La diversidad y la cultura son fuente de resiliencia

Redacción

La diversidad multicultural es un foco de atención para la comunidad internacional. Teniendo en cuenta que las tres cuartas partes de los mayores conflictos tienen una dimensión cultural la ONU y la Unesco indican que es urgente superar la división entre las culturas “para la paz, la estabilidad y el desarrollo. Y es que la cultura, en su rica diversidad, posee un valor intrínseco tanto para el desarrollo como para la cohesión social y la paz”.

La Declaración Universal de la Unesco sobre la Diversidad Cultural se aprobó en 2001 y en 2011 se lanzó la campaña ‘Haz un gesto por la Diversidad y la Inclusión. Desde entonces el 21 de mayo es el día mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo.

Finalmente en 2015, las Naciones Unidas adoptaron una resolución por el fomento de la cultura. Destacaron que esta contribuye a las tres dimensiones del desarrollo sostenible: “reconocer la diversidad del mundo mucho más allá de lo natural y lo cultural, reafirmar que las culturas y civilizaciones pueden contribuir al desarrollo sostenible, y su papel como factores habilitadores cruciales.”

Cada vez más presente en los países y también en las empresas

La diversidad cultural y la multiculturalidad son realidades que cada vez más presentes en las sociedades de todos los países y también en sus empresas. Trabajadores de diferentes credos y procedencias comparten espacio laboral y el liderazgo, y su propio autoliderazgo, son claves para lograr los objetivos comunes de esas organizaciones.

Desde este punto de vista cobra especial interés la aplicación de una cultura inclusiva a nivel empresarial y laboral como ocurre con la cultura 5Z. Entre sus principios -Zero accidentes, Zero enfermedad, Zero desconocimiento, Zero desigualdad y Zero residuos- promueve una cultura de valores corporativos definida por comportamientos éticos, justos e inclusivos.

La cultura como fuente de resiliencia

El sector cultural ha sufrido con fuerza la crisis económica y sanitaria de la Covid-19 y por ello desde la Unesco se recuerda la cultura como fuente de consuelo, bienestar y conexión. Es crucial que este sector reviva porque, destacan desde la Unesco y la ONU, corremos “el riesgo de profundizar las desigualdades y hacer que las comunidades sean vulnerables.”

Y recuerdan el papel que tuvo la cultura durante el periodo más estricto de confinamiento donde se experimentó un aumento en la creación y el acceso a contenido cultural en línea y a la vez dejó de manifiesto el papel de la cultura como fuente de resiliencia para las comunidades. “Las grandes crisis a lo largo de la historia a menudo han dado lugar a un renacimiento de la cultura y una explosión de nuevas formas de creatividad, tan vitales para el progreso humano” destacan desde Onu/Unesco.