


Introducción
La Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (OSHA) ha definido los trastornos musculoesqueléticos de origen laboral (en adelante TME) como: “las alteraciones que sufren estructuras corporales como los músculos, articulaciones, tendones, ligamentos, nervios, huesos y el sistema circulatorio, causadas o agravadas fundamentalmente por el trabajo y los efectos del entorno en el que éste se desarrolla”[1].
Los TME son la enfermedad profesional más común en Europa, según datos de la V Encuesta Europea de condiciones de trabajo 2012 [2], donde el 25% de los trabajadores se quejan de dolores de espalda y el 23% declara padecer dolores musculares. También pone de manifiesto que la exposición a riesgos físicos en el lugar de trabajo no ha disminuido significativamente en los últimos diez años, así un 63% de los trabajadores están expuestos a movimientos repetitivos durante al menos la cuarta parte de su jornada y un 33% manipula cargas pesadas.
En España la VII Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo [3] destaca que un 84% de los trabajadores está expuesto a demandas físicas en el puesto de trabajo, siendo las más habituales: repetir los mismos movimientos de manos o brazos (59,0%) y adoptar posturas dolorosas o fatigantes (35,8%).
Estas cifras representan un coste anual muy importante en Europa derivado de los TME, oscila entre el 0,5% y el 2% del Producto Interior Bruto (PIB) según la Agencia Europea de seguridad y salud en el Trabajo [4]. Si bien resulta difícil comparar estos resultados entre los estados miembros por la diferencia en la organización de los sistemas de seguros y la falta de criterios de evaluación estandarizados. En cualquier caso, su impacto económico es indudable y por ello en las últimas décadas se han publicado importantes estudios epidemiológicos con el objeto de analizar la evidencia científica de la relación entre los factores del trabajo y los TMEs.
Al respecto, podemos citar los estudios epidemiológicos de Bernard [5] en relación a los TME de los miembros superiores donde apreció una fuerte evidencia (relación causal muy probable) según la zona afectada. Así, para el cuello, eran las posturas incorrectas y, para el codo y mano/muñeca, la combinación de posturas, repetición de movimientos y fuerza. Asimismo, el National Research Council and Institute of Medicine, también identificó asociación positiva de factores físicos y psicosociales del trabajo en la incidencia de TME en la extremidad superior, hallando particularmente importante la combinación de movimientos repetidos y la aplicación de fuerza [6].
De dichos estudios también se desprenden que los TME se corresponden a trastornos de etiología multifactorial y de aparición lenta [7, 8], siendo varios los grupos de factores que pueden aumentar el riesgo de su aparición, entre ellos podemos citar: factores físicos y biomecánicos, factores organizativos y psicosociales, o factores individuales y personales [4]. Entre los factores físicos y biomecánicos, que corresponden al objeto del presente estudio, se consideran como principales los siguientes:
- Postura y tipo de movimiento.
- Frecuencia de repetición del movimiento.
- Fuerza ejercida.
- Otros factores adicionales (vibraciones, precisión de movimiento, exposición al frío, etc.)
En cuanto a su localización son frecuentes en mano-muñeca-brazo, y en el hombro-cuello. En otros casos son las estructuras óseas, principalmente la columna lumbar, las que se ven más seriamente afectadas. Y en relación a sus síntomas se caracterizan por dolor muscular y/o articular, sensación de hormigueo, pérdida de fuerza y disminución de sensibilidad.
Los factores físicos indicados, que influyen en la aparición de TME en la extremidad superior, se ponen claramente de manifiesto en la realización de tareas repetitivas caracterizadas porque el trabajador realiza las mismas tareas durante cada ciclo de fabricación normalmente en una cadena de producción, donde los puestos de trabajo deben alcanzar el mismo ritmo de producción, marcado por el tiempo de ciclo. Cuando los tiempos de ciclo son reducidos, inferiores a 30 segundos, o se realizan movimientos similares durante el 50 % del ciclo, pueden causar dolor y fatiga, y conducir a los trabajadores expuestos a la aparición de TME [9]. Para su prevención es necesario un diseño ergonómico del puesto y una adecuada organización del trabajo y, para ello, será necesario aplicar métodos de evaluación que nos permitan cuantificar el riesgo al que se expone el trabajador en el desempeño de su tarea.
