El MIT dice que el teletrabajo ya no tiene vuelta atrás

El MIT dice que el teletrabajo ya no tiene vuelta atrás

Un estudio del MIT ha evaluado el impacto del teletrabajo en empresas de todo el mundo y ha concluido que, aunque algunos se opongan este modelo laboral no tiene vuelta atrás
17 Julio 2022

Los investigadores del MIT Sloan Management Review han preguntado a empresarios y trabajadores de 12 países por el impacto que está teniendo el teletrabajo en el funcionamiento de las empresas y las relaciones personales dentro de ellas. Su conclusión: ya no hay vuelta atrás, el teletrabajo está aquí para quedarse y las empresas tendrán que asegurarse de que su tecnología y su cultura empresarial están preparadas para el reto.

Aunque hay sectores para los que el teletrabajo era ya una cosa habitual desde hace años, la gran mayoría se ha tenido que adaptar a él a marchas forzadas cuando la pandemia hizo imposible continuar con los modelos de trabajo presenciales más tradicionales. La polvareda levantada por el Covid-19 se ha disipado, de momento, y muchas de esas empresas han decidido volver al modelo anterior a pesar de la reticencia de sus empleados.

 Esta tendencia se acentúa especialmente en nuestro país, sobretodo, si lo comparamos con nuestros vecinos europeos. Los expertos no tienen una respuesta clara a por qué somos una anomalía y aseguran que aportar datos es muy complicado porque es un tema que depende de múltiples factores. Algunos achacan esta vuelta al sistema anterior a que nuestros empresarios son mayoritariamente partidarios de la cultura del presentismo y a que muchos de los trabajos en nuestro país pertenecen al sector de servicios, donde es más difícil el teletrabajo o el modelo híbrido.

El estudio del MIT, financiado por la tecnológica americana Cisco, intenta arrojar más luz sobre la situación laboral global y anticipa qué ocurrirá con ella en los próximos años. Para esto, los investigadores realizaron una encuesta a 1.561 personas entre las que había directores generales, supervisores, gerentes y empleados de diversos sectores industriales de 12 países distintos. De entre las conclusiones del estudio se pueden sacar cuatro ideas fundamentales.

El modelo de trabajo híbrido mejora el ambiente de la empresa

Más del 90% de los participantes en el estudio aseguran que el trabajo a distancia ha tenido un impacto positivo en la manera en la que se relacionan con sus compañeros. Además, el 88% dice que las actividades dentro de las empresas están un 47% más en línea con los valores corporativos de lo que estaban antes, mientras que el 41% de ellas no ha cambiado en absoluto.

 Para el 89% de los encuestados, otros sentimientos como el de pertenencia, inclusividad, comunicación, justicia o la sensación de seguridad laboral han mejorado o se han mantenido como estaban. Y la gran mayoría, el 80%, creen que las empresas les tratan de manera justa y les involucran en las decisiones importantes.

El liderazgo de los jefes influye más en el sentido de pertenencia que el lugar de trabajo

El 83% de los participantes dijeron tener más confianza en la habilidad de sus jefes para reforzar el sentimiento de pertenencia a la empresa. El 80% asegura que sus jefes fomentan la participación honesta y abierta, mientras que el 75% dijo que sus responsables reparten intencionadamente las mejores tareas entre todo el mundo, en lugar de dárselas solo a unos pocos.

Por su parte el 76% de los ejecutivos de nivel C (directores generales, directores financieros, gerentes, etc.) confía en que sus equipos son capaces de realizar el trabajo bien y entregarlo a tiempo, aunque estén fuera de la oficina la mayor parte del tiempo.

“Creo que es justo observar estos resultados y decir que los directivos de los modelos de trabajo remoto e híbrido tienen preocupaciones muy profundas y comprenden los posibles escollos”, asegura Robert C. Pozen, profesor titular del MIT Sloan School of Management. “Están gestionando estas situaciones con mucha intención y parecen tener bastante éxito”.

Mejor tener autonomía que beneficios obligatorios

La mayoría de los encuestados reconoce que los entornos laborales están cambiando. La oficina, para ellos no es un lugar donde dejarse ver, sino un sitio donde reunirse con los compañeros, colaborar, crear y desarrollar nuevas habilidades.

El 59% de los consultados cree que la posibilidad de poder trabajar desde el lugar que ellos quieran, aunque sea parte del tiempo, debería ser algo opcional y no obligatorio. Los empleados, dice el estudio, reconocen que tener flexibilidad para elegir el lugar de trabajo incluye ciertas ventajas y por eso no hacen falta reclamar otros beneficios adicionales.

Un nuevo contrato social del trabajo

La nueva situación ha provocado que haya que negociar un nuevo contrato social del trabajo. El estudio asegura que se ha demostrado que la cultura empresarial no desaparece con el modelo híbrido o remoto y los responsables de los equipos han sabido mantener el rumbo de las compañías y dirigir a sus equipos, aunque estén fuera de la oficina. Los empleados por su parte ahora buscan en mayor medida la conciliación entre su vida personal y laboral, y poder elegir desde donde desempeñan su trabajo es parte de eso.

El equipo del MIT ha consultado con otros expertos para ver cómo podría ser ese nuevo contrato social del trabajo. Volver atrás, según ellos, sería peligroso y ayudaría a extender el fenómeno de ‘la gran renuncia’. Por eso proponen a los empresarios tres medidas a tener en cuenta durante esa negociación.

Primero recomiendan utilizar de manera eficaz las plataformas de videoconferencia y las aplicaciones de mensajería para acercar a ejecutivos, directivos y empleados. Luego, que piensen detenidamente lo que significa "volver a la normalidad". Y finalmente, que se aseguren de que sus directivos son personas comprometidas con la innovación.

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