VISION CERO.... El permiso de conducir requiere su ITV al revisarse. No debe ser una bula eterna.

VISION CERO.... El permiso de conducir requiere su ITV al revisarse. No debe ser una bula eterna.

Actualmente, cuando uno obtiene el permiso de conducir, tiene la sensación de que es un documento que autoriza a conducir vehículos a motor para siempre jamás.... Y en cierta manera es así porque hasta hoy se revisa el permiso previa revisión médica (mejorable) en los centros de reconocimiento y lo demás es puro papeleo y pago de tasas.... y a seguir conduciendo.... se pierde una gran oportunidad de comprobar los conocimientos, los hábitos y las actitudes del conductor.... Si vamos a Visión Cero, lo siento, hay que revisar si se mantienen las condiciones. Porque los estudios que han realizado entidades de seguros y automóviles club no son alentadores.
4 Octubre 2016

Ya tengo carnet. Un día importante para el desarrollo de la movilidad y libertad individual de las personas que sienten que disponen del documento que pueden acreditar que reúne las condiciones adecuadas para conducir el vehículo correspondiente. Pero seamos realistas y prácticos. Ese documento lo que indica es que en un momento determinado y durante unos 20 - 30 minutos, el aspirante no cometió ningún error ante un examinador que evaluó la capacidad en ese momento. A partir de ahí empieza el test de verdad de las capacidades del nuevo conductor y sus reacciones ante la coyuntura de verse, solo, en medio del tráfico, sin profesor de autoescuela ni examinador, libre, en soledad, impune y con el inmenso placer de multiplicar sus limitadas pretaciones humanas y de elegir origen y destino en sus itinerarios hasta entonces sometidos a la disciplina del transporte público u otros medios. Aparecen entonces algunos matices de la personalidad que se hallaban escondidos y que pueden llevar a la prudencia o a la imprudencia, que, con el tiempo, van consolidando como hábitos y como actitudes que determinan el perfil definitivo del conductor.

Si la revisión del permiso se fija cada 10 años (que luego va menguando según la edad) qué puede haber ocurrido con ese conductor y su concepto de circulación colectiva con vehículo particular?. Puede haber ocurrido de todo, para bien o para mal, en un contexto de exceso de confianza porque sabe el conductor que nadie le puede tocar el permiso. Ese fue el criterio que impulsó a implantar el permiso por puntos y a ir detectando a quienes de manera objetiva iban siendo detectados como conductores con dificultades. Pero, la gran pregunta es si hay que esperar a que se produzcan los problemas para analizar lo que pasa con el conductor conflictivo...... porqué no se hace sistemáticamente una valoración de conocimientos (cuántas normas varían en 10 años¡¡¡) e incluso de los málos hábitos o praxis peligrosas en el manejo de los vehículos a motor a los que autoriza su permiso. Es decir, una revisión a fondo. Una ITV del permiso de conducir.

Quienes mejor nos pueden hablar de este problema son las autoesculeas y dentro de ellas los profesores de formación vial que son los que mayor influencia tienen en la generación de buenos comportamientos de los conductores o futuros conductores e incluso ahora en las sesiones de cambios de hábitos y actitudes de conductores de mayor riesgo en las sesiones de recuperación de puntos o permiso. Estos profesionales, conocedores como nadie que el factor humano es la causa primera y principal de la producción de accidentes de circulación siguen efectuando sus tareas educativas o formativas de manera callada, sorda, individualizada, nada elitista y de complicidad individual del formador con el alumno o conductor. Tète a tète. Bis a bis. Un profesional con un conductor. Relación casi íntima y muy profunda, pero sin proyección ni mediática ni de reconocimiento social. Ellos tienen asumido que su rol en la legislación es el que es y se conforman con hacer valer su prestigio y el gran valor de su trabajo en los resultados individuales. Las autoescuelas como tales no tienen especial buena prensa porque tampoco ha sido valorada su función en las organizaciones de la seguridad vial, tendentes a ser más públicas que privadas. Alguien ha pensado que nadie como un profesor de formación vial que ha podido compartir 40 horas de formación con un aspirante a conductor podría tener muchos más argumentos para evaluar a un alumno, por encima del examinador que está con el alumno 20 minutos si el aspirante reúne las condiciones de seguridad minimas para conducir libremente por las vías públicas?. 

Los profesores de formación vial hacen una tarea abnegada digna de todo encomio por su esfuerzo y responsabilidad. Pero entre ellos se han formado dos grupos: los históricos veteranos que siempre han defendido que la mejor formación es la práctica, vehículo en mano, y que al lado del las prácticas se hace la mejor teórica. Y el segundo grupo son los avanzados que han conocido teorías de psicopedagogía que tienden a elevar la función de las clases teóricas con determinados mensajes de mayor o menor impacto (evaluaciones, encuestas, testimonios , compromisos) aun a sabiendas de que los medios técnicos y los propios exámenes teóricos, no favorecen la presencia obligada de los alumnos en el aula de teórica (si se puede hacer con tests en casa,mejor).  Unos creen más en la práctica como mejor baza preventiva. Ver, oir, tocar y decidir. En el mismo escenario que luego se van a encontrar solos. Los más nuevos y a veces titulados y laureados formadores defienden la explicación en aula por encima de todo. 

La razón de mayor peso la ha dado Europa al ir más allá de la formación CAP (Certificado de Aptitud Profesional para conductores de vehículos pesados) que está quedando ya obsoleta y optar por defender la figura del gestor de movilidad, del coordinador de seguridad o del supervisor de comportamientos de las empresas con flotas de vehículos en el sentido de aplicar el nuevo método BBS (behavoiur based safety) que requiere sobre todo el bis a bis entre el formador y el conductor. Sacarle toda la información en el contacto directo, conocerlo personalmente y ganar su confianza, y hacerle ver de manera directa y efectiva, y obviamente con argumentaciones consistentes, las razones de la buena conducción.

Sea cual sea la normativa de futuro, no tenemos duda de dos aspectos. La revisión del permiso de conducir es una gran oportunidad para hacer comprobaciones sobre conocimientos, comportamientos, hábitos y actitudes de los conductores y que hay profesionales para desarrollar esta tarea. No decimos un nuevo examen, pero si un "cepillado" de estado de situación, físico-psiquico en los centros de reconocimiento médico y de conocimiento y hábitos en el centro de formación vial. Después de imaginar el desacuerdo de muchos lectores, mi pregunta sería. Ah pero... la Visión Cero es verdad o es una broma?.

¿Qué opinas de este artículo?