Vapeadores y cáncer oral: un vínculo cada vez más patente

Vapeadores y cáncer oral: un vínculo cada vez más patente

Aumentan los estudios que alertan sobre los efectos negativos de los cigarros electrónicos en la salud bucodental, sobre todo por el microbioma que se ha detectado en sus usuarios.
1 Septiembre 2023

La comunidad sanitaria lleva años alertando sobre los perjuicios que tienen los cigarrillos electrónicos, también conocidos como vapeadores, que se han promocionado como una alternativa al tabaquismo convencional y con menos perjuicios. Así lo percibe parte de la población, como se ha visto en una encuesta publicada recientemente por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc).

Según esta, más del 19% de los adolescentes de entre 14 y 18 años fuma, y de este total casi el 21% utilizan cigarros electrónicos, entendiendo este hábito como inocuo o de baja peligrosidad. “Sin embargo, contienen elementos tóxicos y cancerígenos, incluso los que no llevan nicotina. Entre sus efectos están el cáncer oral, sequedad bucal, deterioro del sentido del gusto e inflamación de las encías”, recuerda el presidente del Consejo General de Dentistas de España, Óscar Castro. Además, se consideran una puerta de entrada al tabaquismo habitual o tradicional.

De hecho, según Francisco Rodríguez Lozano, presidente de la asociación Cancer Patients Europe, hay un nutrido grupo de fumadores que combinan ambas opciones y, en consecuencia, que acaparan una fusión de efectos negativos. Rodríguez Lozano es estomatólogo y a lo largo de su carrera profesional ha ejercido como presidente del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT). Además, fue el primer español en presidir la Red Europea de Prevención del Tabaquismo (ENSP).

Tanto este como Óscar Castro lamentan que haya muy pocos estudios relacionados con los efectos negativos del vapeo. “Los que hay o tienen muestras muy pequeñas por falta de recursos o están financiados por empresas que tienen intereses económicos y plasman una realidad sesgada”, explica el experto en tabaquismo. A todo ello se añade el hecho de que todavía no han tenido un recorrido a muy largo plazo para ver sus efectos en la población.

Componentes tóxicos

En cualquier caso, existen evidencias de que los componentes de este tipo de productos son altamente tóxicos y cancerígenos, que pueden tener consecuencias negativas para la salud, también para la bucodental. Los datos disponibles vinculan el uso de estos productos con el aumento del riesgo de padecer cáncer oral, así como otras enfermedades periodontales. En opinión de Óscar Castro, es altamente probable que el vapeo dé lugar a una disbiosis microbiana y favorezca la aparición de estas patologías.

“Se sabe que determinadas bacterias como las Selenomonas, Leptotrichia o Saccharibacteria están muy presentes en el microbioma de los fumadores y se piensa que también en el de los usuarios del vapeo. También se han encontrado Fusobacterum y Bacteroides en el microbioma de estas personas. Esta disbiosis o alteración del microbioma altera la respuesta inmunitaria del huésped, empeorando la evolución de la patología periodontal”, asegura el especialista.

Esta vía de estudio está siendo contemplada por un grupo de trabajo específico de la ENSP, de nuevos productos y salud oral. “Está compuesto por especialistas de varios países europeos, que se han reunido ya un par de veces, en Bucarest y en Madrid, y el próximo otoño volverán a verse en Las Palmas, donde las organizaciones colegiales han sido especialmente participativas. Por el momento están revisando todos los estudios que se han publicado para hablar sobre ello en ese próximo encuentro”, explica Rodríguez Lozano.

Este grupo cuenta en su web con una declaración sobre los riesgos que generan estos productos, especialmente vapeadores y tabaco calentado, en la salud oral. Un documento que va ampliándose en cada reunión y que coincide con las apreciaciones de los dos expertos consultados por Diario Médico.

Peor con alcohol

El cáncer oral es una de las patologías oncológicas más frecuentes y tiene una elevada mortalidad porque suele detectarse de forma tardía. Provoca unos 8 millones de muertes anuales, 50.000 en España, donde cada año se diagnostican 8.000 nuevos casos (el 75% en estado avanzado). Y entre los principales factores de riesgo se encuentra el consumo de tabaco y alcohol.

“Las bebidas alcohólicas permeabilizan las mucosas y las hacen más receptivas a todos los tóxicos que lleva el tabaco convencional. Es de suponer que en el caso del cigarrillo electrónico, que lleva nicotina líquida que se calienta, se produciría un efecto similar, aunque lamentablemente todavía no sabemos cómo cuantificar los daños”, insiste el estomatólogo.

En este sentido, desde el Consejo General de Dentistas se recomienda realizar una autoexploración de la cavidad bucal cada seis meses, especialmente entre los mayores de 40 años. Hay que atender a determinados signos de alarma, como manchas de color blanco o rojo, pequeñas úlceras que no curan, dolor o dificultad para tragar, hablar o masticar y molestias persistentes en un mismo oído.

Fuente: Diariomedico

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