Los roles son modelos de conducta relativos a la posición del individuo en una red de interacción grupal, estando fuertemente influenciados por las expectativas propias y de los otros.
En las sesiones de formación, cuando el grupo de asistentes se pone en funcionamiento en relación a una tarea o actividad de aula, suelen aparecer ciertos roles característicos que cada uno de los miembros tomará en función de sus características personales y de la constitución del grupo como tal.
Puede establecerse una tipología de estos roles en función de si la persona es más socio-afectiva o socio-operativa, y de si su posición respecto a la tarea, o a la sesión en general, es más bien positiva o negativa. En la tablas siguientes se proponen acciones específicas a realizar en el aula en función del rol de los alumnos y las alumnas, para generar y mantener durante toda la sesión un buen clima de aula.
Sujetos socio-afectivos
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Rol característico
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Acciones para la generación de un buen clima de aula
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Posición positiva
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El colaborador
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- Ubicarlo en una posición cercana al formador y a la vista del resto del grupo.
- Requerir su ayuda explícitamente para que apoye al formador sin llamar excesivamente la atención.
- Orientar su participación, ya que no profundiza en los temas o problemas.
- Apoyar sus intervenciones afectivas.
- Evitar que se queme con intervenciones operativas.
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Posición negativa
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El tímido
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- Ubicarlo enfrente del formador.
- Preguntarle al fin de algo ya debatido y a lo que se ha llegado a consenso en el grupo.
- Cuando realice una argumentación intentar que no se le interrumpa.
- Vigilar que no mengüe la seguridad en sí mismo, animándole para que exponga sus opiniones.
- Si coge confianza puede pasar a colaborador.
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El hablador
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- Ubicarlo cerca del formador, por ejemplo a uno de sus
- Lados.
- Dirigirle preguntas concisas, de sí o no, y a ser posible con cierto grado de dificultad.
- Evitar que establezca conversaciones paralelas con otros asistentes durante el desarrollo de la sesión.
- En sus aportaciones, evitar que se extienda demasiado, o que interrumpa constantemente a otros asistentes, siempre con cuidado de herir su sensibilidad.
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El ausente
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- Ubicarlo en una posición frontal al formador.
- Indagar acerca de sus conocimientos o experiencias previas sobre el tema de la sesión y utilizarlos para hacerle participar.
- Averiguar los motivos de su falta de participación (cansancio, preocupaciones personales, falta de interés, falta de credibilidad de las sesiones, del resto de asistentes o del formador...).
- Si se resuelven sus motivos de falta de participación puede llegar a adoptar un rol de colaborador o participante.
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Sujetos socio-operativos
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Rol característico
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Acciones para la generación de un buen clima de aula
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Posición positiva
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El participante
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- Ubicarlo en una posición cercana al formador y a la vista del resto del grupo.
- Requerir su ayuda explícitamente para que apoye al formador sin llamar excesivamente la atención.
- Orientar su participación, ya que no profundiza en los temas o problemas.
- Apoyar sus intervenciones afectivas.
- Evitar que se queme con intervenciones operativas.
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Posición negativa
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El discutidor
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- Ubicarlo enfrente del formador.
- Preguntarle al fin de algo ya debatido y a lo que se ha llegado a consenso en el grupo.
- Cuando realice una argumentación intentar que no se le interrumpa.
- Vigilar que no mengüe la seguridad en sí mismo, animándole para que exponga sus opiniones.
- Si coge confianza puede pasar a colaborador.
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El refractario
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- Ubicarlo cerca del formador, por ejemplo a uno de sus
- Lados.
- Dirigirle preguntas concisas, de sí o no, y a ser posible con cierto grado de dificultad.
- Evitar que establezca conversaciones paralelas con otros asistentes durante el desarrollo de la sesión.
- En sus aportaciones, evitar que se extienda demasiado, o que interrumpa constantemente a otros asistentes, siempre con cuidado de herir su sensibilidad.
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El pedante
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- Ubicarlo en una posición frontal al formador.
- Indagar acerca de sus conocimientos o experiencias previas sobre el tema de la sesión y utilizarlos para hacerle participar.
- Averiguar los motivos de su falta de participación (cansancio, preocupaciones personales, falta de interés, falta de credibilidad de las sesiones, del resto de asistentes o del formador...).
- Si se resuelven sus motivos de falta de participación puede llegar a adoptar un rol de colaborador o participante.
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El sabelotodo
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- Desviar sus intervenciones directas, sobre el formador o sobre algún asistente, hacia el grupo en general.
- Cuando intervenga, dejar que sea el grupo quien realice los primeros comentarios.
- No salir en su defensa si los demás lo atacan.
- Mantener el control de sus intervenciones para evitar que la sesión acabe girando en torno a él.
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Estos contenidos pertenecen al Curso Estrategias psicopedagógicas para el cambio de actitudes que se imparte en modalidad online desde el campus UPCplus del CERpIE-UPC (Universitat Politècnica de Catalunya).