La valoración de riesgos de ergonomía requiere la aplicación de métodos específicos que precisan de un alto grado de preparación y experiencia, y normalmente exige una dedicación de tiempo considerable por parte del evaluador y para cada puesto de trabajo a estudio. Los evaluadores, técnicos de Prevención de riesgos laborales o Médicos del Trabajo, deben llevar a cabo este tipo de valoraciones de forma cada vez más intensiva, en tiempos reducidos y con recursos limitados. Es por ello que se evidencia una creciente demanda de métodos que permitan realizar una evaluación ergonómica, lo más objetiva posible, y requieran un tiempo de aplicación reducido.
Esta demanda es la que ha motivado el desarrollo del sistema MoveHuman-Forces (en adelante FORCES) desarrollado por IDErgo, Universidad de Zaragoza [10] y nuestro interés por estudiar su validez en comparación con otros métodos utilizados en la actualidad.
El objeto del presente estudio es por tanto la comparación de los resultados obtenidos con la aplicación de dos métodos de evaluación del riesgo de aparición de TME derivado de la realización de tareas repetitivas, método FORCES [10] y el Método OCRA ("Occupational Repetitive Action") [11, 12, 13]. Este último ha sido el método de referencia en las normas técnicas ISO 11228-3: 2007 y UNE EN 1005-5:2007 [14, 15], y considerado como “gold standard” a efectos de este estudio. Consecuentemente, se comprobará si el nuevo método FORCES es capaz de predecir el riesgo de modo similar a OCRA, analizando la concordancia y la correlación entre ambos métodos de valoración.
Metodología
Muestra y Recogida de datos
El presente estudio recoge los resultados de la evaluación ergonómica de un total de 26 puestos de trabajo repetitivo, que corresponden a una línea de montaje de un fabricante de electrodomésticos ubicado en Zaragoza, la mayoría de ensamblaje de lavadoras. Al respecto podemos destacar la siguiente información:
- Los tiempos de ciclo son cortos, entre 30 y 34 segundos.
- La jornada laboral de trabajo repetitivo es de 430 minutos y están programadas varias pausas, no obstante ciertas horas no disponen de un tiempo de descanso suficiente de al menos 10 min, resultando un total 3 horas sin recuperar.
- Solamente en el 25% de los puestos las tareas se realizan con postura sentada.
- Todos ellos son desempeñados de manera indistinta por hombres o mujeres.
FORCES es un método de medición directa, que sólo precisa básicamente introducir las fuerzas externas realizadas por el trabajador, y obtiene sus movimientos a partir de un sistema de captura del movimiento MH-Sensors [16] basado en sensores inerciales, y traslada dicho movimiento a un modelo digital humano, sobre el cual aplica los algoritmos de cálculo correspondientes (Fig. 1). Sin embargo OCRA fue ideado como un método observacional, consecuentemente, para facilitar la aplicación de ambos métodos al conjunto de puestos de trabajo, se ha desarrollado una aplicación para generar los datos para OCRA, relativos a posturas, a partir del sistema captura de movimiento antes citado, y un software para la definición asistida de las “acciones técnicas” y el resto de información que requiere la aplicación de este método
Figura 1. Sistema de captura del movimiento MH-Sensors
Según lo expuesto y en relación a la operativa de trabajo seguida en campo, se procedió a realizar una captura de movimiento en cada uno de los puestos de trabajo por medio del sistema MH-Sensors. Dicho sistema permite filmar la actividad del trabajador desde un plano general y también con una cámara ubicada sobre un caso ligero que lleva el trabajador. Ésta cámara, colocada con una inclinación idónea, permite disponer de una visión de las tareas que realiza el trabajador con las manos y de cómo las lleva a cabo (por ejemplo, el tipo de agarre que utiliza a la hora de manipular objetos), información que ha sido importante de cara a la aplicación de los métodos.
