La Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) denuncia ‘vulneración de derechos’ de los guardias civiles en materia española y europea de jornada laboral

La Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) denuncia ‘vulneración de derechos’ de los guardias civiles en materia española y europea de jornada laboral

Afirma que la Benemérita no cumple con los descansos de los agentes destinados en los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS) de las centrales nucleares de España
18 Marzo 2022

La AEGC ha presentado una queja ante el Consejo del Instituto Armado por considerar que se está incumpliendo la normativa europea en salud y seguridad en el trabajo, y la orden de jornada y horario del personal de la Guardia Civil con los agentes pertenecientes al Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) que prestan servicio de seguridad en las centrales nucleares de España.

Se refiere a la Orden General número 11, dada en Madrid a 23 de diciembre de 2014, por la que se determinan los regímenes de prestación del servicio, y la jornada y horario del personal de la Guardia Civil, y a la Directiva 2003/88/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 4 de noviembre de 2003, relativa a determinados aspectos de la ordenación del tiempo de trabajo.

Según informa, ha tenido conocimiento de que estos compañeros realizan jornadas que no son computadas como horas de servicio.

«La AEGC ha recibido en los últimos meses varias quejas de asociados en este sentido y tras contrastar que efectivamente se está produciendo esta situación, ha denunciado los hechos ante el órgano correspondiente para que ponerle fin», explica a Confilegal Francisco Fernández Larios, vicepresidente de la AEGC, que es quien firma la queja.

Señala que estos efectivos trabajan más de 14 días seguidos sin descanso, durante los cuales tienen que estar localizados con un
tiempo máximo de reacción de entre 15 y 60 minutos, «sin que se les compute como horas de servicio». «Una disponibilidad total, sin mediar descansos en las jornadas porque dicha disponibilidad les obliga a estar aptos para el servicio en un mínimo espacio de tiempo», subraya.

«Es decir, utilizando un símil muy actual, se les exige un confinamiento laboral durante dos semanas, en el que los agentes están obligados a trabajar, comer, descansar y dormir en el mismo espacio físico (la central nuclear), sin posibilidad de disponer de otros esparcimientos fuera de ella como poder salir a correr», apunta la AEGC.

Denuncia que «no se respeta» la orden general de jornada y horario de la Guardia Civil, y que «se incumplen» las disposiciones sobre seguridad y salud del trabajo del Parlamento Europeo, «que España está obligada a cumplir».

Según expone, en esos periodos de quince días, los agentes, además de realizar las jornadas laborales reseñadas, están obligados a realizar varios simulacros, que llevan a cabo o bien a instancia de la propia central nuclear o impuestos por el mando de la Guardia Civil responsable.

«Simulacros que limitan el descanso diario establecido con la consiguiente vulneración de derechos, ya que las horas invertidas en la realización de los mismos y las prestadas en la modalidad de localización no les son tenidas en cuenta para el cómputo de horas de servicio realizadas», asevera.

Para esta asociación, se está llevando a cabo «una interpretación errónea» de la normativa que regula la jornada y horario.

«Parece ser que bajo la excusa de que estos agentes están en comisión de servicio, se les detrae del personal sometido a la orden general de jornada y horarios para imponerles un servicio que a todas luces incumple también la normativa sobre seguridad y salud en el trabajo», denuncia la AEGC.

Entiende que «es el empleador, en este caso la Guardia Civil, quien debe velar por la seguridad y salud de sus empleados», por lo que le exige que «cumpla con la reglamentación del Parlamento Europeo sobre la ordenación del tiempo de trabajo, y deje de utilizar a sus componentes como mano de obra barata. «Un lujo en el siglo XXI solo al alcance de la Dirección General, que obvia los derechos laborales de sus trabajadores», concluye.

Fuente: Confilegal

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