“Gota a gota”

“Gota a gota”

Hay un paralelismo muy grande entre la exposición a contaminantes químicos o físicos, y otro tipo de contaminantes, de gran poder destructivo, como son las relaciones tóxicas.
14 Abril 2014

Las enfermedades profesionales a diferencia que los accidentes, se producen por el contacto continuado durante un período largo con un determinado contaminante. El concepto de la dosis es el elemento que diferencia el accidente de la enfermedad. Dosis muy altas e inmediatas, provocan un accidente o daño inmediato. Dosis más bajas y continuadas en el tiempo producen una enfermedad.

Por otro lado la posibilidad de enfermar por exposición prolongada a un contaminante, tiene que ver con la dosis permisible, que marcan el límite técnico de estar en riesgo de enfermar o no.

Hay un contaminante que no aparece en las listas de contaminantes y cuya exposición tiene enormes efectos adversos.

Estoy hablando de las relaciones tóxicas. Con relaciones tóxicas me refiero a las relaciones que generan toxicidad en el sentido de malos entendidos, falta de respeto, no aceptación, conflictos mal resueltos, heridas emocionales, imposición de soluciones, menosprecio, alejamiento, etc.

Es decir, en mi opinión tener unas malas relaciones laborales, entre Jefe y subordinado o compañeros continuadas, es como estar expuesto a un terrible contaminante, que finalmente puede terminar en enfermedades.

 Es como un “gota a gota”, que va generando básicamente heridas emocionales, que como ya es muy sabido acaban terminando en enfermedades de diversos tipos.

Es cierto que cada persona tiene su límite permisible de exposición a malas relaciones, a partir del cual comienza a deteriorar sus sentimientos hacia la otra persona y hacia si mismo. No hay un límite establecido por los Valores Límites, sin embargo, suele ser bastante bajo.

A veces se justifica la exposición a una mala relación, se le trata de quitar importancia, sin embargo el cuerpo con su sabiduría, lo percibe, y el daño, aunque sea pequeño, queda en algún rincón, si no se sabe manejar adecuadamente, para que la pequeña herida se cure y se reestablezca el equilibrio.

Por que se puede reestablecer, no tiene que llegar a ser una enfermedad sin cura, aunque a veces ocurre.  

Para ello es necesaria la autoobservación en las relaciones que tenemos, la honestidad con nuestros auténticos sentimientos, y la habilidad para confrontar eficazmente con la persona con la que estamos expuestos a una mala relación, sin dañar , tratando de mejorar la relación ,  y siendo contundentes y congruentes a la hora de expresar nuestros sentimientos.

Las evaluaciones de riesgos, no contemplan hoy por hoy este tipo de contaminantes, que están a la orden del día, ya que nuestra vida no es otra cosa que relaciones, así que la posibilidad de estar expuestos es muy alta.

¿Has evaluado tus riesgos a contraer una enfermedad laboral por estar expuesto al riesgo de relaciones tóxicas?

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