El impacto del sector textil y sus residuos en el medio ambiente

El impacto del sector textil y sus residuos en el medio ambiente

La producción de ropa, calzado y textiles para el hogar generan grandes impactos ambientales en forma de contaminación del agua, emisiones de gases de efecto invernadero y residuos. Pero, además, la moda rápida -la oferta constante de nuevos estilos a precios muy bajos- ha provocado un gran aumento en la cantidad de ropa producida y desechada.
15 Enero 2021

En marzo de 2020, la Comisión Europea adoptó un nuevo plan de acción de economía circular que incluye una estrategia de la UE para el sector textil, cuyo objetivo es estimular la innovación e impulsar la reutilización dentro del sector. El Parlamento votará un informe de propia iniciativa sobre el plan de acción de economía circular a principios de 2021.

La industria textil y de la moda es una de las más contaminantes del planeta, pero, ¿cuáles son los impactos ambientales que genera? A continuación, se detallan los principales efectos de este sector sobre el medio ambiente.

USO DEL AGUA

Se necesita mucha agua para producir textiles, además de tierra para cultivar algodón y otras fibras. Se estima que la industria mundial de los textiles y la moda utilizó 79.000 millones de metros cúbicos de agua en 2015, mientras que las necesidades de toda la economía de la UE ascendieron a 266.000 millones de metros cúbicos en 2017. Para fabricar una sola camiseta de algodón se necesitan, según estimaciones, 2.700 litros de agua dulce, suficientes para satisfacer las necesidades de agua potable de una persona durante dos años y medio.

CONTAMINACIÓN DEL AGUA

Se estima que la producción textil es responsable de alrededor del 20% de la contaminación del agua limpia del mundo por los productos de teñido y acabado.

Por otro lado, se estima que el lavado de sintéticos libera aproximadamente 0,5 millones de toneladas de microfibras en el océano cada año.

El lavado de ropa sintética representa el 35% de los microplásticos primarios liberados en el medio ambiente. Una sola carga de ropa de poliéster puede descargar 700.000 fibras de microplástico que pueden terminar en la cadena alimenticia.

EMISIONES DE GASES DE EFECTO INVERNADERO

Se calcula que la industria de la moda es responsable del 10% de las emisiones globales de carbono, más que todos los vuelos internacionales y el transporte marítimo juntos.

Según la Agencia Europea del Medio Ambiente, las compras de textiles en la UE en 2017 generaron alrededor de 654 kg de emisiones de CO2 por persona.

RESIDUOS TEXTILES EN LOS VERTEDEROS

A todo esto, hay que añadir que la forma en que la gente se deshace de la ropa no deseada también ha cambiado, con artículos que se tiran en lugar de ser donados.

Desde 1996, la cantidad de ropa comprada en la UE por persona ha aumentado en un 40% tras una fuerte caída de los precios, lo que ha reducido la vida útil de las prendas. Los europeos usan casi 26 kilos de textiles y descartan unos 11 kilos de ellos cada año. La ropa usada puede ser exportada fuera de la UE, pero en su mayoría (87%) es incinerada o depositada en vertederos.

A nivel mundial, menos del 1% de la ropa se recicla como nuevas prendas de vestir, en parte debido a una tecnología inadecuada.

ABORDAR LOS RESIDUOS TEXTILES EN LA UE

La nueva estrategia de la UE tiene por objeto abordar la moda rápida y proporcionar directrices para lograr altos niveles de recogida selectiva de residuos textiles.

En virtud de la directiva sobre residuos aprobada por el Parlamento en 2018, los países de la UE estarán obligados a recoger los textiles por separado para 2025. La nueva estrategia de la Comisión también incluye medidas para apoyar el material circular y los procesos de producción, abordar la presencia de productos químicos peligrosos y ayudar a los consumidores a elegir textiles sostenibles.

La Unión Europea cuenta con una etiqueta ecológica que los productores que respeten determinados criterios ambientales pueden aplicar a sus artículos, lo que garantiza un uso limitado de sustancias nocivas y una reducción de la contaminación del agua y el aire.

La UE también ha introducido algunas medidas para mitigar los efectos de los residuos textiles en el medio ambiente. Por ejemplo, el proyecto RESYNTEX, financiado en el marco del programa Horizonte 2020, aborda el reciclaje químico de determinados productos y podría proporcionar un modelo de negocio de economía circular para la industria textil.

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