¡Las normas están para cumplirlas! ¿y mis necesidades?
¡Las normas están para cumplirlas! ¿y mis necesidades?
Los seres humanos buscamos satisfacer nuestras necesidades, y esta búsqueda es la que explica nuestros comportamientos. Desde necesidades básicas físicas, como tener sed y en consecuencia beber un vaso de agua, hasta necesidades psicológicas, como sentirnos reconocidos, y para ello hacer algo que llame la atención, en sus diferentes formas.
Lo mismo ocurre con los comportamientos que tienen que ver con la seguridad y salud laboral. Realizar un comportamiento de riesgo, incumplir una norma obedece a una necesidad que se quiere cubrir.
Las necesidades de tipo psicológico, vienen de creencias que tenemos acerca de nosotros mismos, de los demás y de la vida. También de aquellas cuestiones que consideramos importantes para nosotros. Esto hace que los comportamientos de las personas, puedan ser diferentes ante las mismas situaciones. Depende de su sistema de creencias.
En mi experiencia, una cuestión que encuentro interesante al respecto de cubrir las necesidades, es cómo muchas personas abordan la cuestión de cumplir o no las normas, y en concreto las normas de seguridad. Es algo que trabajo habitualmente , tanto con mandos como con trabajadores, y la primera cuestión es que no suelo encontrar diferencias entre unos y otros.
Generalmente me encuentro con un consenso prácticamente mayoritario en cuanto a que las normas son necesarias, y más si cabe las normas de seguridad, que en general se tienden a percibir como más pensadas para la protección y por tanto más cercanas.
Las razones que suelen darse para concluir que las normas, en general, son necesarias tienen que ver con mantener el orden la armonía, vivir civilizadamente, etc. Lo mismo ocurre con las normas de seguridad, no dejan de ser normas. En este caso cuestiones como la salud, la protección, etc. son las que las justifican.
Sin embargo, esto no dejan de ser titulares y buenas intenciones, ya que en la práctica , los que apoyan que las normas están para cumplirlas, reconocen que algunas no las cumplen, en algunos momentos. Me encuentro que cuando las personas son honestas, reconocen que no cumplen las normas, aunque crean firmemente que debe haberlas.
No deja de ser una locura que digamos que debe haber normas y luego no se cumplan, es decir , generamos el caos, que según decimos pretendemos evitar.
¿Qué es lo que ocurre?. Que ante todo buscamos satisfacer nuestras necesidades. Lo que he constatado con muchos mandos y trabajadores, hablo de más de mil, es que lo primero que hacemos, en cada momento es evaluar y comprobar si la norma es un obstáculo para satisfacer nuestras necesidades, en ese momento. Si lo es, es muy fácil que nos la saltemos. No quiero decir que esto sea algo generalizado, pero en el universo de personas que yo he estudiado, y dentro de nuestra cultura, esto ocurre. Nuestro criterio interno, nuestras necesidades, están por encima de la norma, y esta se cumplirá si coincide con ese criterio y no impide la satisfacción de las necesidades. Lo malo de esto es que este proceso ocurre en el momento, sin darnos cuenta, de una manera bastante inconsciente, debido a que forma parte de nuestro sistema de creencias.
No ocurre así en todas las culturas. Hay algunas en las que el respeto a las normas se toma como una necesidad, forma parte de sus sistema de creencias. Nos queda mucho camino para recorrer, y la clave está precisamente en tomar conciencia de las creencias que están generando nuestras necesidades y la utilidad o no, para nuestra seguridad y salud.