Difteria: La esclavitud de tener que aprender de las lecciones
Difteria: La esclavitud de tener que aprender de las lecciones
Las imágenes de la tragedia del LZ-129 Hindenburg en 1937 en los EEUU (New Jersey), se han quedado grabadas en la retina de generaciones enteras. Aunque la magnitud de la catástrofe podría haberse evitado mediante la sustitución de hidrógeno por helio, el desafío del hombre a los elementos se saldó con la vida de 36 personas.
78 años después, sale a la luz recientemente que un menor afecto de difteria se encuentra en estado crítico en el Hospital de la Vall d ' Hebron, después de 28 años sin un solo caso en el Estado. ¿La causa? La falta de protección vacunal frente al Corynebacterium diphtheriae (también por cierto evitable).
La diferencia entre los dos eventos radica en que , en 1937, el prevencionismo no estaba tan arraigado respecto nuestro SXXI y por otra parte, debemos ser justos con la época , exponiendo que los germánicos ya habían planeado cómo evitar un posible incendio en el Zeppelin con los conocimientos de Aeronáutica de entonces y que no se llevaron a cabo por cuestiones ajenas a la ciencia.
Actualmente resulta inexcusable i totalmente incomprensible para el ser racional, que una medida coste-beneficiosa preventiva como es la vacunación contra enfermedades potencialmente mortales como la difteria no se haya integrado en el subconsciente colectivo de personas con reticencia a las vacunas careciendo de suficientes argumentos para justificar la abstención del método, confundiendo vacunas con dudosa reputación vs aquéllas con demostrada eficacia. (Grupo de personas que, por cierto, se escudan en la inmunidad de grupo para evitar los presuntos efectos adversos que defienden). O sea, mejor que un alto porcentaje de su comunidad haga el esfuerzo de vacunarse por ellos.
Pero lo más impactante de todo es que después del reciente caso, es que las autoridades se apresuren en tomar medidas que disipen el impacto mediático basado en la cultura del incidente- reacción.
¿Acaso en 2015, ninguna autoridad en salud pública podría haber previsto que la no vacunación de unos pocos (aunque un % bajo) podría haber acabado con un solo niño en la UCI y obviamente han tomado esas apresuradas medidas con antelación?
Otro triste caso reciente que todavía planea en nuestra Europa es el asunto Germanwings y el Airbus estrellado deliberadamente por el copiloto en Los Alpes franceses , según se desprende de los informes preliminares. Una cabina hermética incluso para la tripulación y un ser con una baja laboral por trastorno mental.
¿ Debemos ahora adoptar la actitud ingenua de reconocer que la seguridad de un vuelo no puede confiarse al derecho individual de confidencialidad con respecto a la discapacidad de un profesional ? ¿O que la relajación de las políticas de seguridad de aeronavegación también en su día demasiado "reactivas", después del 11-S, provoca ahora de forma paradójica que un oficial de vuelo pueda bloquear el acceso a "cualquier" potencial intruso a pesar de ser el comandante?
De todas formas la pregunta que debemos hacernos es:
¿Necesitamos a estas alturas que el motor de gestión preventiva en salud, seguridad ciudadana o transporte entre otros, dependan del impacto de los mass media y su repercusión social, moviéndonos a reglamentar o protocolizar aquello de lo que sobradamente se tenía como “probable”?
Si miramos hacia atrás veremos que no es una cuestión debatible sólo hoy .
Nuestra historia reciente está ligada a políticas con poca capacidad anticipatoria dados los conocimientos sobre cierta materia de seguridad en la comunidad.
Recuerden el desastre del Camping de Los Alfaques en el 78 (Tarragona, España), en gran parte evitable y que cambió la normativa sobre el transporte de mercancías peligrosas por carretera.
O las tragedias del fútbol en Bradford , Heysel o Hillsborough en los años 80 que llevaron aunque demasiado tarde a la "Dama de hierro británica " a adoptar la Football Spectators Act , que marcó un antes y un después en la seguridad en los estadios a nivel mundial .
Y así podríamos seguir desde los accidentes nucleares de Chernobyl , Fukushima o Three Miles Island pasando por la tragedia de Bhopal en la India o la masacre del Camping Las Nieves en Biescas, debido a una riada previsible en el 96.
Accidentes o siniestros todos ellos debido a falta de políticas anticipatorias imperdonables. Y que han sentado de forma sensata después , pero con un tanto de falta de visión preventiva “antes”, normativas, protocolos, algoritmos , planes o directrices.
Stephen R. Covey, en su versión extendida de la conducta humana proactiva de Víctor Frankl en 1946, la definía así : "que el comportamiento individual es el producto de sus propias decisiones pero no de sus condiciones".
¿Por qué entonces no empezamos a efectuar una traslación de ese concepto a la gestión de la seguridad de las personas?