Prevención contra la P de la Pandemia, pero pensando en la P de Prosperidad.

Prevención contra la P de la Pandemia, pero pensando en la P de Prosperidad.

Los prevencionistas totales como los de la Fundación MIESES que preside nuestro compañero Manel Bestratén, nos avisan de que tras las pandemias catastróficas, deben primar las 4 P (Prevention – Planet – People – Profit) aunque son momentos de esgrimir especialmente la última, una Prosperidad que nuestro también compañero Carles Salas nos demuestra es clave para el revivir empresarial, profesional, económico y social. Les he pedido que me dejen incluir su escrito circular en mi Blog.
30 Octubre 2020

Queridos compañeros y compañeras, todos y todas sabemos que estamos viviendo unos momentos históricos que, más allá de representar un auténtico desastre, van a llevarnos a cambiar nuestras vidas y nuestras actividades, tanto a nivel personal, profesional, de ocio, culturales, etc. etc. A estas alturas, vivimos una catástrofe de dimensiones no conocidas, que irá poco a poco entrando en unos cauces de conocimiento, y consecuentemente de control. 

Nuestro modelo 4Ps de "Evaluación de la Cultura de Excelencia Empresarial" permite, como todos sabemos, ser una herramienta de ayuda para establecer puntos de control y conseguir caminar en pro de los objetivos que lo alimentan. La P de “Prosperidad” juega un papel destacado y necesario para poder determinar como la supervivencia de la empresa se garantiza en el tiempo a consecuencia de su competitividad y el aporte de su buena gestión a su cadena de valor, fundamentalmente desde las otras 3Ps del modelo.

 Pero, nuestro colectivo no es un colectivo cualquiera y se alimenta de personas con un espíritu e iniciativas fuera de lo común y con la ambición de cambiar las cosas, de cambiar las empresas, y el mundo que nos rodea, porque nos hemos preparado y seguimos preparándonos para ello. Somos gente sumergida en la ilusión de hacer un mundo mejor, gente que como ya ha quedado acuñado, tenemos un “corazón Mieses”, gente, en definitiva, dispuesta a la lucha y a la brega para conseguir estas ambiciosas premisas. Como dijo S. Allende “Si luchamos podemos perder, pero si no luchamos estamos perdidos”.

 Quiero también en esta carta, destacar (ya que vamos con frases “idea” y con repercusión filosófica) un par de frases más, estas pronunciadas por A. Einstein, que ilustran perfectamente la situación a la que los “corazones Mieses” nos enfrentamos en estos momentos. La primera de ellas dice “la crisis es la mejor bendición que puede sucederle a las personas y los países, porque la crisis trae progresos”, la segunda de ellas dice “Es en la crisis donde nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias”… Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar superado…” y la tercera de ellas dice “Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos”.

 La oportunidad es de oro para, por fin, y siguiendo la vieja ambición de cualquier prevencionista, poner donde corresponde a la Prevención al servicio de la cadena de valor de las empresas (e incluso de los países). Todo el mundo, y no es una frase hecha sino una realidad, ha percibido la necesidad de proteger la cadena de valor productiva haciendo prevención, seguridad y salud, e incorporándola como elemento de primer orden en las estrategias de gestión. Este campo del conocimiento y la administración del riesgo adquieren un papel líder que no tiene, a día de hoy, ningún tipo de discusión en ningún foro político, económico, social, ético, etc. en todo el mundo.

 Se ha demostrado con creces, que si falla la prevención se rompe la cadena funcional, lo cual genera automáticamente costes directos, muy visibles, pero, y como ya sabemos por la comparación del conjunto de costes a la estructura de un iceberg, más aun, genera costes ocultos enormes e incluso incalculables en alguna de sus partes. La Seguridad y Salud no es una estrategia tanto de venta como sí lo es económica; es una estrategia de administración del riesgo.

