Sentido de la prevención de riesgos laborales

Sentido de la prevención de riesgos laborales

Hoy, el campo de la Prevención de Riesgos se ha ampliado enormemente, pues, hay aspecto psicosociológicos que en el tiempo de la Ley 16744, apenas se esbozaban. Ello tiene que ver con el comportamiento social dentro de este mundo tan transparente, pero, a la vez, tan complejo, como lo puede ser la persona humana
29 Junio 2024

Si convenimos que la prevención de riesgos laborales busca promover la seguridad y salud de los trabajadores mediante: La identificación, evaluación y control de los peligros y riesgos asociados a un entorno laboral, fomentar el desarrollo de actividades y medidas necesarias para prevenir los riesgos derivados del trabajo, entonces debemos aceptar que los principales beneficiados de la Prevención de Riesgos, son, sin que el orden sea necesariamente este, 1.- los propios trabajadores; 2.- la Empresa, 3.- el Estado y la sociedad toda.

Cuando hablamos de los trabajadores, debemos considerar que los Mandos de una empresa son los representantes de esta en la dirección, fiscalización y orden, de tal modo que estos trabajadores cumplen una doble función, que es:

 a) dirigir y fiscalizar el correcto procedimiento en la faena,

b) asumir la responsabilidad en los accidentes que ocurran bajo su vigilancia, en lo penal y civil, sin perjuicio del que corresponda a la Empresa en el pago de indemnizaciones.

Como lo ha sostenido un Gerente General de Codelco, de todos los accidentes que ocurran en la empresa, con excepción de los ocurridos por Fuerza Mayor y por Dolo del propio trabajador, todos los demás ocurren por falta de vigilancia, por no aplicar las medidas de seguridad establecidas en la Ley y Decretos Supremos, por no ser exigentes en el orden y disciplina laboral. Entonces, es justo que el Mando que dirige la faena a nombre de la empresa se haga responsable de su negligencia en el control de la seguridad. 

En el sentido propuesto, el Mando, sea Supervisor, Jefe de Faena, Capataz, Jefe de obra o como quiera se le llame, con su actuar poco firme, compromete a la empresa para quien trabaja, manifiesta descuido o negligencia en sus funciones, lo que obliga a la Empresa a responder económicamente (civilmente), de los daños que el accidente causa al trabajador y a su familia, sin perjuicio de las multas, aumento de cotización adicional, desprestigio corporativo, etc, etc.

Lo anterior, implica también reconocer que la empresa tiene en los mandos medios o mandos operativos, recursos humanos para lograr las metas que se ha propuesto en el periodo de que se trata. Por lo que constituye más que un deber, una conveniencia muy especial, alumbrar a este sector laboral de altas funciones, en lo que representa realmente para la empresa y su dirección, pues, un buen cuerpo de mandos operativos empoderados de su deber tanto como de sus facultades, evitará momentos confusos y dificultades que retrasen las labores productivas, malgastando tiempo en asuntos ajenos a los fines de la empresa, que no otros que maximizar las utilidades en un periodo de producción.

Se puede sostener también que la Prevención de Riesgos en el trabajo, es fundamental por el mero hecho de que su implantación y la correcta ejecución de la misma, ayuda a eliminar accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, facilita el trabajo en condiciones seguras, permite el cumplimiento de las normas vigentes para evitar posibles sanciones y provocar pérdidas.

Hoy, el campo de la Prevención de Riesgos se ha ampliado enormemente, pues, hay aspecto psicosociológicos que en el tiempo de la Ley 16744, apenas se esbozaban. Ello tiene que ver con el comportamiento social dentro de este mundo tan transparente, pero, a la vez, tan complejo, como lo puede ser la persona humana. Por lo que debemos imaginar que en un mundo cerrado de la empresa, la industria y del trabajo, la multiplicidad de personalidades sacan lo mejor de si mismas, pero, también lo peor. Ello puede dar origen a relaciones laborales tóxicas, enfermizas o claramente perjudiciales para el clima laboral.

Un mal clima laboral tiene su origen precisamente en el comportamiento inadecuado de algunas personas, que dentro del trabajo provocan una distorsión que afecta a otras, de tal manera que pueden dar una respuesta negativa por la vía de enfermedades psicosomáticas o psicosociales, cuyos efectos en la producción son tanto o peor que un accidente grave, atendido que la baja en el trabajo es extensa, reiterada, afectando a un grupo y no a una sola persona.

Por esta razón, es conveniente estar atentos a implementar medidas de relajación, vigilar el buen comportamiento y aplicar ayuda profesional de conjunto, pues, determinar el origen de tales perturbaciones siempre es difícil.

 Debemos recordar que la Prevención de Riesgos cumple una función esencial en el trabajo, lo que quiere decir que el trabajo, por sí mismo, debe constituir una fuente de alegría, satisfacción y entusiasmo. Si ello no ocurre, es porque algo no calza con exactitud y habrá que vigilar con mayor atención, pues, influye en el cumplimiento de las metas de la empresa.

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