Esclavitud laboral: desmanteladas sendas redes en España y el Reino Unido

Esclavitud laboral: desmanteladas sendas redes en España y el Reino Unido

En el Reino Unido los cabecillas han sido condenados a penas que oscilan entre tres y once años de cárcel
2 Septiembre 2019

La Policía Nacional ha detenido a dos pakistaníes por explotar laboralmente a personas de su misma nacionalidad en fruterías de Fuengirola (Málaga), según han informado desde el Ministerio del Interior.

Los arrestados explotaban a sus compatriotas aprovechándose de su situación de precariedad económica. Realizaban contratos de trabajo fraudulentos a terceras personas que no trabajaban en los establecimientos a cambio de una remuneración. A los arrestados se les atribuyen delitos contra los derechos de los trabajadores, falsedad documental y pertenencia a grupo criminal.

La investigación comenzó en junio de 2018 cuando un hombre de origen pakistaní denunció en dependencias policiales las condiciones de trabajo que mantenían, con horarios abusivos y salarios muy inferiores a los habituales en este tipo de comercios. Además se les descontaba del escaso salario la manutención y el alojamiento en viviendas de condiciones higiénicas lamentables.

Durante la investigación se confirmaron las condiciones laborales denunciadas. Se comprobó que las jornadas laborales de los trabajadores eran de 15 horas diarias, todos los días de la semana.

También se demostró que al menos dos de los trabajadores que habían estado dados de alta en la Seguridad Social en las fruterías investigadas no habían trabajado nunca en las mismas, siendo la finalidad de dichas altas el cobro indebido de prestaciones sociales por desempleo.

Durante la operación policial se han realizado cuatro entradas y registros, dos en domicilios particulares y otros dos en las fruterías donde trabajaban los explotados, para lo que se contó con la participación de la Inspección Provincial de Trabajo de Málaga a fin de verificar las situación laboral de los trabajadores.

Los agentes han intervenido documentos de contabilidad, tarjetas de identidad y pasaportes de Pakistán, además de un total de 4.160 euros. Igualmente se identificó a un total de ocho víctimas de explotación laboral, dando cuenta de las condiciones en las que eran obligadas a trabajar y residir.

En el Reino Unido, un juzgado de Birmingham han condenado a los ocho miembros de la banda organizada que explotaba a una red de esclavos en los alrededores de la ciudad. Tras haber sido juzgados por varios delitos entre los que se incluyen blanqueo de capitales, tráfico de personas o conspiración para imponer trabajos forzados, las penas de los miembros de la banda han oscilado entre los once y los tres años de cárcel según su grado de implicación en el crímen y su propio rol dentro de la banda. 

Una nueva esclavitud

Esta organización, constituida por cinco hombres y tres mujeres, habían depurado su 'modus operandi' durante los meses que habían mantenido dicha red de explotación. En primer lugar, uno de ellos se dedicaba a buscar personas en exclusión social por las calles de Polonia, entre los que se incluían vagabundos, drogadictos y ex-convictos. Allí se les prometía una nueva oportunidad con mejores condiciones de vida en Reino Unido, hasta donde llegaban en autocares. 

Una vez en territorio inglés, eran recluidos en pequeños apartamentos de las ciudades próximas al área metropolitana de Birmingham como Smethwick, Walsall o West Bromwich. Estos pisos consistían en habitaciones llenas de colchones viejos en los que se hacinaban hasta cuatro personas por habitáculo sin acceso a agua corriente. 

Después de ser asentados, se les obligaba a trabajar en jornadas laborales desmedidas para centros de reciclaje, pequeñas granjas y fábricas de tratamiento cárnico de pavos. Tras una semana de trabajo sin prácticamente descanso, el salario que sus captores les daban era de apenas veinte libras, que les obligaban a ingresar en cuentas bancarias en las cuales ellos tuvieran el control absoluto.  De esta manera, se ha calculado que podrían haber generado más de dos millones de libras en beneficios entre 2012 y 2017. 

Trato inhumano

Algunos prisioneros, de los cuales su edad oscila entre los 17 y los 60 años, han asegurado que cualquier objección era respondida con violencia y amenazas. Uno de ellos ha contado como le llevaron a cavar su propia tumba en un bosque. Otro ha explicado que tras un accidente laboral se negaron a llevarlo al hospital, por lo que la movilidad de su brazo ha quedado mermada de por vida. De hecho, uno de los cautivos murió mientras se encontraba en una de las casas, por lo que la banda se encargó de recoger sus pertenencias y documentos para que no pudiera ser relacionado con ellos. 

Hasta ahora se han contabilizado 92 personas explotadas por la banda. No obstante, las fuerzas de seguridad estiman que el total llegue a las 350, si bien muchas de ellas no podrán ser confirmadas por que ya han abandonado el país o siguen aterradas y se niegan a declarar en contra de sus captores.

Fuente: El periódico y RRHHpress

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