Repercusión de las lesiones musculoesqueléticas en la economía de las empresas
Repercusión de las lesiones musculoesqueléticas en la economía de las empresas
La creciente evolución del trabajo organizado tanto en el sector manufacturero como en el sector terciario, junto al incremento en la edad media de la población laboral europea, ha propiciado una modificación delos riesgos laborales para la salud de los trabajadores.
La relación entre el trabajo y las enfermedades crónico-degenerativas más habituales ha sido evaluada tanto por grupos de expertos como por investigadores; ambos han coincidido en atribuir una proporción significativa de las alteraciones cardiovasculares, de las enfermedades respiratorias y de los trastornos musculoesqueléticos que afectan a la población a causas estrictamente laborales.
Desde un punto meramente economicista, la siniestralidad laboral, es decir, los accidentes laborales y las enfermedades profesionales, repercuten directamente en gastos empresariales, gastos sociales y en muchos casos en gastos para los propios trabajadores afectados, además, obviamente de lo más grave, el hecho de la perdida de la salud por parte de estas personas.
Siguiendo este discurso, la siniestralidad está en muchas ocasiones asociada a pérdidas en la capacidad productiva de la empresa y al mismo tiempo pérdida en la calidad de los productos y servicios que esta ofrece; lo que indudablemente repercute en la capacidad competitiva de la empresa para responder a las exigencias de un mercado cada vez más exigente y globalizado. Sin embargo, un problema al que nos enfrentamos en muchas ocasiones es el de establecer con claridad meridiana la relación causa-efecto entre siniestralidad y productividad, ya que muchas veces esta es de difícil cuantificación.
Una encuesta sobre las condiciones de salud y trabajo de los trabajadores europeos, elaborada por la Fundación Europea de Dublín indicó que los problemas de salud más frecuentemente declarados eran el dolor de espalda (30%), el estrés (28%) y los dolores musculares de los miembros (17%). Un 33% de estos trabajadores declara que su trabajo comporta habitualmente tareas con movimientos repetitivos de los miembros superiores y que este trabajo repetitivo está asociado, en 49% de los casos, a ritmos de trabajo definidos como intensos.
En España, produjeron más de 275.000 accidentes por sobreesfuerzo, lo que representa un 28.4% sobre el total de accidentes con baja en jornada de trabajo, esto se traduce en términos productivos en un total de en derredor de 5.500.000 días perdidos. Ese mismo año cerca del 80 % de las enfermedades laborales declaras correspondieron a enfermedades del aparato osteomuscular (musculoesquelético), siendo uno de los principales factores de riesgo, para ambos casos los traumatismos repetitivos.
Por todo ello, estamos convencidos de la falta de formación específica en esta área técnica, tanto para realizar un buen análisis de las causas que provocan los traumatismos repetitivos, como para generar acciones correctivas y proponer modelos de gestión y mejora de las líneas de producción. La formación se nos antoja aquí como el elemento clave y dinamizador que desde dentro de la empresa, debe provocar y velar por la armonía de intereses que hagan posible la supervivencia de la empresa en el tiempo, es decir, lograr compatibilizar la Salud de los Trabajadores con la Productividad, la Calidad y la Seguridad, ya que las personas son el elemento más preciado que posee toda empresa moderna.