Dirección de personas: hacia la empresa excelente del siglo XXI
Dirección de personas: hacia la empresa excelente del siglo XXI
Desde las empresas, los responsables de las personas, tienen el gran reto, y, a la vez la oportunidad de imaginar y poner en acción nuevas formas para motivar y comprometer el talento de los empleados con la organización, buscando nuevas estrategias para conciliar vida familiar y profesional, prevenir y anticipar situaciones de estrés y ansiedad que pueden deteriorar la salud laboral y dificultar el rendimiento y la calidad del trabajo; con el objetivo de que las personas sean conscientes que gracias a ellas las empresas son lo que son, “motores para el crecimiento económico , ético y sostenible de una nueva sociedad que sea mejor para todos”, y que, por supuesto, estas empresas del siglo XXI, no sean excluyentes, sino integradoras.
En estos momentos de intensidad social, y con el objetivo de mejorar la competitividad de nuestra empresa, tenemos la necesidad imperiosa de seguir formando y preparando a nuestro equipo para que no se vea reflejado en la inquietud, y que estas consideraciones de estrés económico, no repercutan negativamente en su motivación, sino que sean una valiosa aportación que incremente el valor de la empresa.
Sólo si los verdaderos líderes son capaces de mejorar la organización mediante la planificación imaginativa, la implantación coherente de nuevos estilos de mando y la evaluación sistemática de las relaciones laborales y las políticas de recursos humanos, la Organización se significará en la búsqueda de la excelencia. Los líderes responsables de personas, son agentes de cambio y facilitadores de herramientas, que tienen, como una de sus principales funciones, inspirar y alentar a sus colaboradores.
Esta nueva dimensión de la dirección de personas, exige tomar una posición, que sea una sólida base de preparación, adecuación y lanzamiento hacia el futuro, para enfrentarnos a las nuevas situaciones laborales que las empresas están soportando. Somos conscientes y estamos plenamente convencidos, que esta contingencia exige nuevas e imaginativas medidas, así como dosis extraordinarias de motivación y la colaboración entusiasta de todos los que componen la empresa. Para ello debemos:
Erradicar, el sentimiento de incertidumbre sobre el futuro y convertirlo en valores positivos de retos asumibles y metas alcanzables. Y todo esto se logra preparándose para enfrentarse con técnicas innovadoras que exigirá el futuro. Esta preparación exigirá un plus de trabajo e ilusión permanente a los responsables de las personas de la Organización para impartir, extender y entusiasmar a todo el personal en este proceso.
Se hace imprescindible la necesidad de estar al día en nuevas tecnologías y el dominio de las redes sociales y, la exigencia, a todos y a cada uno de nosotros, la firme voluntad de aprender, asumir y practicar esta preparación con respeto y actitud sobre las diferencias individuales.
Desarrollar la inquietud por la mejora continua y la innovación, una buena y permanente preparación, permitirá a todos y a cada uno de miembros de la organización el pensar, idear y plantear como innovar en los procesos actuales de su empresa.
La aplicación sistemática de nuevas ideas, tendrá como resultado una sensible mejora en tiempo y calidad de los procesos, lo que se traducirá de inmediato en una mayor eficiencia empresarial. Esta preparación permanente, debe tener el mismo efecto que el entrenamiento para los deportistas, la búsqueda incansable por superar el propio record.
Superar el record, no es sólo incrementar la productividad, reducir el absentismo, garantizar la seguridad, aproximarnos a la conciliación entre trabajo y familia, es, sobre todo, alcanzar los objetivos necesarios para que la Empresa siga ocupando un sitio preeminente y que nosotros nos reconozcamos en ella.
Todo esto se conseguirá, si somos capaces de lograr mayor eficacia, eficiencia y calidad, para ello necesitamos aplicar el talento de todos y cada uno, despertar la motivación, alentar la colaboración, mantener el diálogo, abrirse a las nuevas tecnologías y, sobre todo, buscar criterios comunes y tener bien acordados los procedimientos operativos que dan sentido a nuestra conciencia de pertenencia a la Empresas.