Sabemos perfectamente que esta crisis de la Covid 19 ha llegado de forma inapelable, arrasadora y… inesperada? Sí? Ciertamente? Hasta qué punto? Hemos visto previsiones, con tiempo suficiente, de distintos personajes mundialmente reconocidos tales como Bill Gates o el expresidente de los EEUU Obama, por nombrar solo algunos y que sean muy conocidos, intuyendo lo que está pasando, explicando lo importante que es prevenir este tipo de catástrofes. Porque una catástrofe nunca deja de ser una catástrofe, pero sus consecuencias sí son muy diferentes en función de la prevención que se haya podido planificar y gestionar acerca de su rango de posibilidad en suceder.

Gates u Obama son unos tipos listos e inteligentes pero no son “videntes” ni son Nostra Damus…. Sucede que la falta de inversión en sanidad, o la falta de recursos en stocks de equipos de protección individual, o la falta de formación en determinados colectivos, por nombrar solo algunas actividades que vienen solas y a la punta de la lengua; consolidan una falta de prevención más acusada en ámbitos donde esa inversión de activos es menor.

La Covid 19 sólo se puede combatir hoy en día con Prevención, exclusivamente, todas las actividades y medidas tomadas son preventivas, no hay, de momento, más que algún tratamiento que medio funciona en algunos casos (hidrocloroquinas, azitromicina, corticoides, ventiladores, etc. etc.) y ayudan a salvar vidas, pero la Prevención primaria es aquí el adalid de las estrategias a nivel mundial, reconocidas, auspiciadas, promovidas y costeadas por todos los gobiernos y administraciones del mundo.

Si falla la prevención se rompe la cadena de valor que empieza por la salud de las personas (los “recursos humanos”, “las personas en el corazón de las organizaciones”… nos suena eso verdad?). Luego, la excelencia operacional pasa por el cuidado de las personas como completo vínculo con la cadena de valor de los países, instituciones, administraciones o empresas. A partir de aquí tenemos el cuidado por el control operacional, las telecomunicaciones, la cadena productiva, los sistemas de emergencias, las materias primas etc. etc.  Pero, y a los hechos me remito (a qué salimos todos a las 20h. cada día?), “Prevención antes que producción”, y sin planificación no hay prevención. 

La competitividad no es solo un concepto de coste-beneficio que debiera arrojar balances positivos con el fin de asegurar la supervivencia de las empresas. Es también un concepto que debe englobar toda la cadena de valor preventiva, desde el Capital humano y aporte creativo de las personas,  a la Seguridad y Salud en el trabajo, y a la Sostenibilidad, como máximos garantes de la eficiencia, de la productividad y de los beneficios sociales y ambientales que han de generarse. Según A. Valdebenito (Chile), en Chile en los últimos 10 años las pérdidas por falta de administración estratégica del riesgo de la seguridad y salud se traducen en el equivalente al 12.5 % del PIB del país, y aumentarían al 16.5% del mismo PIB si se considerasen también los accidentes de tráfico. Si el ámbito geográfico de aplicación se amplía a toda América (Norte, central y sur) esta pérdida sería del 8.7% del PIB americano, en Europa hablaríamos del 6.5% del PIB europeo y, a nivel mundial la consideración sería del 13.5% del PIB mundial.

 Así pues, y como resumen, queridos compañeros y compañeras, es un momento de reflexión con grandes oportunidades en torno a nuestras bases fundacionales de Mieses, que no debemos dejar pasar bajo ningún concepto. Es necesario adaptarse a esta situación, que encaja en lo que se ha llamado mundo “VUCA” que se define en volatilidad, incertidumbre (uncertainty en inglés), complejidad y ambigüedad de condiciones y situaciones. Quien antes se adapte se llevara “el gato al agua”, y de nada sirve quedándonos lamiendo las heridas, que son y serán muchas, dolorosas y que dejan cicatrices imborrables; por el contrario, la P de “Prosperidad” emerge con una fuerza impresionante para reducir costes de todo tipo y obtener un triple impacto positivo: económico, social y ambiental en las organizaciones. Es lo que nos acompaña en nuestros deseos y ambiciones desde Mieses con una nueva contabilidad sobre la mesa para demostrarlo.

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