportunidades de que podamos contar con ellas y ellos en las empresas”.

El talento, añadió Cubeiro, depende también del encaje cultural, porque no es lo mismo el talento aquí que en Estados Unidos; es decir, el contexto influye mucho, y para su desarrollo la universidad es fundamental. “La persona tiene que adquirir unos conocimientos, y, a partir de esa preparación, tener la actitud adecuada, una seguridad en uno mismo, una serenidad y una empatía que le hagan empleable en el mercado laboral”, concluyó el experto.

 Fuente: RRHH press

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