En relación al factor “fuerza” a considerar en la evaluación de ciertas tareas, en el caso de la aplicación de método OCRA, se recogió la opinión del operario sobre el “esfuerzo percibido” a la hora de realizar dichas tareas, con el fin de aplicar la escala de Borg CR-10. Para el caso del método FORCES, se procedió a medir las fuerzas o pares requeridos para realizar ciertas tareas por medio de un equipo de dinamometría; dichos valores se corresponden con las fuerzas externas (tracción, compresión y/o rotación) que se introducen en determinados instantes sobre las manos del modelo digital, previo a lanzar el proceso de cálculo.
Métodos de evaluación de riesgos ergonómicos
Método OCRA.
Analiza si existen peligros que pueden exponer a las personas a un riesgo de lesiones por manipulación de cargas ligeras a alta frecuencia [11, 13]. Para ello se contabilizan las acciones técnicas, que son las acciones manuales elementales necesarias para completar las operaciones dentro del ciclo de trabajo. Dichas acciones técnicas se describen observando detenidamente los movimientos del trabajador. Además se valoran una serie de factores de riesgo:
La repetitividad, relacionada con la duración del ciclo y las tareas que se repiten dentro del ciclo.
La fuerza precisa para desarrollar las acciones técnicas, habitualmente a través de escala de esfuerzo percibido de Borg CR-10. [17] Las posturas forzadas del codo, la muñeca y la mano, ésta última por el tipo de agarre. El tiempo de recuperación: considerando los periodos de descanso durante la jornada, y las horas sin descanso suficiente. La duración del trabajo repetitivo en la jornada de trabajo. Factores adicionales como, por ejemplo, vibración, condiciones ambientales, factores individuales, etc.
No se expondrá su modo de aplicación al estar ampliamente difundido por tratase de un método de referencia de normas técnicas (ISO 11228-3: 2007 y UNE EN 1005-5:2007) [14, 15].
El índice OCRA se obtiene por la relación del número de acciones técnicas previsibles necesarias para realizar la tarea (calculadas por minuto), dividido por las acciones técnicas recomendadas. Este índice se calcula tanto para el lado derecho del cuerpo como para el izquierdo. Los niveles de riesgo los establece según la siguiente tabla (Fig.2).
Figura 2: Niveles de riesgo método OCRA
Método FORCES.
Valora la exposición a movimientos repetidos de la extremidad superior, así como la carga postural de columna cervical y lumbar.
El sistema se fundamenta en contabilizar los denominados “instantes de riesgo”, es decir, el número de cambios de rotación que sufren las articulaciones en cada uno de sus ejes de rotación a lo largo de la ejecución de las tareas durante el tiempo de ciclo de trabajo repetitivo (Fig.3). También considera como instante de riesgo una posición estática mantenida en exceso de una articulación (inmóvil más allá de un tiempo definido, normalmente unos 4 seg, según UNE-EN 1005-4:2005. e ISO 11226:2000 [18, 19]. Detectado un cambio o postura estática en un instante concreto, calcula ciertos factores de riesgo en ese instante, relativos a los siguientes aspectos:
- Magnitud del ángulo de rotación donde se ha detectado el cambio de giro, así como el valor de los otros ángulos implicados en el movimiento.
- Arco de giro recorrido desde el último cambio. Un mayor arco indicará que el movimiento ha sido de gran amplitud y generalmente con menor rapidez, lo que supone menor riesgo.
- Velocidad angular alcanzada poco antes, o poco después, de que la articulación se detenga. El valor de dicha velocidad indicará el grado de aceleración o deceleración que ha sufrido la articulación, debido al cambio de sentido de rotación hasta llegar a pararse.
- Magnitudes de las fuerzas axiales y de corte, así como los momentos flectores y torsión a los que está sometido la articulación en ese instante. Mayores valores implicaran mayor riesgo para la articulación. (Fig.4)
Figura 3. Determinación de instantes de riesgo.
El valor de dichos factores, 8 en total, se determina en función de las magnitudes medidas (ángulos, velocidades, esfuerzos) y de ciertas curvas paramétricas definidas como secuencia de puntos (valor magnitud medida y valor factor de riesgo correspondiente). Puntos intermedios se calculan por interpolación. Dichos factores de riesgo pueden variar del valor 1 hasta del orden de 1.6. La multiplicación de esos factores en un determinado instante de riesgo será el riesgo correspondiente a ese instante (valor del riesgo).
Figura 4. Curvas paramétricas y factores de riesgo para la fuerza axial.
