
Introducción
La muerte de una persona en el centro de trabajo siempre es un hecho luctuoso, pero más allá de las consideraciones humanas, también puede ser considerado una seria problemática para el área de PRL (Prevención de Riesgos Laborales), especialmente, en aquellos casos en que la causa de la muerte y la cadena de causas que la generan no queda linealmente establecida.
En este paper expondremos la investigación técnica de un presunto accidente realizada tras la muerte por caída al vacío de un trabajador en su centro de trabajo, evidenciando que la suma y análisis de los datos obtenidos desde las diferentes perspectivas consigue clarificar las circunstancias del caso y permitir la correcta asignación de las pertinentes responsabilidades legales.
Metodología
En la investigación del accidente se empleó un abordaje multidisciplinario con la combinación de técnicas de seguridad (por ejemplo, estudio de trayectorias parabólicas) con técnicas inusuales en el área de la PSA (Psicosociología Aplicada) como la Autopsia Psicológica, todo ello junto con mecanismos más habituales del área PRL como puede ser la inspección visual del lugar del accidente.
Descripción inicial del accidente
A media mañana, el servicio de PRL es alertado por la presencia de un cuerpo, con evidentes signos de lesiones traumáticas, en el suelo de una zona común del centro de trabajo (patio interior de la planta baja).
La primera aproximación revela que el cuerpo pertenece a un trabajador del centro, y que la causa aparente de la muerte es el impacto contra el suelo desde una altura considerable.
En un primer momento, no se identifican testigos presenciales del inicio de la caída, y únicamente se obtienen testimonios del momento del impacto (los testigos recuerdan el ruido del golpe). Posteriormente, aparecerá un testigo que ubicará al difunto en la terraza del edificio, momentos antes del accidente.
La muerte del trabajador es comprobada clínicamente por el Médico del Trabajo (Área de Vigilancia de la Salud - VS) presente en las instalaciones de forma casual.
Provisionalmente, se describe el accidente como caída desde la terraza de un centro de trabajo (más de 25 metros de desnivel) con resultado de muerte.
Resultados
La victima.
La víctima es identificada como un varón de 46 años de edad, trabajador fijo en plantilla con más de 13 de antigüedad en un puesto de técnico de mantenimiento.
La caída.
El área técnica, a través del análisis de la trayectoria y su ecuación en coordenadas cartesianas [1], establece que la velocidad de salida del cuerpo desde la terraza no era nula, sino que superaba los 9 km/h, lo que implica una velocidad inicial de impulso. Este hecho se muestra contradictorio a una caída accidental, más propia de una trayectoria recta o cuasi-parabólica.
A partir de este punto, se descarta una caída accidental.
Figura 1. Gráfico de la fórmula de la trayectoria.
Figura 2. Fórmula de cálculo de la velocidad inicial.
La terraza.
El área técnica investiga la zona desde donde, supuestamente, se inició la caída. Se observa que existía una protección perimetral reglamentaria (barandilla) insuperable de forma accidental.
El acceso a la terraza se realiza por una única puerta de emergencia, que debe ser falcada para evitar su cierre (y dejar al visitante atrapado en la terraza) y cuyo acceso está controlado por la presencia de un ujier, presente en el momento de los hechos y cuya declaración aporta tres puntos clave:
1) El finado entró solo, sin portar ningún material propio de su trabajo (en este sentido, el ujier dice que supuso que iba a fumar, ya que es una zona informalmente usada con esa finalidad).
2) El finado no falcó la puerta. Un detalle que el ujier interpretó como un descuido azaroso (y que hacía que él hubiera de ir a abrir la puerta cuando el finado deseara volver a entrar) y
3) No accedió nadie más a la terraza en el periodo comprendido entre la llegada de los técnicos de PRL y la llegada del propio finado. Es decir, el finado estaba solo en la terraza en el momento del accidente.
Dada la imposibilidad física de acceder o abandonar la terraza por otros medios distintos a la citada puerta de emergencia, en este momento, se descarta homicidio.
