Repercusiones positivas de los objetivos bien definidos

Repercusiones positivas de los objetivos bien definidos

Los objetivos son un punto de referencia hacia el cual enfocar nuestras acciones, ya que nos ofrecen la posibilidad de identificar y valorar las desviaciones que pueden producirse.
6 Agosto 2020

Redacción

A través de ellos es posible verificar nuestra posición actual y juzgar si nuestros esfuerzos están siendo aplicados en la dirección adecuada.

Los objetivos nos proporcionan evidencias que posibilitan una mejora de los procesos y resultados que se van obteniendo al ejecutarse el plan diseñado, es decir, nos facilitan la búsqueda y obtención de apoyos, aportándonos indicadores que permitan reconocer exactamente cuál es el camino a seguir y en qué necesitamos mejorar.

En definitiva, los objetivos nos ayudan a conocer los resultados a alcanzar, a analizar y corregir desviaciones y a solicitar los elementos de soporte necesarios para llevar a cabo el plan de desarrollo.

Cuando formulamos los objetivos debemos prestar especial atención a que estén correctamente definidos para que los colaboradores comprendan claramente qué es lo que se les está pidiendo. Para ello podemos reflexionar acerca de una serie de preguntas, que nos proporcionarán información sobre las cualidades que cumplen y las que se deberían mejorar.

En el momento de establecer los objetivos es aconsejable seguir una serie de criterios que faciliten una formulación correcta de los mismos. Así, hemos de cuidar que los objetivos que establezcamos sean:

• Concretos: la formulación de objetivos debe ser clara, concisa y específica para el puesto de trabajo. Debemos distinguir entre el desarrollo habitual de la propia actividad profesional –lo que la persona hace- y el resultado o producto alcanzado –los resultados reconocibles del trabajo-.

• Medibles: Los objetivos deben ser descritos de forma cualitativa y/o cuantitativa con el fin de poder valorar si han sido o no alcanzados y en qué medida.

• Consensuados: El colaborador y su jefe deben concretar mediante el diálogo y la negociación los objetivos a alcanzar, para motivar la participación del empleado en las decisiones que afectan a su propio puesto de trabajo, por tanto, nunca deben ser fijados unilateralmente por una de las partes.

• Realistas: Los objetivos deben estar ligados con las principales responsabilidades del puesto de trabajo, y deben ser estimulantes: ni inaccesibles, ni demasiado fáciles de alcanzar.

• Planificados: Cada objetivo debe estar fijado con una fecha precisa para su consecución, de forma que los implicados conozcan desde el primer momento el tiempo de que disponen para alcanzarlo.

Un objetivo se concreta en un resultado final, pero también en diversos indicadores del grado de consecución del mismo. Estos indicadores informarán sobre la forma en que el objetivo ha sido alcanzado, es decir, cómo se ha logrado llegar al resultado final.

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