Díaz se marca como objetivo reducir y flexibilizar la jornada laboral: “Trabajar para vivir y no vivir para trabajar”

Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, participó en la conferencia que inauguraba el tercer y último día de las Jornadas Confederales de Acción Sindical de UGT, donde se ha marcado como objetivo reducir y flexibilizar las jornadas laborales, estancadas en el pasado. “Es necesario abordar de una vez por todas la reducción de la jornada laboral, de una manera que nos permita conciliar la vida personal con la vida del trabajo. Hay que trabajar para vivir y no vivir para trabajar”, ha sentenciado.

La titular de la cartera de Trabajo ha hecho un viaje hacia el pasado y ha recordado la histórica huelga de La Canadiense que, tras más de un mes de lucha, consiguió la implantación de la jornada de ocho horas, entre otras muchas mejoras de derecho. En este sentido, ha lamentado que la jornada de trabajo sea “la misma que hace más de un siglo”. Yendo más allá, la reducción de la jornada no es el único objetivo que se ha marcado la vicepresidenta. La flexibilidad es otro aspecto que considera clave abordar, ya que, actualmente, la jornada es “un instrumento en favor del empresario”.

Reducción y flexibilidad son los dos puntos clave que la vicepresidenta ha considerado “indispensable” abordar en las jornadas laborales de los trabajadores.  “La jornada también es un instrumento de los trabajadores, que deciden cómo y cuándo van a trabajar, cuándo y cómo van a cuidar de sus hijas, a cuidar de sus familiares dependientes, a disfrutar su tiempo libre. Por lo tanto, lo primero que hay que tener es una jornada flexible y reducida, inferior”, ha resumido. No ha detallado si esta pretensión es un objetivo para esta legislatura, lo que no parece posible, o una exigencia que traslada de cara a un futuro; pero ha puesto sobre la mesa una demanda de millones de trabajadores que reabre un debate económico y social.

La “vergüenza” de las horas extra

Díaz no se ha detenido en la reducción y flexibilizaciones de la jornada y ha abordado una lacra extendida y arraigada históricamente en nuestro país: las horas extra. “Es una vergüenza que se realicen 6,5 millones de horas extraordinaria a la semana, 26,5 millones al mes, la mitad de ellas sin retribuir”, ha afeado. En este sentido, ha asegurado que “habrá que hacer cambios” y ha advertido que” la Inspección de Trabajo ya está trabajando en este asunto”.

Más allá de reformas específicas, la ministra ha destacado la necesidad de crear un “Estatuto del Trabajo del siglo XXI” que solvente los problemas mencionados y muchos otros, con el objetico de hacer del trabajo “un lugar de ciudadanía y de derechos y no un espacio de sufrimiento”. Además, ha asegurado que la norma debe de tener en cuenta el medioambiente y la transición ecológica porque “nuestro planeta es finito”. “No se puede completar la transición verde excluyendo a quien más tiene que aportar, a quien mejor conoce las emisiones en vuestras empresas, cómo se puede ahorrar, o cómo son los flujos de movilidad hasta vuestros centros de trabajo”, ha apuntado en referencia a los trabajadores.

Fuente: Elplural