Figura 3. Puerta de emergencia y detalle de la falca.
Detalles intraorganizacionales.
La revisión del cuadro de tareas de la cuadrilla en la que trabajaba el finado no señalaba la ejecución de tareas en la terraza, y los demás operarios (y el propio responsable del grupo) negaron haber dado (u oído dar) instrucciones verbales al finado que se relacionaran con la terraza. De hecho, tanto la cuadrilla diaria de tareas como las instrucciones verbales del responsable del grupo situarían al trabajador en una de las plantas más bajas del edificio.
Asimismo, se constata que el trabajador finado accedió a la terraza sin portar ninguna herramienta propia de su desempeño, y que su equipo se encontraba en la zona de trabajo asignada (en la segunda planta).
Autopsia psicológica.
La técnica pericial conocida como Autopsia Psicológica (AP) es la reconstrucción de la vida de la persona fallecida, enfatizando aspectos como estilo de vida, personalidad, estrés reciente, enfermedad mental y comunicación de ideas de muerte, a través de información recogida mediante la entrevista a personas allegadas y la revisión de documentos [2].
En este caso, y dada la especialización requerida para aplicar dicha técnica, se encargó la realización de la AP a un equipo externo al servicio de PRL; los cuales a través de entrevista al entorno de la víctima y del análisis de su historia de vida, concluyeron que el finado poseía una personalidad con rasgos depresivos y obsesivos, que en el momento del exitus se hallaba desestabilizado por un episodio de trastorno emocional (depresivo).
Igualmente, el entorno familiar informa que el finado había padecido diversos episodios de trastornos depresivos, y que actualmente, se encontraba en seguimiento desde el Servicio Público de Salud Mental por ello.
Entre los datos recogidos en la AP destaca el hecho de que el finado se encontraba en un proceso de divorcio conflictivo.
En el mismo procedimiento de la AP se obtienen dos testimonios verbales de intención autolítica en las 48 horas previas al fallecimiento, y una prueba escrita por el mismo finado (envío de SMS al móvil de un amigo).
Análisis combinado. Desarrollo narrativo.
La combinación de los datos técnicos, médicos, psicológicos y psicosociales recogidos por las vías expuestas anteriormente, describen de forma narrativa lo sucedido de la siguiente forma:
El finado se hallaba en el momento de su muerte sometido a graves factores estresantes de tipo psicosocial (separación traumática), que probablemente habrían desencadenado un trastorno emocional de tipo depresivo, generando intención autolítica (que manifestó a su entorno sociofamiliar) y cristalizó en su centro de trabajo.
Allí, accediendo en solitario a una zona (donde no debía estar por motivos laborales) se impulsó (más de 9 km/h) por propia voluntad al vacío, en una acción autolítica de tipo finalista y nula posibilidad de rescate (bloqueo de accesos, muerte por impacto segura...)
Conclusiones
A raíz de los datos obtenidos, la conclusión del proceso de investigación de los hechos es la aceptación del suicidio como causa de la muerte.
Evolución del caso
La conclusión es aceptada (por “silencio positivo” derivado de la investigación policial y de la autoridad laboral) y se da por cerrada la investigación.
Agradecimientos
Respetuosamente, agradecemos a los familiares, amigos/as y compañeros/as del trabajador finado su colaboración, en momentos tan dolorosos, en el proceso de descubrir la verdad.
RIP
Adicionalmente, agradecemos al equipo científico y técnico del XII Congreso Internacional de Prevención de Riesgos Laborales (ORP - Zaragoza 2014) su implicación en la mejora profesional del ámbito de la Salud Laboral.
Referencias Bibliográficas
- 1. Resnick, R.; Halliday, D. (2004). Física 4ta. Edición Vol. 1. CECSA, México. ISBN 9702402573.
- 2. Robins, E.; Gassner, S.; Kayes, J.; Wilkinson, RH.; Murphy, GE. (1959) The communication of suicidal intent: a estudy of 134 consecutive cases of successful (completed) suicide. Am. J. Psychiatry 1959; 115: 724 733.
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