El valor de riesgo en un instante podrá variar entre 1, caso de que todos los factores de riesgo toman el valor 1 (riesgo mínimo), y el valor máximo que corresponderá a que todos tomen su valor máximo. En la siguiente tabla se recoge los valores máximos de riesgo que se pueden obtener en los distintos factores y en consecuencia el riesgo máximo que se puede alcanzar en cada articulación (Fig.5).
Figura 5. Valores de riesgo máximo por factor de riesgo y articulación.
De acuerdo a esos riesgos máximos (Risk.max), se puede calcular un % de Riesgo en un instante de riesgo como la relación entre el valor de riesgo en ese instante concreto (Riesgo.IR) y el valor máximo (Risk.max) en la articulación implicada:
![]() |
En función del % de riesgo resultante en un instante de riesgo, se determina un nivel de riesgo [0-4] en ese instante de acuerdo a la siguiente tabla (Fig.6).
Figura 6. Niveles de riesgo método FORCES
No se debería superar un % de riesgo del 50% en ningún instante de riesgo y en cualquiera de las articulaciones analizadas. Como se deduce podemos obtener un nivel de riesgo de [0 a 4] en los distintos instantes de riesgo detectados en cada articulación a lo largo del ciclo de trabajo y, consecuentemente, se puede calcular el porcentaje de veces que una articulación ha estado con riesgo 0 “sin riesgo”, o con riesgo máximo 4, obteniéndose dicho resultado tanto para el lado derecho del cuerpo como para el izquierdo. Esta información será relevante a efectos de valorar las articulaciones sometidas a mayor riesgo. Esto último nos da un valor añadido en relación a los sistemas de valoración tradicional de la carga postura, los cuales se limitan a determinar aquellos instantes o posturas donde el riesgo es mayor.
Al objeto de obtener una valoración del riesgo por minuto, característico de los métodos de evaluación de tareas repetitivas, se ha establecido en el método FORCES, un número de instantes de riesgo máximo para cada articulación (Lumbar = 15 x 3; Cervical = 25 x 3; Hombro = 40 x 3; Codo = 50 x 2; Carpo = 40 x 2). Multiplicando estos valores por los riesgos máximos de cada articulación (Fig.5), podemos obtener los riesgos máximos por minuto de cada una de las articulaciones y dichos riesgos máximos es la base de la valoración.
En efecto, la suma de los valores de riesgo de cada uno de los instantes de riesgo detectados en una articulación (el valor de riesgo en un instante puede variar entre 1 y 14, ver tabla), nos dará una puntación determinada. Dicha puntuación se traduce a un valor por minuto, para ello, bastara multiplicar por la relación: 60 / TiempoCiclo[seg]. Con esa puntuación por minuto del riesgo ya se podrá calcular el % de riesgo de cada articulación en base a los citados riesgos máximos por minuto en las respectivas articulaciones: % Riesgo = PuntuacionRiesgoxMin / RiesgoMaxMin x 100.
Los % de Riesgo obtenidos se ajustan finalmente con ciertos coeficientes que tienen en cuenta las horas sin recuperar y los factores adicionales (vibraciones, condiciones ambientales o precisión), similares al método OCRA, obteniendo un valor de % de Riesgo para cada una de las articulaciones (lumbar, cervical, hombros, codos y carpos) al que se le asocia un nivel de riesgo y valoración según la tabla ya expuesta (Fig.6). Un ejemplo del resultado se recoge a continuación (Fig.7).
Figura 7. Valoración resultante del método FORCES.
Como aspectos adicionales que el sistema puede contemplar, se pueden citar los siguientes:
- Permite considerar el nivel de actividad que normalmente realiza el trabajador de forma regular, que puede variar desde una situación de inactividad (valor 0) a muy activa (valor 3). Este nivel afectará a los valores máximos de esfuerzos soportados en las articulaciones.
- Asimismo permite introducir esfuerzos lineales en cualquier dirección del espacio, así como momentos o pares ejercidos con las manos y en cualquier eje de rotación. Ello le confiere posibilidades de análisis más allá de las habituales de esfuerzos verticales realizados por manipulación de cargas.
- El tipo de agarre que se realiza con las manos al manipular objetos. La forma del agarre influirá en los riesgos resultantes sobre las muñecas.
