Imaginando el vehículo del 2040

Imaginando el vehículo del 2040

Eléctrico. Autónomo. Híbrido. Compartido. De Hidrógeno. Desde hace un tiempo al automóvil se le van sumando adjetivos, fruto de la revolución que vive el sector. Este artículo de Joan Torres Carol, ilustre exresponsable del tráfico urbano de la ciudad de Barcelona y expresidente de la Asociación de Ingenieros Industriales de Cataluña, hace balance de los grandes cambios que se avecinan en el sector de la automoción en la revista Fulls dels Enginyers.
30 Octubre 2021

La tecnología avanza en todos los sectores, también en el del automóvil donde las exigencias por la descarbonización empujan hacia la electrificación de los vehículos. Las alternativas energéticas, de rebote generarán cambios de usabilidad y de negocio. ¿Cómo será pues el coche de 2040?. Seis expertos lo han debatido durante un ciclo de Jornadas en el Colegio de Ingenieros Industriales de Cataluña y han emitido sus propias conclusiones..

Si no hay otra opción que dejar los combustibles fósiles, la transición energética tiene su papel. Según datos destacados por el Ingeniero Industrial de “Fusion for Energy” Jesús Izquierdo, se queman 1000 barriles de petróleo por segundo en el mundo, y por tanto, ve que la fusión nuclear es la única alternativa que puede dar una producción eléctrica “de base industrial y permanente” sin generar residuos radioactivos. Pero la primera central se prevé para el 2040 y por tanto es una solución a largo plazo. De cara al futuro más inmediato Izquierdo augura la coexistencia de coches eléctricos con los de gasoil o gasolina, con un papel más residual del gas natural y el hidrógeno.

Para la electrificación del parque automovilístico, la instalación de puntos de descarga es imprescindible. Por ejemplo, Endesa prevé multiplicar por 7 los puntos actuales hasta 2022. Así lo explica Ferrán Menescal, BDM Vehicle Electric en Endesa X, que ve “muy ambiciosos” los Planes Europeos para 2050. Menescal, pero, defiende que la electrificación permitirá saber dónde, cuándo y cómo consume la ciudadanía y la industria y hacer un modelo que adapte la demanda a la oferta. Y aunque parezca “ciencia ficción” de aquí a poco se podrá hacer servir el vehículo eléctrico como una batería más de casa.

Para Stefan Ilijevic, Innovation Manager de SEAT, el coche cambiará hacia una mayor digitalización: “·todo lo que te roba tiempo, el coche conectado te lo puede ahorrar”.Ilijevic cree que la sostenibilidad, la urbanización, la digitalización, el bienestar y el envejecimiento de la población son los 5 motivos por los cuales este cambio será real después de unas tres décadas de convivencia de vehículos conducidos por humanos y vehículos sin conductor. En materia de diseño, “el espacio, el confort y la flexibilidad” ganarán peso sobre la “deportividad dinámica” según David Ancona, Managing Director en Geely Design Barcelona. En conjunto, el coche de futuro busca ser un “espacio de relajación” para una nueva generación de compradores que entiende el coche como una “forma de libertad” y un “producto tecnológico”.antes que sentirse atraído por la cultura del automóvil.

Y es que ésta es una cuestión que también está empezando a cambiar: el modelo de tener un vehículo en propiedad por familia puede desaparecer. Los fabricantes de coches hace tiempo que que prevén una gran caída de ventas. Según Marc Sachon, profesor y chairman de “Iese Auto”, tiene que ver más la “incertidumbre” que se ha creado en Europa con las limitaciones de emisiones que con “la falta de interés” en los coches, pero solo por eso, obliga a las empresas a buscar nuevos modelos de negocio combinando sostenibilidad económica y medioambiental. Para superar la falta de negocio que supone el “sharing” o el vehículo eléctrico, Sachon cree que se ha de dar un “impulso” a las infraestructuras, el principal problema del vehículo eléctrico, que solo le ve futuro en las ciudades en el marco, en muchos casos, de una movilidad compartida.

La movilidad también cambia. Precisamente la movilidad es la última va´lvula del sistema. Luis Puerto, Director de la Fundación del RACC está convencido que evolucionará hacia un modelo de “servicio”. Tener coches en propiedad parados la mayor parte del tiempo ya no tiene cabida en el nuevo escenario, dice Puerto, donde una sola plataforma puede aglutinar toda la oferta de transporte, pública y privada. Este modelo, según Puerto, no está tan lejos e imagina, por ejemplo, un autobús sin conductor que aprovecha un desplazamiento para servir también a todos aquellos que se pueden beneficiar. Es el modelo que “rompe” con la actual movilidad pero Puerto está convencido que es el futuro siempre. Es preciso sin embargo promover inversiones del sector privado y regulaciones del sector público para evitar los pequeños “caos” que se han visto en las grandes ciudades : “la imagen de un patinete dejado en una acera” dice Puerto, es la que “ninguna ciudad quiere tener”.

Oídos los expertos, Joan Torres reflexiona sobre el “Reto permanente de los transportes y la movilidad”. Se argumenta que la conectividad es la condición esencial para superar la crisis sanitaria y económica. Es en este sentido que el transporte y la movilidad adquieren un protagonismo ya visualizado durante el Covid 19. El concepto de transporte se ha de entender como la oferta de los vehículos para el desplazamiento de las personas y cosas, vehículos que van desde el simple patinete o bicicleta al barco o avión más sofisticado. La movilidad se puede definir como la cantidad de desplazamientos en los diferentes modos de transporte. La demanda, en definitiva. Los estudios en la movilidad son el apoyo de la estrategia, táctica y operación de la movilidad urbana, metropolitana y regional. El consenso es muy importante en la ejecución y gestión de la movilidad urbana. La experiencia nos dice que si es difícil racionalizar los hábitos, todavía es más difícil cambiarlos o imponerlos. En este contexto, pues, el papel del tren en todas sus modalidades, dadas sus características ambientales y técnicas. Si en el Siglo XX el elemento disruptivo de la movilidad y de otros aspectos técnicos y sociales fue el coche, en el Siglo XXI ha de ser el tren. Esa en la apuesta que al lado del 5G puede determinar también un salto disruptivo en la movilidad.  

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