El médico vigués Tomás Camacho da el salto al cine con Miguel Herrero

photo_camera Miguel Herrero, durante la grabación a Tomás Camacho y el microscopio Leeuwenhoek.

La película “El arte de la luz y la sombra”, dirigida por Miguel Herrero llegó ayer a las carteleras de cine. En Vigo se proyecta en los multicines Norte y en la première contó con un maestro de ceremonias de lujo, Tomás Camacho, responsable de Análisis Clínicos en la Red Diagnóstica, del hospital Vithas Vigo. El médico es coleccionista y sale en el documental como propietario de un microscopio original de Leeuwenhoek, pionero en microbiología. Catalogado como Bien de Interés Cultural por la Xunta llegó a su poder a través de una subasta por internet. “Camacho tuvo en sus manos la primera lente correctora de la historia (de origen asirio, de 3.000 años de antigüedad), pero está aquí porque es uno de los mayores conocedores de los precursores de la óptica”, afirma el director en declaraciones a Atlántico.

En cada localidad un personaje introdujo la proyección que busca descubrir los orígenes del cine antes del propio cine. “Es una forma de recuperar el papel del presentador”, asegura Herrero, quien define su producción como “la película que falta por hacer”.

Recorre las distintas experiencias humanas con la proyección de imágenes desde hace 40.000 años hasta el siglo XIX en que surgió el cine mudo.  “Es una apuesta muy ambiciosa que no se había hecho antes, además de reunir a expertos en distintas disciplinas relacionados con la proyección, exhibimos esos audiovisuales primitivos, aunando la divulgación con el entretenimiento”.

Junto a Camacho, Herrero cuenta con diecisiete testimonios más entre los que están el mago Juan Tamariz, Marc Azéma (especialista en el arte prehistórico), el historiador Jean Clottes, el antropólogo Ramón Mayrata, el primer animador europeo en Disney Raúl García o Gonzalo Albiñana, especialista en sombras chinas y Gran Premio Extraordinario de Magia 2023.

Reconoce que “la idea de esta película ya la tenía hace 20 años, fue un proceso de investigación, escribir libros o montar espectáculos de ilusionismo para programas como Cuarto Milenio, donde recreaba lo que vería el público en las proyecciones anteriores al cine, pero fue en la pandemia cuando iniciamos la producción”.

“El arte de la luz y la sombra” está dirigida a todos los públicos, “en tono divulgativo y al mismo tiempo muy erudito”. La banda sonora original de "El arte de la luz y la sombra" corre a cargo del pianista Tsvetelina Lyubenova Avramova a partir de las investigaciones del propio director. Así, explica que “cada imagen, cada secuencia están muy pensadas; a todo el que le guste el cine debe verla, no se había hecho nada igual antes”. Ya tiene asegurada su comercialización internacional con la presencia en países como Corea.

En las salas de cine se proyectó la versión estándar, de cerca de dos horas de duración, pero hay dos posibilidades más: la extendida, de 144 minutos y la expandida con algo más de 60 minutos de película que se completan con numerosos de magia y música en directo. Para el director, esta última recoge el espíritu de la película, recreando los espectáculos de entonces, “se ha llevado a festivales y volveremos a llevarla a las salas”.