... y al mismo tiempo aumenta la demanda sanitaria

... y al mismo tiempo aumenta la demanda sanitaria

Debido a la crisis
23 Diciembre 2013

~~Los ponentes del seminario impulsado por La Fundació Víctor Grífols i Lucas y la Sociedad Es-pañola de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas) y que con el título de "Ética, crisis y salud pública" tuvo lugar en Barcelona el pasado 18 de diciembre coincidieron en destacar la importancia de adoptar inmediatamente medidas que eviten los efectos negativos que la crisis ya está causando en la salud de la población. En este sentido, Mª José Fernández, especialista en medicina Familiar y comunitaria del Institut Català de la Salut, alerta que "los cambios eco-nómicos son muy rápidos, pero que los cambios en la salud pueden ser muy lentos y manifes-tarse al cabo de muchos años". Por su parte Ildefonso Hernández, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Miguel Hernández, comentó que "a falta de dis-poner de análisis más consolidados sobre los efectos que la crisis está causando en la salud de la población, es inaplazable adoptar medidas que eviten o amortigüen estos efectos". El cate-drático de Medicina considera necesarias "impulsar las políticas de empleo que permitan re-cobrar la esperanza y autoestima, reducir los riesgos de mala salud y mejorar el entorno so-cial." Además, los expertos concluyen que este efecto social negativo se está transformando en más demanda sanitaria y está provocando el incremento de las muertes por suicidio, que superan a los accidentes de tráfico u homicidios en Europa en los últimos años. En esta línea se detecta un mayor número de suicidios en las zonas geográficas españolas con mayor desem-pleo, por lo que alertan que el "estrés económico" provoca muertes evitables.
Por lo que se refiere al uso de los servicios sanitarios públicos en tiempos de crisis, Jaume Puig, del Centre de Recerca en Economia i Salut de la Universitat Pompeu Fabra (CRES-UPF), apuntó que "la crisis está teniendo un efecto disuasorio en la utilización sanitaria de las capas sociales más desfavorecidas" y que, resulta imprescindible "prestar atención y medios a quienes más lo necesitan para evitar que colectivos con mejor situación socioeconómica capturen los servicios disponibles tras los recortes de fondos públicos". Por su parte, Begoña Román, profesora de Ética de la Universitat de Barcelona, considera que los tres factores principales de riesgo de exclusión son la pérdida de estabilidad, capacidades y vínculos. Para Román, los asistentes sociales cubren estas pérdidas, sin embargo, "el ser humano necesita de algo más que del asis-tencialismo, necesita de un plan capaz de trabajar las competencias, las capacidades y las habi-lidades de las personas".
Para minimizar los efectos negativos de la crisis y sus consecuencias en el deterioro de la salud, los ponentes reunidos en el seminario aportaron diferentes soluciones. Para Hernández "hay que fomentar políticas sectoriales –como la educación– que deben ir acompañadas de políti-cas transversales –como la de igualdad–". Por su parte, Antonio Casado, profesor del departa-mento de Filosofía de los Valores y Antropología Social de la Universidad del País Vasco consi-dera que "es importante aplicar políticas de bienestar, protección social y reinserción laboral para contrarrestar los efectos adversos de la crisis". Por último, Pablo Simón de la Escuela An-daluza de Salud Pública, apuntó algunas de las tesis para mejorar la situación actual como: remoralizar la vida pública; incidir en la formación de los profesionales; educar ética y moral-mente a la ciudadanía; desmedicalizar; aumentar la inversión pública en salud y optimizar su gestión; disminuir el gasto sanitario hospitalario global, y aumentar el gasto público en aten-ción primaria, salud mental, salud pública y en el sector sociosanitario.
Fuente: Gaceta Médica
 

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