- Es posible contemplar que el trabajador está de pie, en bipedestación o con un solo pie apoyado, o sentado. También es posible considerar que tiene una o ambas manos apoyadas. Lógicamente el tipo de apoyo podrá variarse a lo largo del ciclo de fabricación.
En relación al último punto, sobre distintos tipos de apoyo del cuerpo, reseñar que el motor de cálculo desarrollado incluye los algoritmos necesarios para estimar las reacciones en los puntos de apoyo en las distintas situaciones posibles, función de la postura en cada instante durante el movimiento, características antropométricas del trabajador y de las posibles fuerzas que ejerce con las manos; para ello, debe procurar lograr el necesario equilibro del cuerpo en cada instante. Esta estimación realizada es clave, y es la etapa previa al cálculo de esfuerzos en cada una de las articulaciones.
Criterios de Comparación
Para establecer la comparación con el método OCRA, se considerarán de FORCES los resultados obtenidos de la valoración de los brazos (hombro, codo y muñeca), sin contemplar la espalda, ni zona lumbar o cervical, puesto que OCRA no incluye esas áreas corporales.
Al objeto de poder confrontar los resultados de ambos métodos será necesario que se defina una escala semejante de nivel de riesgo. Para ello, siguiendo el criterio observado en diversas publicaciones que analizan y comparan distintos métodos de evaluación ergonómica [20, 21, 22], se convertirá la escala de valoración de FORCES de cinco niveles a tres. Quedando así ambos métodos en 3 valores finales: Riesgo bajo=0, Riesgo moderado=1, Riesgo Alto=2, (ver Figura 8).Tanto para el lado brazo derecho como para el lado brazo izquierdo.
Figura 8. Escala de nivel de riesgo para comparar OCRA / FORCES
Asimismo se realizará la comparación de los valores numéricos obtenidos en ambas evaluaciones sin transformar en niveles de riesgo, para poder calcular el coeficiente de correlación entre ambos métodos. En el método OCRA corresponderá al índice OCRA ya citado, y por parte de FORCES se tomará el valor del % de riesgo alcanzado en cada articulación.
Análisis de datos.
El análisis estadístico se ha realizado con el programa SPSS Statistics ver.17.0. Para realizar dicho análisis se han calculado los siguientes parámetros:
- Coeficiente de correlación de Pearson para los datos cuantitativos continuos.
- Análisis de contingencia para los datos cualitativos de nivel de riesgo, aplicando test de Chi cuadrado, Tau-b de Kendall y la concordancia con el índice Kappa de Cohen.
Los resultados se han considerado estadísticamente significativos en el caso de obtener p valor <0.05.
Resultados
Reuniendo la valoración obtenida de la aplicación de ambos métodos a los 26 puestos de trabajo, el análisis estadístico de los datos ha arrojado los siguientes resultados:
Para los valores cuantitativos de riesgo.
- Aplicando el coeficiente de correlación de Pearson, se ha encontrado una correlación fuerte y positiva de los resultados para el lado derecho (r = 0,76, p< 0,001) y para el lado izquierdo algo más débil, pero también positiva (r = 0,63, p< 0,001) y en ambos casos significativas (Fig.9). Estos resultados parecen indicar que ambos métodos están valorando el riesgo de modo bastante similar, si bien y con mayor correlación en el brazo derecho que en el izquierdo.
Figura 9. Diagramas de correlación OCRA / FORCES
Para los datos cualitativos de niveles de riesgo [0-Bajo, 1-Moderado, 2-Alto].
- Los resultados de ambos métodos en los 26 puestos evaluados, no presentan un nivel alto en nuestra escala, por lo que el valor 2 (Riesgo Alto) no aparece en ningún caso.
- Las tablas de contingencia para ambos lados del cuerpo (Fig. 10), muestran un porcentaje de “acuerdo perfecto” superior en el lado derecho (0,76%) y más bajo para el izquierdo (0,65%), que corresponde a un grado de acuerdo moderadamente alto.
- Hay que destacar que se observa que los porcentajes de puestos con “Riesgo bajo” son algo mayores en OCRA que en FORCES, en brazo derecho (57% respecto a 50%), y esta diferencia es más acusada para el brazo izquierdo (84% respecto 57%).
