Un año de teletrabajo con pros y contras en España
Un año de teletrabajo con pros y contras en España
“Lo aseguran los encuestados, pero lo han comprobado sobre todo las empresas: el teletrabajo ha incrementado la productividad”. Así de rotunda se muestra la profesora e investigadora Aline Masuda, directora del estudio Teletrabajo en tiempos de covid, un año después, realizado por EADA Business School en base al período que va de mayo del 2020 a mayo del 2021.
El informe, que aspira a ser el primero de un observatorio sobre esta modalidad laboral que ha irrumpido con fuerza en España a consecuencia de la pandemia, concluye que tras un período suficientemente amplio para evaluar pros y contras, la mayoría de trabajadores en remoto valora de forma positiva la experiencia (un 68% de los encuestados). En contraposición, más del 53% afirma que su relación con los equipos de trabajo se ha debilitado y casi el mismo porcentaje (52%) tiene síntomas de burnout (la sensación de estar quemado).
Postura
El 53% ha sentido desconexión de los equipos de trabajo durante el aislamiento y aboga por un formato híbrido
“El modelo, lógicamente, no es perfecto y durante el aislamiento forzado generó esa desconexión de los teletrabajadores de su entorno laboral y grupos de trabajo, además de generar tensiones en hogares no adaptados a esta práctica. Sin embargo, el retorno paulatino a las oficinas y las fórmulas mixtas o híbridas han hecho mejorar notablemente la percepción de los encuestados”, señala Masuda, que apunta a un nuevo modelo laboral que consigue aunar los intereses de muchas empresas y de sus empleados.
De hecho, el informe apunta que tras regresar a la oficina de forma parcial la mayoría de los trabajadores evaluaron mejor su experiencia. Los indicadores correspondientes a los primeros meses del 2021 reflejan un descenso de las horas extra, una mayor valoración de la productividad en casa y, especialmente, una mayor adaptación al trabajo fuera de la oficina.
En este sentido, si en el 2020 un 42% consideraba que las interrupciones familiares suponían una barrera para el teletrabajo, un año después solo un 21% lo ve así. De la misma forma han disminuido la dificultad para separar el tiempo personal del laboral trabajando en casa y los problemas que suponía el espacio físico doméstico para trabajar.
“Partimos de la base de que estamos comparando un momento especialmente difícil, cuando nadie estaba preparado para trabajar desde casa, con un momento de adaptación natural, pero en el que aún muchas empresas no han implementado un modelo híbrido propio. Porque la flexibilidad actual ha llegado para quedarse”, considera la directora del informe.
Balance
El 68% valora el teletrabajo en positivo, viéndolo como un avance poder trabajar en casa
Para Masuda, si el trabajador ha visto las ventajas y desventajas de esta fórmula a lo largo de un año y valora tanto la comodidad de adaptar horarios en casa como la necesidad de socializar en la oficina, los empleadores también han pasado de considerar una prioridad controlar la jornada laboral de sus trabajadores a evaluar la consecución de objetivos. Aunque la investigadora apunta además una ventaja no menor para las organizaciones de este modelo: la captación de talento sin que la presencialidad suponga una barrera. “Poder captar perfiles determinados que puedan teletrabajar es una clara ventaja competitiva”, asegura.
Aunque Masuda lanza una advertencia a las empresas que vean en el teletrabajo un simple mecanismo para rebajar costes vía supresión de alquileres. “Las oficinas deben seguir existiendo, porque si algo hemos aprendido en este período es que el formato híbrido es el ideal”, concluye.
Poner límites
Aline Masuda, directora del informe sobre teletrabajo de EADA, aconseja a los teletrabajadores tener rutinas y trabajar por bloques, parando para practicar deporte u otras actividades, evitar el exceso de reuniones telemáticas (no más de dos diarias), establecer límites de acceso al correo electrónico y a la mensajería y acordar las pautas de trabajo.