EL ALCOLOCK PIERDE LA BATALLA CON LOS FABRICANTES DE VEHÍCULOS

EL ALCOLOCK PIERDE LA BATALLA CON LOS FABRICANTES DE VEHÍCULOS

La gran pregunta es “¿Quién tiene más fuerza en el mundo del tráfico, los responsables de la seguridad vial o las grandes empresas de la automoción?”. Parecía que la aparición de los ALCOLOCKS iban a cerrar la triste etapa de los muertos de tráfico a causa del alcohol. Pero…. Como casi siempre… ha acabado ganando el gran capital.
29 Noviembre 2017

El "Alcolock" es un etilómetro que, instalado en un vehículo, detecta el nivel de alcohol consumido por el conductor, de forma que si supera el umbral permitido impide el encendido del motor.

Hace tres años se hizo público un estudio, titulado "Etilómetros de interrupción del encendido para vehículos automóviles y las evidencias científicas de su eficacia", realizado por la Fundación Instituto Tecnológico para la Seguridad del Automóvil (FITSA) con la colaboración del Centro Zaragoza (centro de investigación patrocinado por el sector asegurador español). En el estudio se evaluaba que si se instalaran estos aparatos en vehículos de conductores sancionados por embriaguez se podrían salvar en España unas 115 vidas al año y evitar 568 heridos graves y 2.885 leves en accidentes de tráfico.

La utilización de este sistema impide que un conductor pueda arrancar el vehículo si supera la tasa de alcohol permitida (0,5 gramos por litro de sangre, excepto para profesionales y noveles, que es el 0,3 gr/l).

Según las pruebas realizadas, la reducción del número de accidentes con víctimas es de un 65% entre los conductores que llevan instalado en su vehículo el "Alcolock", según la citada fundación.

Los expertos de FITSA explicaron que "entre el 30% y el 50% de los accidentes que ocurren están motivados por el alcohol, según la Organización Mundial de la Salud; y según la Comisión Europea, el 30% de los accidentes que ocurrieron en un año en España tuvieron como causa directa el alcohol".

Según el Instituto Nacional de Toxicología, aproximadamente el 30% de los conductores fallecidos superaban la tasa de alcohol permitida. Además, el 62% de los conductores son bebedores habituales y el 42% reconoce haber bebido en alguna ocasión antes de conducir.

Según FITSA en su presentación, los "alcolocks" se han probado ya en un muestreo de una treintena de autobuses y una docena de vehículos particulares. El alquiler de este sistema cuesta 1.200 euros anuales.

El dispositivo de interrupción de encendido por detección de alcohol "Alcolock" consiste en un sistema electrónico que está conectado con los sistemas de potencia, eléctricos y otros de un vehículo. Dicho sistema evita o previene el encendido y manejo del vehículo cuando, a través de un test de alcoholemia, se detecta que el nivel de alcohol en el aire expirado por el conductor supera un determinado valor.

El dispositivo del sistema consta de dos partes diferenciadas. Por un lado, la que va unida al vehículo (módulo de control) y, por otro, la parte sobre la que se realiza el test de alcoholemia ("etilómetro").

El sistema puede instalarse en un vehículo de forma voluntaria o coordinada por las administraciones para contribuir a la rehabilitación de conductores con dependencia del alcohol. Según FITSA, sería positiva la promoción institucional de este sistema para fomentar su instalación en flotas de transporte escolar, de mercancías peligrosas y otros servicios de transporte que conlleven riesgo especial para los ciudadanos. Han sido varias las Administraciones Públicas que se han planteado implantar de alguna manera este sistema expeditivo de reducir la siniestralidad vial, pero llegado el momento de establecer la fórmula reglamentaria hay un muro infranqueable: la oposición radical de los fabricantes de vehículos de imponer el sistema Alcolock por lo que dicen sería una disminución de ventas insostenible para el sector. Un discurso que no es novedoso porque lo hemos oído en repetidas ocasiones: cuando se hizo obligatorio el uso del cinturón de seguridad, cuando se impuso el uso del casco de los motoristas…cuando se baja el límite máximo de velocidad… siempre se “hunde el sector”… y los responsables políticos de industria ceden… y al llegar los Consejos de Gobierno … ganan… solo durante un tiempo porque al final se acaba imponiendo la vida sobre el negocio… un período de maduración que suele tardar años en cerrarse… mientras sigue abierto el debate… En el caso del alcolock parece que no se cerrará el debate porque nos parece que ni siquiera se ha abierto para lo que sería un lógico punto de partida : los autobuses… o los conductores que han perdido sus puntos por haber estado implicados en accidentes bajo los efectos del alcohol…

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