Figura 10. Tablas de contingencia OCRA / FORCES, derecha e izquierda.
- Se han calculado una serie de estadísticos para valorar la relación de las variables y se han obtenido resultados significativos únicamente para el lado derecho. Así, el test Chi cuadrado de Pearson ha arrojado un valor de 7,21 con p< 0,05, que nos indica que ambos métodos están relacionados.
- También aportan información positiva el estadístico Tau-b de Kendall (0,54 con p< 0,001), lo cual indica asociación débil entre ambos métodos y el análisis de concordancia Kappa (0,53 con p< 0,005) con un valor de que refleja un grado de acuerdo moderado.
- En relación a la comparativa los datos cualitativos de niveles de riesgo entre ambos métodos, se deduce que los resultados son positivos para el brazo derecho, pero para el izquierdo no han sido concluyentes por no resultar estadísticamente significativos.
Discusión resultados
Los resultados de este estudio nos permiten afirmar la existencia de una correlación fuerte entre ambos métodos por lo que ambos pueden identificar de manera similar el riesgo de sufrir TMEs.
La concordancia es moderada en la comparación que se realiza con la escala final de valoración, pero positiva, esto nos lleva a pensar que tal vez con ella se realiza una simplificación que conlleva una pérdida de información que sí es aportada por los datos cuantitativos.
Analizando otros estudios que comparan métodos de evaluación ergonómica [20, 22, 23] coinciden en afirmar que es difícil encontrar una perfecta concordancia entre distintos métodos, puesto que no valoran exactamente los mismos factores de riesgo, ni utilizan el mismo el método de medición.
De nuestro estudio se desprende que el brazo derecho ofrece resultados concordantes en ambos métodos. La diferencia en la valoración del brazo izquierdo, proporcionando una valoración de menos riesgo con OCRA, podría derivarse del hecho de tratase de un método observacional, que no valora de forma tan detallada como FORCES. A diferencia de éste último, OCRA no es método de medición directa del riesgo postural y simplifica ese aspecto, no contemplado el hombro y teniendo en cuenta sólo la peor de las posturas y su valoración recae principalmente en contabilizar el número de acciones técnicas, las cuales son definidas manualmente por el evaluador. El recuento de éstas influiría especialmente en la mano izquierda ya que habitualmente realiza menos acciones técnicas que la derecha por ser la mayoría de los trabajadores diestros.
Consideramos que el tamaño de la muestra resulta insuficiente y que sería necesario ampliar el estudio con un número mayor de casos para llegar a conclusiones más claras y determinantes, tratando de incluir también puestos con riesgo alto que nos permitan conocer cómo se comportan los métodos en ese tipo de casos.
La evaluación de puestos con OCRA requiere un gran esfuerzo de análisis posterior que algunos han considerado del orden 70 minutos cómo mínimo [20], y nuestra experiencia arroja tiempos muy superiores, 2 a 4 horas o más. Estos tiempos se reducen drásticamente con FORCES, lo que hace muy interesante su utilización, y aunque que requiere cierta instrumentación para la captura en campo, nos permite evaluar mayor número de puestos en un menor tiempo, e incluso hacer cálculos multitarea estableciendo rotaciones de los trabajadores.
Conclusiones
Podemos concluir que FORCES presenta una correlación adecuada con OCRA, esto demuestra que estamos midiendo el riesgo de exposición a movimientos repetidos de la extremidad superior de una forma similar.
Las diferencias de concordancia obtenidas, mejores para el brazo derecho que para el izquierdo, indican que existen diferencias en el modo de valorar que deben ser estudiadas. Consideramos por ello necesario ampliar el estudio con una muestra mayor, incluyendo además puestos de trabajo con riesgos importantes y de otros sectores productivos. También sería de gran interés comparar FORCES con datos epidemiológicos de incidencia real de TME en puestos de trabajo, aspecto que actualmente se está llevando a cabo, aunque con dificultad al tratarse de información difícil de reunir o inexistente en muchos casos.
