Un tercio de la facturación conjunta de grandes multinacionales agroquímicas corresponde a pesticidas de alto riesgo sanitario y ambiental

Un tercio de la facturación conjunta de grandes multinacionales agroquímicas corresponde a pesticidas de alto riesgo sanitario y ambiental

Cinco grandes multinacionales agroquímicas, BASF, Bayer, Syngenta, Corteva y FMC, consiguen miles de millones con pesticidas altamente peligrosos para la salud
10 Agosto 2020

Una investigación llevada a cabo por las organizaciones civiles, la suiza Public Eye y Unearthed, la unidad de investigación de Greenpeace Reino Unido, ha desvelado que cinco grandes multinacionales agroquímicas, las alemanas Bayer y BASF, las estadounidenses Corteva y FMC, y la suiza Syngenta, todas ellas con notable presencia en España, han obtenido un 35% de sus ingresos conjuntos con la venta de pesticidas de alto riesgo para la salud de las personas y el medioambiente.

Son cantidades estratosféricas, más de 4.500 millones de euros en 2018, de los largos 12.000 millones facturados. A través de uno de los lobbies más poderosos del mundo, CropLife, consiguen influir poderosamente a su favor en las normativas, nacionales, comunitarias y entre las instituciones que tienen que ver con la política sanitaria.

La investigación de Public Eye subraya que una quinta parte de las ventas son pesticidas asociados con efectos sobre la salud a largo plazo, ya que contienen sustancias calificadas por instituciones internacionales como probablemente cancerígenas, perturbadores endocrinos o que afectan al desarrollo en la infancia, algunas de las cuales ya están siendo prohibidas en la UE o Suiza, como los clorpirifós.

La denuncia de estas organizaciones civiles va más allá, y alega que un 4% de la facturación de estas multinacionales es conseguida con la venta de pesticidas de muy alta toxicidad, que  originan, según indica el informe, el envenenamiento de 25 millones de agricultores y ganaderos, que termina con la vida de alrededor del 1% (220.000 fallecidos). La gravedad de estas cifras, que son mucho más preocupantes que los infectados y fallecidos por el coronavirus, se camufla con debates manipulados y no trasciende más por el hecho de que la mayor parte de las víctimas son de países en desarrollo.

Aproximadamente el 60% de las ventas de estas bombas químicas que transitan por la cadena alimentaria tienen lugar en países en los que el ciudadano está muy desprotegido, de tal suerte que en sus países se comercializan pesticidas prohibidos en la Unión Europea. Resulta inconcebible que en los países donde tienen sus sedes centrales les hayan prohibido o restringido radicalmente,  la comercialización y uso de pesticidas muy peligrosos, y en cambio tengan barra libre para ser cómplices de la muerte prematura de millones de personas.

El riesgo de ingerir habitualmente alimentos, procesados o no, que arrastren moléculas muy dañinas para el organismo es mucho mayor que el de ser infectado por el coronavirus Covid 19. No nos dejemos arrastrar por el miedo a la pandemia y si queremos mejorar la salud hay que exigir a las autoridades sanitarias al menos el mismo celo con el que actúan a corto plazo en la aprobación de moléculas fabricadas por las grandes empresas, protegidas por potentes lobbies millonarios.

Los datos con los que ha trabajado Public Eye proceden de la consultora Phillips McDougall, que desagrega 23.300 millones de dólares de ventas mundiales de pesticidas, el 40% del mercado mundial. La categorización del peligro de los pesticidas se ha obtenido utilizando las listas de la Pesticide Action Network.

Fuente: Lacelosia

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