

Doctora en Medicina y Cirugía por la Universidad de Zaragoza. Especialista en Medicina del Trabajo por la Universidad de Milán. Especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública. Diplomada en Estadística. Técnica superior de prevención de riesgos laborales en Seguridad en el Trabajo, Higiene Industrial, Ergonomía y Psicosociología aplicada. Profesora en distintas universidades e investigadora en diferentes proyectos de investigación. Más de 100 trabajos de investigación publicados. Actualmente, Jefa de Área de Salud Laboral de la Dirección General de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.

Doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Valencia. Especialista en Medicina del Trabajo. Actualmente, Jefe del Servicio de Planes, Programas y Estrategias de Salud de la Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Sanidad de la Generalidad Valenciana. Responsable autonómico de Salud Laboral y Seguridad Química desde 2000.

Doctora en medicina por la Universidad Autónoma de Madrid. Formación MIR, con las especialidades de Medicina del Trabajo y Preventiva y Salud Pública. Jefe de Estudios y tutora docente de residentes de la Unidad Docente de Medicina del Trabajo de la CF de Navarra. Docente en formación continuada acreditada para médicos y personal de enfermería del Departamento de Salud de Navarra, docente en los Master de Prevención de Riesgos Laborales de la Universidad Pública de Navarra. Investigadora en diversos proyectos sobre sistemas de información en salud. Actualmente Jefa de Sección de Epidemiología Laboral, Investigación y Evaluación Sanitaria del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra.

Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Oviedo. Master en Salud Pública por la Universidad de Oviedo. Especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública. Diplomado en Medicina del Trabajo por la Universidad Libre de Bruselas. Investigador en diferentes proyectos de investigación. Actualmente responsable de epidemiología laboral y ambiental en la Consejería de Sanidad del Gobierno del Principado de Asturias.

Licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad Complutense de Madrid. Máster en Medicina Tropical y Geografía médica por la Universidad Autónoma de Barcelona. Diplomada en Salud Pública y Género por la ENS. Experta en Cooperación Internacional. Inspectora médica del Cuerpo de Inspectores de la SS. Actualmente Jefa de Sección del Servicio de Salud Laboral de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid. Otros: Colaboradora de la Escuela Nacional de Sanidad (PEAC, años 2007-2009), de la Agencia Laín Entralgo -Comunidad de Madrid- (tutora-docente del Curso de Actualización en Salud Laboral para Médicos de Atención Primaria, años 2005-2009), y de la ENMT, (docencia, tutoría y evaluación de proyectos de Médicos Residentes de la especialidad de Medicina del Trabajo).
El cáncer es la segunda causa de muerte en los países desarrollados y la causa más frecuente de muerte prematura y evitable en la Unión Europea. En España, desde el año 2005, es la primera causa de muerte en hombres y la segunda en mujeres, después de las enfermedades del corazón. Los patrones geográficos mostrados por algunas enfermedades en varias publicaciones sugieren que factores laborales y ambientales podrían tener un papel importante en su etiología. Una de las estimaciones más completas que existen indica que en la actualidad las exposiciones laborales provocan el 5,3% de todos los cánceres. Aplicando estas estimaciones al caso español, en el año 2010, 943 mujeres y 5.410 hombres habrían muerto por cáncer de origen laboral. Ese mismo año se reconocieron 34 cánceres como profesionales (30 en hombres y 4 en mujeres). El reconocimiento del cáncer como profesional en España sigue siendo anecdótico.
Los cancerígenos laborales ocupan un puesto especial en la identificación y prevención de todos los tipos de carcinógenos humanos. Todos ellos deben ser considerados como prevenibles y para ello es esencial la identificación y el control de los agentes químicos en los lugares de trabajo. Y, entre los cancerígenos laborales, el caso del amianto es particularmente complejo.
Muchos de estos cánceres no se manifiestan hasta la edad de jubilación debido a su largo periodo de latencia, lo que contribuye al desconocimiento de la relación causal y a su no reconocimiento como laboral. Esta situación perjudica en primer lugar a los trabajadores que sufren los problemas de salud, pero también al resto de la sociedad, porque minimiza la necesidad de adoptar medidas preventivas en las empresas donde se producen las exposiciones laborales que causan la enfermedad, y hace que el coste económico de las consecuencias se asuma con los impuestos de todos los ciudadanos, sobre todo la asistencia sanitaria, que se realiza en los sistemas públicos de salud.