Asbesto o amianto

Asbesto o amianto

Dentro del término asbesto existen 6 tipos diferentes de fibras de las que cinco de ellas son cancerígenas, la otra, el crisotilo está en controversia. Explicaremos las diferencias que existen entre las distintas formas de asbesto y el origen de la controversia.
28 Agosto 2014

El nombre de amianto viene del griego «asbestos», que significa indestructible.
Así pues, el amianto o asbesto es un término colectivo con el que se denomina a un grupo de minerales naturales de estructura fibrosa. Según las características de las fibras se distinguen dos grandes familias de amianto/asbesto: las serpentinas, cuyo mayor exponente es el crisotilo o asbesto blanco -y que es el más utilizado a nivel mundial-, y los anfíboles, que incluyen al crocidolita o asbesto azul, la amosita, la tremolita, la antofilita y la actinolita.

¿Cuál es la vía de entrada?

La principal vía de entrada del amianto en nuestro organismo es la vía respiratoria. Ahora bien, la capacidad de permanecer en el organismo varía según el tipo de fibra (mientras que los anfíboles tardan años en elimi narse del pulmón por medio de los cilios del epitelio celular, e incluso pueden no llegar a eliminarse nunca, el crisotilo parece eliminarse rápidamente en no más de un par de semanas). La razón de este distinto comportamiento fisiológico y, consecuentemente clínico, radica en la diferencia entre los dos tipos de fibras (anfíboles y crisotilo).

¿Qué diferencias existen en las fibras y por qué unas son más dañinas que otras?

Básicamente la diferencia entre las fibras radica en el distinto diámetro, forma, longitud y rigidez (los anfíboles -los más patógenos- son fibras de diámetro inferior a 3 μm, rectas, cortas y rígidas, lo que les permite llegar hasta las partes más bajas de las vías aéreas inferiores; por el contrario, el crisotilo -el menos patógeno- es una fibra de diámetro superior a 3 μm, enrollada, larga y blanda, con lo que suele ser retenida en la parte alta del sistema respiratorio - en la nariz, laringe y bronquios de mayor diámetro-, pudiendo ser expulsada con el estornudo o la tos). Así pues, la capacidad de penetración de las fibras depende de estas cuatro variables: diámetro, forma, longitud y rigidez. Pero, además, el crisotilo se disuelve en el agua y los ácidos, mientras que los anfíboles no lo hacen. Esta última característica es importantísima, ya que hace que el crisotilo se disuelva en el agua del surfactante pulmonar y en el ambiente ácido generado por los macrófagos cuando fagocitan dichas fibras (este hecho es clave, y es lo que el Instituto del Crisotilo de Montreal lleva años argumentando para evitar las prohibiciones que le son impuestas en muchos países, entre ellos toda Europa. Canadá es el mayor productor y exportador mundial de crisotilo, especialmente a países en desarrollo).

Así pues, y en resumen, numerosos estudios han demostrado que las fibras de crisotilo tienen una rápida eliminación del pulmón una vez inhaladas. Por el contrario, las fibras de anfíboles no son solubles en agua y no se disuelven en ácido, razón por la que permanecen mucho tiempo y, como consecuencia de la inflamación crónica que ocasionan, son causa de fibrosis pulmonar, cáncer de pulmón y mesotelioma pleural.

Pero, ¿qué valores ambientales son admitidos en el lugar de trabajo?

El valor límite máximo (VLA-ED) -fracción respirable- admitido en el lugar de trabajo en nuestro país para todas las formas de amianto (crisotilo, actinolita, amosita, antofilita, crocidolita, tremolita) es de: 0.1 fibras/cm3, igual al de la ACGIH americana. Todas llevan la anotación t (todas las variedades de amianto tienen prohibida su fabricación, uso y comercialización, mediante la OM de 7/12/2001 [BOE nº 299, de 14 de diciembre de 2001]. Las operaciones y actividades en las que los trabajadores estén expuestos a fibras de amianto o de materiales que lo contengan están reguladas por el RD 396/2006 de 31 de marzo, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud aplicables a los trabajos con riesgo de exposición al amianto).

¿Qué problemas ocasionan las fibras de asbesto?

Las fibras de asbesto penetran en el organismo por vía respiratoria alcanzando, especialmente las de menor tamaño, es decir, los anfíboles, las vías aéreas inferiores. Dan lugar a un cuadro conocido como asbestosis (al cabo de 20 o más años del comienzo de la exposición), que suele evolucionar a una fibrosis intersticial pulmonar difusa (que ocasiona un patrón restrictivo con tos y disnea).

Está reconocido su poder cancerígeno (figura con la anotación A1 -carcinógeno humano confirmado-). Los tipos de cáncer asociados son el asbesto son:

Mesotelioma pleural o peritoneal: los anfíboles (sobre todo, la crocidolita) muestran más poder carcinógeno que el crisotilo. Se ha llegado a estimar que el crisotilo tiene una potencia 200 veces menor que los anfíboles, e incluso que no causa mesotelioma.

Cáncer de pulmón: se incrementa notablemente si se combina con el hábito tabáquico. Aunque comentarlo a estas alturas resulta una obviedad, el consejo antitabáquico es de gran importancia en lo que se refiere a la exposición laboral a amianto. Es absolutamente necesario incluir esta medida de forma sistemática entre los trabajadores expuestos. De nuevo, la crocidolita o amianto azul (uno de los anfíboles), es la más cancerígena.
En la exposición laboral a asbesto no cabe la realización de control biológico.
La radiografía de tórax es el examen de elección.

Nota: en la diapositiva adjunta se observa el mineral de asbesto y las minas de Jeffrey (sudeste de Quebec), las mayores productoras del mundo de crisotilo.

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