Cerca de 1.300.000 personas padecen fibromialgia en España

Cerca de 1.300.000 personas padecen fibromialgia en España

Una patología que puede limitar la actividad laboral y afectar al desarrollo de actividades en la vida diaria
1 Junio 2014

Al menos 1.300.000 personas padecen fibromialgia en España, un síndrome de origen desconocido que se caracteriza por dolor musculoesquelético generalizado y sensación dolorosa a la presión en unos puntos dolorosos, según ha explicado el médico adjunto de la unidad de Gestión Clínica de Reumatología del Hospital Regional Universitario Carlos Haya, el doctor Antonio Ponce, que denuncia el escaso reconocimiento de la enfermedad por parte del profesional médico.

Bajo su punto de vista, "aún queda un largo camino por recorrer en la fibromialgia", ya que, añade, habría que mejorar algunos aspectos fundamentales en los que respecta al médico y al paciente. Desde el médico, destaca que "debe tener una mayor predisposición a la hora de reconocer la enfermedad e investigar más sobre la misma", mientras que desde el paciente "es necesario un mayor reconocimiento social de una enfermedad invisible y asumir el drama personal, familiar y socio laboral, así como el resto de limitaciones que provoca la fibromialgia".

Con motivo del Día Mundial de la Fibromialgia que se celebra este lunes, la Sociedad Española de Reumatología (SER), recuerda que la fibromialgia es un síndrome de origen desconocido que se caracteriza por dolor musculoesquelético generalizado y sensación dolorosa a la presión en unos puntos específicos (puntos dolorosos). Este dolor se parece al originado en las articulaciones pero no es una enfermedad articular. En términos generales, consiste en una anomalía en la percepción del dolor, de manera que se perciben como dolorosos, estímulos que habitualmente no lo son.

Además del dolor, la fibromialgia puede ocasionar rigidez generalizada, sobre todo al levantarse por las mañanas, y sensación de inflamación mal delimitada en manos y pies; también pueden notarse hormigueos poco definidos que afectan de forma difusa sobre todo a las manos. No obstante, su aparición puede darse causa aparente y, aunque, en otras comienza después de procesos identificables que parecen desencadenar la como puede ser una infección bacteriana o viral, un accidente de automóvil o en otros casos aparece después de que otra enfermedad conocida limite la calidad de vida (artritis reumatoide, lupus eritematoso, etc).

Las principales consecuencias de esta patología son las limitaciones a las que se enfrentan los afectados, y que según Ponce, que provocan su sufrimiento, además de baja autoestima y depresión. "Viene dado además por la invisibilidad de la enfermedad (los síntomas con la que se presentan son subjetivos y referidos por el paciente y de difícil constatación), y la estigmatización que tiene la enfermedad en la sociedad (muchas personas creen que la enfermedad está en la cabeza de la persona que la padece)", explica.

Por el momento, la enfermedad no tiene curación definitiva, por lo tanto el objetivo del tratamiento es mejorar el dolor y tratar los síntomas acompañantes, para conseguir una gran mejoría en la calidad de vida de la persona con fibromialgia.

Pero la situación ha mejorado en los últimos años, destaca este especialista, que "disponemos de evidencias de la mejora del dolor y calidad de vida con los tratamientos no farmacológicos como el ejercicio adaptado al paciente, y sus beneficios en la FM".

"También disponemos de nuevas alternativas terapéuticas en el tratamiento del dolor como analgésicos o antidepresivos que intentan modular la vía ascendente del dolor y potenciar las vías descendentes, aunque no disponemos en Europa de tratamientos específicos para el tratamiento de la FM", añade.

En su opinión "el tratamiento debe ser multidisciplinar y en él debe colaborar el paciente en su recuperación, estableciendo una alianza terapéutica con el médico que le trata. El profesional que se dedique a la mejora de los pacientes, debe conocer una amplia farmacopea para el tratamiento de los síntomas tan amplios y alejados de la Reumatología que presentan los pacientes con FM".

Fuente: El Correo

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