Isabel Brant, lo que su retrato nos cuenta de ella y el hipertiroidismo

Isabel Brant, lo que su retrato nos cuenta de ella y el hipertiroidismo

Un poco de historia, arte y toxicología
1 Septiembre 2017

El cuadro está fechado en 1625. Isabel Brant, la esposa de Rubens, con su comisura bucal prolongándose bajo sus angulosos pómulos, mira irónicamente al espectador.

Isabel tiene 35 años. La vida le ha sonreído. Su marido es rico, famoso y respetado. Sin embargo, no todo es lo que aparenta; ignora que está enferma y que se encuentra en el otoño de su vida.

Es en el boceto preparatorio del cuadro donde su marido nos dice “algo más”; aquí podemos apreciar unos ojos húmedos y saltones, prominentes (el exoftalmos típico del hipertiroideo), un cuello difusamente engrosado (probablemente un bocio difuso, típico del Graves-Basedow), la acentuación de los rasgos faciales, el adelgazamiento y, finalmente, la evidente pérdida del cabello. Además, los datos documentales nos dicen que la salud de Isabel era frágil (sufría trastornos emotivos, “desmayos y angustias”, que achacaba a la muerte de su hija Clara Serena, cuando tan sólo tenía 12 años). Sin embargo, el resultado de unir este síntoma con el resto de los signos clínicos observados en el boceto, nos orienta hacia una arritmia cardíaca, la clásica taquicardia paroxística del hipertiroidismo. Esta última pudo ser la causa de su repentino y prematuro fallecimiento en 1625, a los 35 años, tan sólo dos meses después de haber posado para el cuadro.

Peter Paul Rubens nace en Siegen, Westfalia (Alemania), el 28 de junio de 1577, donde su familia, originaria de Amberes (Países Bajos), se había trasladado debido a las sospechas de calvinismo que recaían sobre su padre. Su primer aprendizaje artístico se inició hacia 1591, siendo su maestro Otto van Veen, uno de los que más influyó en su estilo juvenil, además de Holbein y Durero, cuyos grabados copiaba desde temprana edad. En 1598, con 21 años, Rubens finaliza su periodo de aprendizaje y supera el correspondiente examen de maestro ante la Guilda de San Lucas de Amberes. Poco después, en 1600, emprende un viaje a Italia con el objetivo de ampliar su formación artística, estudiando las obras del Renacimiento y la escultura clásica. En Roma tiene la primera oportunidad pública de demostrar sus dotes como pintor, ya que se le encarga la decoración de la capilla de la iglesia de Santa Croce in Gerusalemme. El éxito obtenido con estas pinturas será inmediato. En 1602 recibe el encargo de viajar a España para realizar al rey Felipe III varios cuadros, con los que conseguirá gran fama entre los cortesanos españoles, realizando entre otros el impresionante retrato ecuestre del duque de Lerma. En octubre de 1608 Rubens regresa a Flandes, donde los archiduques Alberto e Isabel Clara Eugenia, gobernadores de los Países Bajos, le ofrecen el cargo de "pintor de la casa de sus Altezas Serenísimas", fijándole un desorbitado sueldo anual de 500 ducados. Al año siguiente, Rubens contraía matrimonio con Isabel Brant, la hija de un alto funcionario municipal, uno de los hombres más ricos y cultos de Amberes. De este matrimonio nacieron tres hijos: Clara Serena, Albert y Nicolás.

Tras una inmensa y prolífica obra, los frecuentes ataques de la gota que padecía mermarían su actividad, viéndose obligado a delegar, en sus últimos años, buena parte del trabajo en el taller. El último trabajo realizado por Rubens sería el lienzo de Andrómeda y Perseo que se conserva en el Museo del Prado, obra que dejó sin terminar ya que le sorprendió la muerte el 30 de mayo de 1640, en Amberes, Flandes (actual Bélgica), a punto de cumplir los 63 años. El Barroco había perdido a su pintor más genial.

Los “disruptores endocrinos” son aquellos compuestos químicos exógenos capaces de alterar el equilibrio hormonal al mimetizar los efectos de diferentes hormonas, especialmente estrógenos, andrógenos y hormonas tiroideas. Es, precisamente, este último efecto el que ha dado lugar al incremento de los cuadros de disfunción tiroidea (hipo o hipertiroidismo). En la actualidad existen unas 550 sustancias con capacidad para actuar como disruptores endocrinos; entre ellas, los glicoles/éteres (2- etoxietanol, acetato de 2-etoxietilo, 2-butoxietanol).

Nota: en la diapositiva adjunta, se muestra el cuadro y el boceto preparatorio de Isabel Brant (Rubens, Galería Uffizi, Florencia)

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