Conversión de vehículos de motor térmico en vehículos de motor eléctrico

La desaparición de los vehículos de motor térmico de explosión o de combustión (gasolinas o gasoil) por motivos de sostenibilidad medioambiental es irreversible a largo plazo siendo una incógnita el período de medio plazo en que se impondrán de manera planificada y firme los nuevos sistemas de tracción mediante motores eléctricos con baterías de hidrógeno, litio y demás elementos con capacidad de almacenaje.

Los vehículos con motor eléctrico no solamente son necesarios sino imprescindibles, abriendose un sector productivo muy importante no solo en la fabricación sino también en la conversión o transformación del enorme parque de vehículos de “petróleo” obsoletos y no destruidos en nuevos vehículos eléctricos circulables por vías públicas con su correspondiente homologación y matriculación.

En nuestro entorno ibérico están naciendo empresas preparadas para transformar aunque el parto está siendo doloroso. Nadie tiene prisa en favorecer el cambio: no solo los fabricantes de vehículos convencionales o tradicionales sino también algunos Gobiernos, sobre todo los que tienen el monopolio de la homologación de prototipos. Las tasas para autorizar las acreditaciones individuales son muy superiores al valor del vehículo eléctrico transformado y ello pone trabas insalvables a las empresas que están en condiciones de convertir. Los países que tienen gobernantes con visión de futuro ya están dando facilidades para abrir esta nueva línea productiva porque sintoniza con los objetivos generales de seguridad y medioambiente y potencia un nuevo sector que puede beneficiar a la economía y dar muchos nuevos puestos de trabajo.     

En países como USA y UK así como en Francia y Holanda han dado grandes facilidades para que el muy importante parque de vehículos de motor térmico matriculados entre los años 1950 y 1980 no destruidos puedan ser transformados en vehículos de motor eléctrico dando facilidades en las tasas de homologación y matriculación para que los usuarios puedan recuperar su vehículo adaptado a las nuevas necesidades de seguridad y sostenibilidad. Las cifras de vehículos veteranos con posibilidad de reconversión son sorprendentemente altas si nos atenemos al parque de tales vehículos en Francia donde se ha constituido ya una Asociación de empresas reconversoras que viene trabajando para encontrar procedimientos sencillos de trámite de matriculación en base a proyectos individuales avalados por un Ingeniero titulado que al margen de la adaptación de mecanismos y sistemas al motor eléctrico pueden fijar los parámetros de funcionamiento en coherencia con la tipología reglamentaria del vehículo que se trate, incluso con matrícula de ciclomotor.