Así pueden las personas superar el miedo a expresar su opinión en el trabajo
Así pueden las personas superar el miedo a expresar su opinión en el trabajo
Muchas veces tenemos miedo a expresar nuestra opinión en el trabajo, o preferimos ignorar una situación en vez de responder a una pregunta, sobre todo cuando estamos en grupos grandes y con personas que no conocemos.
Según Amy Edmondson, profesora de liderazgo y gestión de Novartis en la Escuela de Negocios de Harvard, las personas normalmente cuando no dicen algo suelen volver a pensarlo varias veces más, aunque pensaran que lo que tenían que decir era muy importante.
“Lo que es peor, la gente no calla solo las malas noticias o en lo que no está de acuerdo; también retienen las ideas de mejora, a menos que estén extremadamente seguros de que las ideas serán bienvenidas. Esto se debe a que las personas son vulnerables a la lógica implícita de que es mejor prevenir que lamentar “, explica Edmonson.
Como explica la experta, contenerse de decir algo es natural. “Nadie quiere parecer ignorante o incompetente, y hay una asimetría fundamental entre el silencio y la voz”, dice Edmonson.
Hablar es hacer un esfuerzo, y aunque puede crear una diferencia considerable en un momento dado, también puede no hacerlo. Por eso el silencio es instintivo y seguro, explica Edmonson. Cuando una persona está dispuesta a hablar, es porque quiere hacer un esfuerzo para sincerarse, aprender e innovar a través de intercambiar ideas y preguntas.
En las empresas, no expresar las opiniones puede tener un alto coste, ya que si las personas tienen miedo estas buscarán cualquier forma de lograr los objetivos establecidos, sea de forma ética o no.
Para que las personas confíen en ti y superen su miedo a expresar su opinión, puedes utilizar diversas técnicas, aunque no tengas una solución a lo que plantea; por ejemplo, repetir aquellas ideas principales que ha expuesto para darle confianza y que se sienta una persona escuchada.
Si se siente escuchada, en el futuro se animará a expresar su opinión con más soltura, como explica David Dye, consultor de liderazgo y coautor de “Winning Well: una guía del gerente para obtener resultados sin perder tu alma”.
La clave principal, hacer preguntas
Además, hacer preguntas directas es mucho más efectivo que dejar que cada uno exponga sus ideas, afirma Karin Hurt, consultora de liderazgo y coautora de Winning Well.
“Las preguntas crean un vacío que sirve como una oportunidad de voz para alguien”, explica Edmonson. “Crean una pequeña zona segura de forma automática. Las preguntas transmiten: “Me interesa lo que tienes que decir”, que crea un espacio seguro para que uno o más otros ofrezcan su pensamiento”, afirma la experta.
También debes desarrollar tus ideas o comentarios para infundir respeto y además podrás servir de ejemplo para el resto confirmando que ‘es seguro participar’.
“Esto no significa que tengas que estar de acuerdo con lo que alguien dijo. Solo que aprecies el esfuerzo que hizo falta para decirlo”, explica Edmonson.
A veces en una empresa las personas se dejan llevar por las jerarquías y por eso tienen miedo de expresar su opinión. Es decir, las personas piensan que su destino está en manos de sus superiores, con lo cual tienen más miedo a ofenderlos cuando hablan que a contribuir en el objetivo común de la empresa o en la conversación.
Por tanto es indispensable para una compañía que las personas expresen sus ideas, ya que esta práctica siempre trae siempre creatividad y resolución de problemas, con lo cual es de vital importancia perder el miedo a expresar la opinión en público.