De lo expuesto se desprende que FORCES es un método de evaluación ergonómica capaz de estimar el riesgo de la aparición de TME en tareas repetitivas, obteniendo una valoración simular a la aplicación del método OCRA – constatada en el brazo derecho en este estudio - pero con ventajas significativas. Por un lado, ofrece mayor precisión permitiendo detectar riesgos en instantes particulares y valorar riesgos en zonas no contempladas en OCRA, como son la columna lumbar y cervical o el hombro. Por otra, al tratarse de un método automatizado, el tiempo de proceso por parte del evaluador una vez realizada la captura en campo, equivale básicamente a una entrada de datos simple y objetiva más el tiempo de computación.
En consecuencia el tiempo de aplicación del método FORCES no es comparable y resulta particularmente interesante el hecho de que no está influenciado por la subjetividad del evaluador, ya que no precisa una definición manual de acciones técnicas como en el caso de OCRA. Adicionalmente, su facilidad de aplicación posibilita la valoración del conjunto de puestos de trabajo de una línea de producción, lo cual permite planificar adecuadamente las rotaciones de los trabajadores, contribuyendo a mejorar de forma importante las condiciones de trabajo en este tipo de tareas.
Agradecimientos
Agradecemos al Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (I3A) de la Universidad de Zaragoza, por los medios aportados, tanto materiales como humanos, y con especial mención a Dña. Isabel García, técnico del Laboratorio de Biomecánica del citado Instituto. A las empresas colaboradoras como BSH-Electrodomésticos España, Plantas de la Cartuja y Montañana de Zaragoza. Al Instituto de Ergonomía INERMAP y a su Dtor. D. José Manuel Álvarez por los consejos aportados durante la realización de este proyecto de investigación. Asimismo a la Profesora B. Sánchez-Valverde por su orientación en el análisis estadístico.
Se agradece asimismo a la organización del 12th Internacional Conference on Occupational Risk Prevention ORP2014, por la publicación de este estudio.
Referencias
1. OSHA-Europa. Factsheet 71: Introduction to Work - Related Musculoskeletal Disorders. , 2007.
2. Eurofound. V Encuesta Europea de Condiciones de Trabajo. . European Foundation for the improvement of living and working conditions ed., Luxemburgo: Oficina publicaciones Union Europua, 2012Available from:<http://www.eurofound.europa.eu/surveys/ewcs/2010/index_es.htm>.
3. INSHT, MEYSS. Fichero Informatizado De La VII Encuesta Nacional De Condiciones De Trabajo. . Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo ed., 2011 Available from:<http://www.oect.es/portal/site/Observatorio/menuitem.1a9b11e0bf717527e0f945100bd061ca/?vgnextoid=d16d7b71cf1e8310VgnVCM1000008130110aRCRD&vgnextchannel=ebe314a00b539210VgnVCM1000008130110aRCRD>.
4. Buckle, P.; and Devereux, J. Work-Related Neck and Upper Limb Musculoskeletal Disorders. European Agency for Safety; and Health at Work eds., Office for Official Publications of the European Communities, 1999. ISBN 9789282881743.
5. Bernard, B. T. Musculoskeletal Disorders and Workplace Factors- Musculoskeletal Disorders and Workplace Factors: A Critical Review of Epidemiologic Evidence for Work-Related Musculoskeletal Disorders of the Neck, Upper-Extremity, and Low Back. . Nº 97-141 ed., Cincinnati: NIOSH;US Department of Health and Human Services. , 1997Available from:<http://www.cdc.gov/niosh/docs/97-141/>.
6. National Research Council and Institute of Medicine. Musculoskeletal Disorders and the Workplace: Low Back and Upper Extremities. Panel on Musculoskeletal Disorder and the Workplace. Washington, DC: National Academies Press. , 2001Available from:<http://www.nap.edu/catalog/10032.html>. ISBN ISBN: 0-309-51178-X.
7. Burton, A. Kim, et al. Management of Work-Relevant Upper Limb Disorders: A Review. Occupational Medicine Oxford, JAN}, 2009, vol. 59, no. 1. pp. 44-52. ISSN 0962-7480.
8. Hagberg, M. ABC of Work Related Disorders. Neck and Arm Disorders. BMJ (Clinical Research Ed.), Aug 17, 1996, vol. 313, no. 7054. pp. 419-422. ISSN 0959-8138; 0959-535X.
