Ahora sí, bienvenidos a la Cuarta Revolución Industrial

Ahora sí, bienvenidos a la Cuarta Revolución Industrial

Esta crisis impulsará todavía más la innovación haciendo avanzar todavía más la tecnología y el mundo digital, y dejándonos como legado un cambio radical en cómo hacemos las cosas
13 Julio 2020

Después de casi 100 días de Estado de Alarma, Fases de todo tipo y algún que otro desfase, si algo queda patente es que las medidas adoptadas nos han obligado a introducir importantes cambios en nuestra forma de vivir, de trabajar, de estudiar… algunas se quedarán para siempre, otras hasta que llegue la tan ansiada vacuna, pero lo que está claro es el impacto que ha tenido y tendrá en nuestras vidas.

Si bien debemos ser sensatos y precavidos, no se puede detener la actividad económica y social mundial de forma indefinida. De la forma que sea, la vida debe continuar, y debemos encontrar formas innovadoras para la prevención de contagios tanto para la covid19 como para lo que venga a partir de ahora.

Entrando un poco en materia, venimos de un tiempo en el que hablar de Cuarta Revolución Industrial ponía los pelos de punta a más de uno al asociarlo con destrucción de empleo, por culpa de robots y no sé qué más, pero esta pandemia ha mostrado un panorama totalmente distinto, donde las tecnologías asociadas a esta Cuarta Revolución Industrial se han presentado como aliados para recuperar la tan ansiada y nombrada ‘nueva normalidad’ y ayudarnos a superar desafíos sin precedentes.

Por ejemplo, la tecnología y la conectividad nos han permitido teletrabajar, reunirse virtualmente, los colegios y universidades se han puesto las pilas para enseñar a distancia desde la seguridad de los hogares. El eCommerce se ha disparado y las plataformas logísticas han funcionado como relojes. Sin duda, tendencias que se convertirán en norma en el mundo pospandémico.

El BigData está permitiendo triangular la propagación del coronavirus, proporcionando información vital que ayuda a Gobiernos y sistemas de salud a reaccionar de forma eficaz y rápida a la hora de contener posibles rebrotes. La impresión 3D también nos ha enseñado su utilidad fabricando suministros médicos de forma rápida, eficiente y local evitando el colapso de las cadenas de suministro tradicionales.

La Realidad Aumentada está ayudando en la gestión eficiente de los espacios de trabajo logrando el distanciamiento social y facilitando métricas que permiten saber quién ha estado cerca de quién por si hubiese que tomar medidas por un positivo en coronavirus.

Y hablando de distanciamiento social, el Blockchain nos permite firmar contratos de forma segura sin necesidad de estar físicamente presentes o certificar el origen y autenticidad de los suministros médicos que tanto quebradero de cabeza ha originado en nuestro país. La Inteligencia Artificial puede utilizarse para ayudarnos en la toma de decisiones a distancia entendiendo lo que ocurre gracias a servicios cognitivos. Y los robots pueden asegurar que la producción continúe sin exponer a los equipos humanos a posibles contagios, o procediendo a la desinfección de los espacios donde estos equipos realizarán su tarea.

Al combinar Internet Industrial de las Cosas (IioT) con computación en la nube, se puede acceder a distancia a un centro virtual de mando y control desde donde monitorizar y operar múltiples instalaciones. Y al paso que vamos, y con el 5G como aliado, pronto viajaremos en taxis autónomos evitando así ser contagiados o fuentes de contagio.

Es necesario, más que nunca, cambiar el chip y tener claro que esto no ha hecho más que empezar y necesitamos agudizar nuestro ingenio, innovación y creatividad. De hecho, a la vista está que la innovación ha demostrado ser una herramienta eficaz que puede resolver problemas apremiantes y es la fuerza motriz del avance de la humanidad y el acelerador del progreso mundial.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas ponen sobre la mesa 16 objetivos enfocados en la salud y bienestar de todos. Esta crisis ha puesto sobre la mesa la urgencia de estas medidas exigiendo unión y resiliencia. Una crisis que se llevará a muchas personas y empresas por delante y al resto a replantearnos absolutamente todo.

A largo plazo esta crisis impulsará todavía más la innovación haciendo avanzar todavía más la tecnología y el mundo digital, y dejándonos como legado un cambio radical en cómo hacemos las cosas.

Una nueva era, de la que ya teníamos pistas, pero que se ha acelerado y en la que las tecnologías en las que se basa la Cuarta Revolución Industrial, potenciarán, habilitarán y acelerarán la restauración de la prosperidad mundial.

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