Por qué limpiar también ayuda a despejar la mente

Por qué limpiar también ayuda a despejar la mente

La relación entre la salud mental y la limpieza existe y se relaciona con la búsqueda del equilibrio por lo que algunos especialistas en terapia cognitivo-conductual recomiendan la limpieza a aquellos que quieran despejar la mente y no se sientan inclinados a practicar yoga o mindfulness
22 Febrero 2022

Redacción

La limpieza y el orden influyen mucho en nuestra salud mental, así lo afirman especialistas como el psicólogo y pedagogo especializado en terapia cognitivo-conductual, Tasio Rivallo. Mientras que algunas personas, cuando se sienten abrumadas o estresadas, practican yoga o mindfulness o hay quien optar por dar un largo paseo por la naturaleza o hacer ejercicio... otras calman su mente limpiando y organizando su entorno. Limpiar la cocina, quitar el polvo, fregar el suelo u organizar el armario es igual de beneficioso para la salud mental.

Un estudio, ampliamente citado, y que publicado en 2009 en la revista ‘Personality and Social Psychology Bulletin’, mostró que el desorden, la suciedad y las tareas pendientes en nuestro entorno aumentan los niveles de cortisol y, con ello, los trastornos como la depresión. A nivel de comportamiento tener altos los niveles de cortisol puede generar tensión física, falta de sentido del humor, irritabilidad y sentimientos de ira que es una de las manifestaciones, con frecuencia, menos señaladas dentro de los síntomas de la depresión.

A simple vista, un espacio limpio, organizado y bien ventilado puede ayudar a que nos relajemos. En especial al llegar a casa al término de la jornada. Tener, por tanto, unos hábitos y horarios de limpieza diarios puede ser tan efectivo como realizar una sesión de atención plena al día.

En cambio, el desorden puede conducir a una pérdida de enfoque y capacidad de concentración además de aumentar la tensión mental e, incluso, la física. Un estudio desarrollado por investigadores de la Universidad de Princeton y publicado en 2015 en ‘The Journal of Neuroscience’ descubrió que el desorden puede dificultar la concentración en una tarea en particular ya que la corteza visual de una persona puede verse abrumada por objetos que no están relacionados con lo que necesita hacer y esto dificulta concentrarse y completar proyectos de manera eficiente.

Atención a los hábitos obsesivos

Sin embargo, la limpieza puede transformarse en un hábito compulsivo u obsesivo por lo que hay que prestar atención a algunas de las señales que nos indican que hemos sobrepasado el límite del beneficio, por ejemplo, al trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). Algunos indicios son:

1.- Cancelar planes con familia o amigos porque nos es imposible dejar pendientes las tareas de limpieza del día o de la semana y si no las hacemos nos llegamos a sentir mal.

2.- Cuando la limpieza interfiere en nuestros horarios: llegar tarde al trabajo, a clase, a una cita con el médico o con un cliente...

Algunas recomendaciones para cumplir con las tareas de limpieza sin que nos superen

Tener las cosas limpias y organizadas nos ayuda a tener una sensación de control sobre nuestro entorno y, además, involucrar la mente en una actividad repetitiva que puede tener un efecto calmante. Además, mejora el estado de ánimo de una persona y proporciona una sensación de logro y satisfacción. La limpieza también puede reducir la fatiga y mejorar la concentración.

Sin embargo, es una tarea que puede no llegar a terminar nunca por lo que tener una planificación nos ayudará mucho:

1.- Mejor tener una planificación diaria y un tiempo asignado. En casa, por ejemplo, tener claras las tareas que sean diarias, como la higiene de sanitarios, y un tiempo asignado para hacerlas. El resto de tareas pueden planificarse a lo largo de la semana y también asignar el tiempo que necesitamos para hacerlas en función de si se hace en mayor o menor profundidad.

2. A la hora de planificar, ser racionales. Es fundamental no hacer una lista de tareas más larga de lo que se puede manejar mentalmente porque entonces en lugar de reducir nuestro estrés corremos el riesgo de aumentarlo.

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