JOSEP CLARAMUNT: Mutualidades de conductores

El mundo de los conductores profesionales es peculiar porque aparte de comprender muy diversos perfiles de actividad, tiene asimismo una constante evolución en la medida en que tanto vías como vehículos como estrategias logísticas y laborales de las empresas de transportes se van adaptando a las innovaciones que necesariamente se van produciendo en el sector de la movilidad de personas y mercancías.

Históricamente los propios profesionales se fueron uniendo para poder defender sus intereses y velar por su presente y su futuro laboral así como para ejercer con seguridad su actividad. Los Gremios, Mutualidades y Montepíos de Conductores se erigen como las entidades más cercanas y representativas de la profesión, una fórmula muy presente en Iberoamérica y con gran arraigo también en España donde Cataluña ha venido mateniendo el mutualismo en la conducción profesional pero con un valor añadido muy importante que ha sido conseguir el intercambio de beneficios no solo en el ámbito empresarial sino, sobre todo, en el ámbito familiar. Un reto que Josep Claramunt, que recientemente nos ha dejado, se impuso como trayectoria filosófica de su vida como Director del Montepío de Conductores de Manresa-Berga incidiendo de manera decidida en la educación vial familiar, escolar e institucional desde 1975 a 1997, una actividad que incluso personalmente llevó hasta límites de sacrificio y entrega en colaboración con los Organismos responsables de la seguridad vial municipal, comarcal y nacional demostrando astucia y habilidad para encontrar recursos y complicidades para conseguir esos objetivos de interés social. 

No ha sido, es ni será fácil la tarea de los Gremios y Montepíos de Conductores en la medida en que su linea de trabajo ha vivido el gran desarrollo del transporte individual y el vehículo particular con importantes competencias de organizaciones y clubs de gran volumen de asociados , pero la fidelidad a sus principios y la cercanía a sus asociados les mantiene en un lugar preferente entre las instituciones que gestionan la movilidad de personas y mercancías.

Las Mutualidades de Conductores como también las Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales se caracterizan por la fidelidad de sus asociados, a veces territorial y otras veces funcional pero todos son conscientes que el futuro tiende a globalizar los ámbitos de trabajo. Una cuestión que Claramunt también trató y debe entenderse que dejó suficientes cimientos para abrir el gran campo del pacto mutualista general, no sencillo pero tampoco imposible. Las economías de escala y los apoyos estratégicos son probablemente una asignatura pendiente.

Aparte de la importante dedicación de Claramunt al Mutualismo comarcal, lo que nos lleva a recordar su figura es su entusiasmo y dedicación personal a la educación vial infantil en los centros escolares y el Parque Infantil de tráfico que promovió de manera eficaz en sus años de mayor influencia. Perfiles como Josep Claramunt son los que dejan poso. Y por ello vamos a notar especialmente su ausencia. Gracias Josep.