9. Silverstein BA; Fine LJand Armstrong TJ. Hand Wrist Cumulative Trauma Disorders in Industry. British Journal of Industrial Medicine, -, 1986, vol. 43, no. 11. pp. 779 cmedm. ISSN 00071072.
10. Marín Zurdo, J. J.; Boné Pina, M. J.and Gil Benito, C. Evaluación De Riesgos De Manipulación Repetitiva a Alta Frecuencia Basada En Análisis De Esfuerzos Dinámicos En Las Articulaciones Sobre Modelos Humanos Digitales. Ciencia & Trabajo, 2013, vol. 15, no. 47. pp. 86-93.
11. Colombini, D.; Occhipinti, E.and Grieco, A. Risk Assessment and Management of Repetitive Movements and Exertions of Upper Limbs Job Analysis, Ocra Risk Indices, Prevention Strategies, and Design Principles. Amsterdam; Boston: Elsevier, 2002 /z-wcorg/. ISBN 9780080540603 0080540600 9780080440804 0080440800.
12. Colombini, D.; and Occhipinti, E. Preventing Upper Limb Work-Related Musculoskeletal Disorders (UL-WMSDS): New Approaches in Job (Re)Design and Current Trends in Standardization. Applied Ergonomics, 7, 2006, vol. 37, no. 4. pp. 441-450. ISSN 0003-6870.
13. Occhipinti E.; and Colombini D. Updating Reference Values and Predictive Models of the OCRA Method in the Risk Assessment of Work-Related Musculoskeletal Disorders of the Upper Limbs. Ergonomics, 2007, no. 11. pp. 1727. ISSN - 0014-0139.
14. ISO 11228-3: 2007. Ergonomics - Manual Handling - Part 3: Handling of Low Loads at High Frequency.
15. UNE-EN 1005-5: 2007. Seguridad En Las Máquinas. Comportamiento Físico Del Ser Humano. Parte 5: Evaluación Del Riesgo Por Manipulación Repetitiva De Alta Frecuencia.
16. Marín Zurdo J. J., et al. Proceedings of the Sixth International Conference on Occupational Risk Prevention. Mondelo, P., et al ed., 2008. Move-Human Sensors: Sistema Portátil De Captura De Movimiento Humano Basado En Sensores Inerciales, Para El Análisis De Lesiones Musculoesqueléticas Y Utilizable En entornos Reales. ISBN 84-934256-5-6.
17. Borg, G. A. V. Psychophysical Bases of Perceived Exertion. Medicine & Science in Sports & Exercise, -, 1982, vol. 14, no. 5. pp. 377 s3h. ISSN 01959131.
18. UNE-EN 1005-4: 2008. Seguridad En Las Máquinas. Comportamiento Físico Del Ser Humano. Parte 4: Evaluación De Las Posturas Y Movimientos De Trabajo En Relación Con Las Máquinas.
19. ISO 11226 :2000. Ergonomics - Evaluation of Static Working Postures.
20. Chiasson, Marie-Ève, et al. Comparing the Results of Eight Methods used to Evaluate Risk Factors Associated with Musculoskeletal Disorders. International Journal of Industrial Ergonomics, 9, 2012, vol. 42, no. 5. pp. 478-488. ISSN 0169-8141.
21. Jones, T.; and Kumar, S. Assessment of Physical Demands and Comparison of Multiple Exposure Definitions in a Repetitive Sawmill Job: Board Edger Operator. Ergonomics, May, 2007, vol. 50, no. 5. pp. 676-693. ISSN 0014-0139; 0014-0139.
22. Jones, T.; and Kumar, S. Comparison of Ergonomic Risk Assessment Output in Four Sawmill Jobs. International Journal of Occupational Safety and Ergonomics : JOSE, 2010, vol. 16, no. 1. pp. 105-111. ISSN 1080-3548; 1080-3548.
23. Lavatelli, I.; Schaub, K.and Caragnano, G. Correlations in between EAWS and OCRA Index Concerning the Repetitive Loads of the Upper Limbs in Automobile Manufacturing Industries. Work (Reading, Mass.), 2012, vol. 41 Suppl 1. pp. 4436-4444. ISSN 1875-9270; 1051-9815.
Papers relacionados





