Desgaste laboral: llega la hora de bajar un cambio

Desgaste laboral: llega la hora de bajar un cambio

10 Agosto 2013

Falta de interés, deterioro emocional y agotamiento en el desempeño laboral son algunos síntomas que pueden apreciarse, especialmente en esta época del año, en lo que se conoce como "distrés laboral", un desgaste muy común en estos tiempos.

Cada vez y con mayor frecuencia se reciben consultas de personas manifestando un cierto agotamiento y desinterés por su trabajo según un informe presentado por la Red Sanar. ¿Qué es el distrés laboral? Cuando las exigencias del trabajo no igualan las capacidades, los recursos, o las necesidades del trabajador, éste se encuentra ante estresores que pueden derivar en nocivas reacciones/respuestas.

Son múltiples e innumerables los posibles distresores laborales existentes; éstos comprenden desde aspectos físicos (ergonómicos, medio ambiente de trabajo), de la organización y del contenido, hasta los inherentes a las relaciones interpersonales laborales.

En 1960 el psiquiatra Freudenberger observó repetidamente el deterioro, la falta de interés y el agotamiento en el desempeño de algunos de sus colegas en equipos de trabajo multidisciplinarios. En 1982 Masclach y Jackson definieron el Síndrome de Burnout como "un cansancio emocional que conduce a pérdida de motivación y que pueda evolucionar hacia sentimientos de cinismo, inadecuación y fracaso en la actividad".

Varias son las consecuencias que trae aparejadas este problema:

  • Física: agotamiento, fatiga, anorexia o hiperoanorexia, resfríos a repetición, alteraciones del apetito, contracturas musculares dolorosas, cefaleas, hipertensión arterial, disfunciones sexuales, insomnio, trastornos gastrointestinales, arritmias cardíacas, colon irritable, irritación, sudoración.
  • Emocionales: agotamiento y labilidad emocional, irritabilidad, agresividad, ansiedad, rasgos depresivos, tristeza y desesperanza, actitudes rígidas e inflexibles, sentimientos de frustración laboral, miedo, inhibición.
  • Mental: pérdida de concentración y memoria, sentimiento de sobresaturación y paralización; indiferencia ante asuntos que se asumían con entusiasmo; concebirse no reconocido ni valorado; pérdida de confianza intelectual y del estímulo intelectual; fantasía de abandonar el trabajo o profesión.
  • Social: rechazo a la integración en el equipo de trabajo. Rechazo a las propuestas y directivas de los superiores. Rechazo y negación a toda ayuda propuesta con agresividad, aislamiento, cambio brusco del humor.
  • Valóricos: se pierde el sentido del accionar, se duda de la vocación, con frecuente falta de motivación, cinismo, apatía, hostilidad y suspicacia patológica. Con pérdida de los ideales altruísticos y desmotivación para el aprendizaje permanente.
  • Espirituales: se pierde la mística de la profesión o del accionar y hasta de la propia existencia, con percepción de abandono inclusive de Dios.

Las soluciones y algunas pautas para prevenir este inconveniente

Existen distintas formas de prevenir el desgaste laboral y soluciones para hacerle frente a este problema. El doctor Roberto Ré da algunas pautas de como prevenirlo:

En el equipo:

  • Expertos en la dinámica de grupos deben realizar la supervisión del equipo de trabajo.
  • Diálogo y reflexión permanente de las dificultades en el equipo de trabajo.
  • Activa modificación e intervención de los factores de tensión.
  • Ante las dificultades búsqueda de la excelencia resolutiva como también de la creatividad en forma permanente.
  • Acompañamiento y entrenamiento con cursos de capacitación permanente.

Personales: 

  • Psicoeducación permanente a lo largo de toda la vida.
  • Técnicas de relajación y respiración.
  • Reestructuración cognitiva-comportamental.
  • Asertividad como hábito de vida.
  • Entrenamiento en resolución de problemas.

A la hora de tratar el problema, estas son las pautas a seguir:

  • Cuando los síntomas se expresan es necesario pedir ayuda profesional.
  • Cuando el tratamiento se inicia en forma rápida, más rápida es su recuperación y menor la incidencia de secuelas a mediano y a largo plazo.
  • Consulta psicológica, la psicoterapia individual siempre debe ser tenida en cuenta.
  • Realizar ejercicios respiratorios, posturales o simples caminatas.
  • Cuando el distrés haya alterado el sueño la normalización de este debe ser establecida en forma perentoria.
  • Modificar cuando sea el caso estilos de vida insanos por saludables.
  • Alimentación frugal, rica y variada.
  • Búsqueda permanente del sentido vital en clave de trascendencia espiritual.
  • La mejor Respuesta Terapéutica siempre esta asociada a la integración de todos los aspectos preventivos tanto personales como en el equipo.

Fuente de Datos: diariopopular.com.ar

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