Practicar agradecimiento, la llave mágica

Practicar agradecimiento, la llave mágica

No esperes a que el comportamiento de otra persona te cree un problema para tratar de que cambie en el momento más difícil emocionalmente. Aprovecha los momentos de calma para agradecer y reconocer sincera y espontáneamente. ¡Hay tantas cosas para agradecer! Veras lo que ocurre.
16 Marzo 2015

Con mucha frecuencia tratamos de conseguir reconducir y solucionar los problemas con los demás , cuando ya tenemos encima el problema y el conflicto. Y cuando estamos ya en pleno problema nuestra manera y forma de solucionarlo, y de que la persona que lo ha creado cambie para solucionarlo, no suele ser eficaz, en el sentido que solemos dejar bastante tocada la relación. No sabemos manejarnos bien en estas situaciones, no gestionamos eficazmente nuestras emociones, y puede que el problema se solucione, pero la relación suele quedar tocada, hasta que llega un momento en el que queda hundida.

Sin embargo, cuando estamos en las situaciones en la que las relaciones no están en problemas, y estamos en los momentos más productivos, más seguros, más saludables, no hacemos casi nada para fortalecer la relación , haciendo saber a las personas con las que me relaciono, que hay comportamientos que tienen que agradezco y reconozco, y que no solo me fijo en los comportamientos que causan problemas. Me refiero al agradecimiento, el aprecio , el reconocimiento. De esta manera sabrán que los veo en su totalidad. Esto es valido para las relaciones entre los líderes y mandos y las personas de su equipo, al igual que cualquier relación. Y también se da con frecuencia con las cuestiones relacionadas con los comportamientos y actitudes en seguridad y salud laboral.

Mi propuesta es practicar el agradecimiento y el reconocimiento, en los momentos en los que la relación está emocionalmente estable, que los hay, y afortunadamente muchos. En los momentos en los que no estamos lidiando con confrontar un problema que ha generado una persona de mi equipo con su comportamiento, sino en los momentos en los que los comportamientos son aceptables o más que aceptables.

Yo hablo de un agradecimiento sincero y espontáneo, no con objetivos de cambiar a la otra persona. Tampoco de un agradecimiento en el que evalúe y califique a la otra persona. Este tipo de agradecimiento no es sincero sino interesado, y además pone por encima a la persona que agradece porque tiene la potestad de decir cuando el otro es “bueno” o “malo”.

Lo que propongo es agradecer sin evaluar, expresando con congruencia , honestidad y sinceridad el verdadero sentimiento que ha generado en mí el comportamiento, y los efectos positivos que ha tenido para mí, que me llevan a agradecer.

“Me gusta mucho que este utilizando las gafas de seguridad, eso hace que pueda estar más tranquilo y no estar constantemente vigilando, porque sé que te estas protegiendo. Muchas gracias”

“He visto que estas poniendo en práctica lo aprendido en la formación de seguridad, aprecio mucho que lo hagas, ya que me da satisfacción saber que el tiempo dedicado a ello ha sido realmente útil. Muchas gracias”

Te cuento un secreto: cuanto más practiques el agradecimiento sincero y espontáneo por lo que tienes y por las cosas que destacas, más recibirás de eso mismo. Es la ley de acción y reacción.

¿Te animas a empezar?

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