El 75% de los docentes sufren disfonía

El 75% de los docentes sufren disfonía

Usarla mal o demasiado es un factor de riesgo para padecer algún trastorno de la voz
16 Abril 2022

Redacción

Los maestros de infantil y primaria son los profesionales que deben ser atendidos más a menudo según la guía 'Evaluación del paciente con disfonía', elaborada por la Comisión de Laringología, Voz, Foniatría y Deglución de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC). De hecho, el 75% de los docentes sufren disfonía según ha informado la SEORL-CCC.

La disfonía es la pérdida del timbre normal de la voz por trastorno funcional u orgánico de la laringe y en los adultos suele estar causada por hiperfunción vocal. Los síntomas son: ronquera, voz monótona, voz temblorosa, tos, episodios de afonía, dolor de la garganta al hablar, variaciones en la intensidad, frecuente pérdida de los agudos o sensación de falta de aire al fonar.

Problemas de la voz

Cada 16 de abril se conmemora el día mundial de la voz y se recuerdan los hábitos saludables para cuidar de uno de nuestros principales recursos de comunicación interpersonal y profesional. Esta cualidad humana está ligada al progreso de la civilización y, en cambio, el estudio de la voz se ha profundizado en el siglo XXI. A partir de 2002 se han sucedido varias investigaciones y trabajos que muestran, así lo destaca la Dra. Isabel García López, presidenta de la comisión de laringología de la SEORL-CCC, en la introducción de la obra ‘Evaluación del paciente con disfonía’.

Los profesionales del canto o los locutores suelen tener programas de formación vocal para cuidar su herramienta de trabajo: la voz. Sin embargo, otras profesiones como profesores, monitores de ocio, de actividades deportivas o los teleoperadores no suelen tener nociones de técnicas vocales. Esto significa que están muy expuestos a molestias que afectan a su calidad de vida y pueden provocar muchas bajas laborales.

Los trastornos más habituales de la voz son:

La laringitis.
La disfonía.
Pólipos, nódulos o quistes en las cuerdas vocales.
Lesiones precancerosas y cancerosas.
Parálisis o debilidad de las cuerdas vocales.
Leucoplasia.

Entre los factores de riesgo que favorecen la aparición de un trastorno en la voz se encuentran:

Enfermedad por reflujo gastroesofágico.
Infecciones de las vías respiratorias.
Consumo de bebidas alcohólicas.
Carraspeo frecuente.
Deshidratación de la garganta.
Trastorno de la glándula tiroides.
Usar mal la voz o demasiado.
Cáncer de garganta.
Cicatrices causadas por una cirugía o un traumatismo.

Cuándo acudir al especialista

Quienes trabajan con la voz, deben acudir a un especialista cuando una molestia, como una ronquera, supera una duración de 15 días. En consulta se realizará un examen que puede implicar la aplicación de un anestésico tópico y la inserción de un espejo flexible o un laringoscopio en la garganta para examinar las cuerdas vucales. Otras pruebas adicionales son: el análisis de sonido a través de un software y la electromiografía de la laringe.

Los hábitos más saludables para cuidar la voz

Para conseguir hábitos saludables en el cuidado de la voz los especialistas incluyen las siguientes recomendaciones:

1.- No hablar en ambientes ruidosos. Si nos encontramos en esta situación debemos hablar de frente al interlocutor, articular más de lo habitual a nivel bucal y hablar claro y lento para evitar repetir lo que queremos comunicar.

2.- No fumar.

3.- Evitar los esfuerzos vocales como chillidos o gritos. Debemos conocer nuestro aparato fonador para saber cuándo estamos hablando sin esfuerzo y cuándo lo estamos forzando.

4.- Descansar la voz no hablando más cuatro horas seguidas o no cantando durante más de dos horas. También debemos hacer descansos de 15 a 20 minutos de silencios dos o tres veces al día. Esto supone limitar, por ejemplo, el uso del teléfono. En general, no se debe hablar más de 4 horas seguidas ni cantar más de 2 horas.

5.- Vocalizar y respirar sin esfuerzo, cómodamente, para evitar forzar y elevar la voz.

6.- Mantener la mucosa que recubre a las cuerdas vocales bien hidratada bebiendo unos dos litros de agua diarios.

7.- Descansar bien. La fatiga corporal se refleja en la voz.

8.- No quedarnos sin aire al hablar. Nunca hay que forzar el último resto de aire al hablar. Es un comportamiento de esfuerzo y produce sensación de ahogo.

9.- No carraspear. Es un esfuerzo traumático para las cuerdas vocales.

10.- Evitar ambientes secos o con agentes irritantes -con humo o polvo en suspensión- y utilizar un humidificador.

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