Movilidad por hidrógeno. ¿Caja de Pandora o Santo Grial?

Movilidad por hidrógeno. ¿Caja de Pandora o Santo Grial?

Cuando todavía el sector del automóvil está en una cuota de ventas de vehículos eléctricos que no alcanza el 5% en el último trienio, los estudios sobre la producción y conservación de la energía han demostrado que hablar de vehículos híbridos e incluso eléctricos con baterías convencionales va a ser el sueño de una noche de verano porque ha aparecido el hidrógeno como elemento clave de las baterías del vehículo del futuro por ser la fuente de energía más limpia y duradera.
30 Junio 2022

Cuando en el año 2017 el INSIA (Instituto de Investigación del Automóvil) de la UPM (Universidad Politécnica de Madrid) aportó la tecnología electrónica al “Proyecto epHisa” (española de pilas de Hidrógeno) presentando incluso un primer prototipo experimental de vehículo con investigadores del CSIC y de la UNED, accionado por pila de hidrógeno-batería concebido por los ingenieros españoles Jaime Salama y el exDirector de la DGT José María Fernández Cuevas, se abría la posibilidad de liderar a nivel mundial la línea verde de emisiones cero en el tráfico de vehículos a motor (netamente española) mediante un simple proceso químico que solamente lanzarían por su escape vapor de agua los vehículos con baterías de hidrógeno instaladas. El proyecto que fue presentado a las grandes compañías energéticas actuantes en España no tuvo acogida en 2017 entre los potenciales inversores,  no tanto por su adaptación al mercado de la automoción y por las dificultades del peso de la batería y su idóneo material  sino porque el proyecto epHisa abría unas expectativas en el mundo de la energía de tal magnitud que todos se lanzaron a una desenfrenada carrera de proyectos similares o paralelos basados en el Hidrógeno que está hoy en 2022 en plena efervescencia en España pero que por esa fiebre del “yo primero”, una vez más nos ha hecho perder el tren de la innovación centrada en la economía del Hidrógeno. Los países asiáticos ya tienen preparados modelos de vehículos con esta nueva modalidad energética. Japón va ahora mismo por delante. Pero ya hay un prototipo de Evarm creado en Sant Boi de Llobregat (Barcelona) para vehículos industriales dispuesto a salir al mercado en 2023 con adaptación de su línea motriz, es decir, el sistema de propulsión, el motor, el sistema de gestión de hidrógeno y su almacenamiento. 

El compañero David Pedrerol acaba de publicar un artículo en el boletín “Fulls d’Engenyería” del Colegio de Ingenieros Industriales de Cataluña en el que expone, no sin cierta ironía, la fiebre  actual por la energía del hidrógeno, calificándola como el “Santo Grial”, como un objeto muy buscado y deseado durante siglos por ser la copa que Cristo utilizó en la última cena, y que múltiples historias y leyendas han llegado a describirse como un objeto mágico y sanador (podríamos buscarle otros paralelismos históricos como la “Caja de Pandora”, la “Piedra filosofal” o el “huevo de Colón” según se mire) por su misterio o por su obviedad. Recogemos el mensaje de Pedrerol:

Ya hace muchos años que en el mundo moderno se habla del hidrógeno y de sus virtudes “sanadoras”. Esta fuente de energía absolutamente inagotable que se puede obtener de forma totalmente limpia, fue descubierta por Henry Cavendish en 1766 y han tenido que pasar más de 250 años para encontrarnos de repente, en una carrera contrarreloj, para evitar la generación de dióxido de carbono (CO2) como resultado de utilizar fondos de energía fósiles y elemento causante en gran parte del efecto invernadero, activador de la descongelación de los polos y del aumento de la temperatura del planeta.

Recientemente oímos hablar del hidrógeno como el salvador de nuestros males, como el camino que debemos seguir para salvar la tierra. Dejando aparte la complejidad de la producción y sobre todo del peligro del almacenamiento, pues se guarda a mucha alta presión (800-200 bares), el hidrógeno requiere energía para su transformación. Lo bueno del caso, ¡es que esta energía la podemos producir mediante electricidad proveniente de generadores no contaminantes! No generamos CO2, y al convertirlo en electricidad de nuevo por su utilización, ¡la única emisión es agua!

 ¿Tenemos pues la solución para la energía del futuro? ¿Qué nos ofrece en realidad el hidrógeno?
 
• No produce CO2.
• Su suministro es ilimitado.
• Fácil de almacenar y transportar.
• Producción local sin depender de comunidades vecinas.
 
Parece que hablamos, pues, de una energía sin precedentes. El hidrógeno no sólo lo veremos en el mundo del transporte, sino que podremos encontrarlo en cualquier entorno de necesidad energética como oficinas, centros de producción, comerciales o nuestro propio hogar. Su facilidad de almacenamiento y transporte hace del hidrógeno una alternativa segura para el planeta y sus habitantes. Huimos de quemar petróleo, gas o carbón que aparte de ser materia finita, es muy contaminante. Huimos también de utilizar la energía nuclear, que es claramente limpia, ya que no contamina directamente, pero no hace falta que mencionemos las problemáticas que tiene con sus residuos, ni mucho menos que ocurre si hay un escape de material radiactivo. .
 
Recientemente sigue diciendo Padrerol, he tenido la oportunidad de participar en la primera hidrogenera verde de carácter comercial en España para dar servicio a autobuses del sector público precisamente en Barcelona. Las dificultades que han surgido han sido innumerables, empezando por el simple hecho de que la normativa propia (ITC ICG 05 del reglamento de gases combustibles) sólo regula aspectos administrativos. Por cuestiones técnicas, el reglamento remite a la norma ISO 19880-1:2020, que trata de focalizarse en dar importancia a las evaluaciones de riesgo que debe realizarse para diseñar la instalación. Un marco conceptual diferente al de una norma exclusivamente prescriptiva, que es lo que solemos encontrarnos.
 
Las dificultades normativas, de ejecución e implantación se irán apaciguando, y todas las posibles dudas o carencias informativas que hay ahora, con los años, se irán desvaneciendo. Del mismo modo, el coste prohibitivo que tiene a día de hoy construir una hidrogenera, o comprar un autobús, coche o cualquier equipo que consuma hidrógeno, con el tiempo se irá poniendo a precio de mercado, pues es evidente que la sostenibilidad no es realmente sostenible si no tiene un precio que se asimile a la alternativa que tengamos, en este caso contaminante.
 
¿Y cuándo tardaremos en ver el hidrógeno de forma habitual? …. es la misma pregunta que nos hacíamos hace más de 10 años con los coches eléctricos... aunque en este caso, la transición al coche eléctrico habrá sido un somero paso al salto hacia el hidrógeno. Hay muchas empresas realizando grandes inversiones para poner en funcionamiento sistemas o ciudades basados ​​en la generación de energía eléctrica mediante fondos renovables, y almacenando la energía transformada en hidrógeno como único sistema energético. Éste es el caso de “Woven City”, ciudad promovida por Toyota en Japón en la que se pondrá a prueba, entre otras tecnologías como la Inteligencia Artificial o la Robótica, el funcionamiento circular del hidrógeno. Concluimos, pues, que hemos encontrado el Santo Grial de la energía, lo que nos ayudará a sanear el planeta, y que las generaciones futuras agradecerán nuestro esfuerzo en implementarlo. ¿El siguiente paso? Quién sabe, quizás encontraremos en el “DeLorean” de 'Retorno al futuro', y en su convertidor de basura y elementos orgánicos en combustible, la forma sencilla de reciclar en casa y convertirlo en energía.

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