Disparando al mensajero: la difamación del Dr. Irving Selikoff

Disparando al mensajero: la difamación del Dr. Irving Selikoff

Como complemento a la polémica que rodea al asbesto, hablaremos d el médico que estableció por primera vez la asociación asbesto-mesotelioma, el Dr. Irving Selikoff.
12 Septiembre 2014

Irving Selikoff (1915-1992) fue la principal figura de su tiempo en la investigación del asbesto y una presencia imponente en medicina del trabajo. Pero, a pesar de su preeminencia en medicina ocupacional, en los Estados Unidos su figura no fue tan cómoda como podría parecer desde este lado del Atlántico, en gran parte porque desde la mentalidad estadounidense se considera que las personas siempre deben tomar partido, bien demócrata o republicano, a favor o en contra de las armas, a favor de los sindicatos o de la gran industria…

Selikoff tomó claramente partido por los movimientos sindicales, lo que le trajo el oprobio de la industria y sus partidarios. No es por eso sorprendente que su figura generase división también dentro de la clase médica. Se murmuraba que cobraba de los sindicatos, aunque esto más bien debería considerarse como un signo de su habilidad, teniendo en cuenta que dichos fondos difícilmente podría haberlos obtenido de la multimillonaria industria a la que un día lejano terminaría poniendo contra las cuerdas (ese dinero financiaría sus pioneros estudios sobre la relación entre el asbesto y el mesotelioma, demostrando la relación inequívoca entre ambos; además, por si no fuese suficiente su contribución al progreso médico, fue el responsable de los primeros estudios de la isoniacida como droga antituberculosa, trabajo que contribuyó a la demostración posterior de la eficacia de la triple terapia en esta enfermedad).

Sin embargo, en un país que había sido el mayor consumidor mundial de asbesto, Selikoff fue demonizado constantemente por la industria del amianto como un fanático de los medios de comunicación que exageraba los riesgos y fue víctima de una campaña orquestada y sostenida para desacreditarlo (críticas, todo es necesario decirlo, que en general describen con mayor precisión a sus detractores que al mismo Selikoff).

A pesar de sus notables logros en medicina, su presidencia de la American Thoracic Society y su jefatura de servicio en el Mount Sinai (Nueva York), se le acusó, mezquinamente, de que no estaba debidamente graduado como médico.

Pero, ¿cuál es la verdad?

Selikoff, hijo de inmigrantes judíos rusos, había nacido en Nueva York en 1915. Obtuvo su licenciatura en ciencias por la Universidad de Columbia en 1941 y posteriormente fue a Glasgow a estudiar medicina en lo que por entonces era el Anderson College, y más tarde sería la Facultad de Medicina de la Universidad de Glasgow.

Pero, con la segunda guerra mundial en su apogeo, decidió irse y completar sus estudios en Australia, regresando al final de la guerra para llevar cabo sus exámenes finales en Glasgow. Su nombre aparece en la lista de los graduados en 1945, con el número 8761, cuando tenía 30 años de edad. Ese mismo año volvió a los Estados Unidos y obtuvo un misterioso MD por la Universidad de Middlesex, Massachusetts. Curiosamente, ambas instituciones (Anderson College de Glasgow y la Universidad de Middlesex) tenían la reputación de admitir judíos a los cuales les resultaba difícil conseguir el ingreso en otras facultades. Así pues, aunque es evidente que Selikoff tuvo dificultades para graduarse, sin duda lo hizo.

Y esa determinación para ir desde América a Glasgow y desde allí a Australia, con el único objetivo de finalizar sus estudios de medicina, no fue más que un reflejo de su carácter. Arrojo gracias al cual hoy nadie duda de la toxicidad del asbesto.

Nota: Selikoff estableció la relación entre el asbesto y el mesotelioma pleural. La reglamentación actual sobre el asbesto está basada fundamentalmente en su trabajo. En 1955 recibió el Premio Albert Lasker (el equivalente al Premio Nobel en los Estados Unidos). Falleció el 20 de mayo de 1992 en Ridgewood, New Jersey.

¿Qué opinas de este artículo?