Un dispositivo portátil mide aerosoles para la evaluación del riesgo de Covid-19 en espacios públicos cerrados

Un dispositivo portátil mide aerosoles para la evaluación del riesgo de Covid-19 en espacios públicos cerrados

Así se podrán determinar los impactos de las medidas de reducción de riesgos, como las mejoras en la ventilación
5 February 2021

Investigadores de los Centros de Cardiología de los Países Bajos y la Universidad de Ámsterdam han demostrado que se puede utilizar un contador de partículas portátil comercial y sencillo de usar para conocer las concentraciones de aerosoles en espacios públicos cerrados. Así se podrán determinar los impactos de las medidas de reducción de riesgos, como las mejoras en la ventilación, según publican en la revista ‘Physics of Fluids‘. Adjuntamos el artículo original.

Los aerosoles desempeñan papel importante en la transmisión del SARS-CoV-2. Por ello, comprender las concentraciones de aerosoles y la persistencia en los espacios públicos puede ayudar a determinar los riesgos de infección. Sin embargo, hasta ahora la medición de estas concentraciones ha sido difícil y requiere personal y equipos especializados.

El desafío clave con el uso de contadores de partículas portátiles es lidiar con el polvo de fondo que prevalece en los espacios públicos. La pregunta entonces es si puede distinguir estas partículas de polvo de los aerosoles que surgen al respirar, hablar, estornudar y toser. Debido a que el polvo y los aerosoles inhalados en los pulmones humanos difieren en tamaño, los investigadores desarrollaron una forma de restar la señal del polvo en el contador de partículas midiendo el polvo durante algún tiempo y observando cómo cambia la señal después de que se agregan aerosoles a la mezcla.

“Hay mucho polvo fino, por lo que realmente no podemos medir aerosoles en ese rango, pero hay un rango de tamaño razonable donde se pueden detectar los aerosoles“, explica Daniel Bonn, uno de los autores. Compararon la concentración de aerosol determinada por este método con técnicas de laboratorio y encontraron que los resultados coincidían perfectamente. Este trabajo informa sobre un contador de partículas portátil específico, el Fluke 985, que se utiliza para monitorear el polvo y la calidad del aire en salas blancas. Sin embargo, Bonn señala que los resultados no son exclusivos de este dispositivo y también pueden extenderse a otros contadores de partículas.

Aunque el método no mide directamente la presencia de partículas virales, la concentración de aerosol detectada se puede combinar con datos de virus de otros estudios. Así se obtendrá una evaluación de riesgo práctica para un tipo específico de espacio público. En la investigación se ha estudiado la concentración de aerosoles en lugares públicos cerrados como: gimnasio, tren, sala de reuniones, club nocturno, coche, aeropuerto, restaurante, baños, oficina, sala de estar sin ventilación o ascensor.

Los hallazgos sugieren que las áreas bien ventiladas tendrían concentraciones de aerosoles de 20 a más de 100 veces más bajas que las mal ventiladas

Los hallazgos sugieren que las áreas bien ventiladas pueden tener concentraciones de aerosoles de 20 a más de 100 veces más bajas que las áreas mal ventiladas, como ascensores o baños públicos. Los tiempos de persistencia del aerosol en los espacios probados en el estudio son relativamente cortos debido a la ventilación adecuada del espacio.

“Hay gente preocupada por ir al gimnasio, venir a la oficina, tomar el tren. Todo eso al menos puede ser evaluado. El lema sigue siendo ventilación, ventilación, ventilación”, señala Bonn. Asimismo, Bonn indica que si bien la ventilación juega un papel importante en los espacios interiores, los aerosoles no son la única vía de infección. Por tanto, el distanciamiento social y un frecuente lavado de manos siguen siendo vitales.

Este estudio demuestra un nuevo método de medición de aerosoles que se implementa fácilmente en diferentes entornos. “Para reducir la propagación de este tipo de infecciones, las autoridades sanitarias deben considerar este método para evaluar la ventilación de los espacios públicos, especialmente en espacios, como entornos hospitalarios y de odontología, donde la aerosolización es común”, concluyen.

Fuente: Isanidad

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