Di adiós al presentismo laboral: nuevos modelos de gestión de Recursos Humanos

Di adiós al presentismo laboral: nuevos modelos de gestión de Recursos Humanos

Hace unas décadas era impensable que los trabajadores asumiéramos gran parte de las tareas que asumimos en la actualidad, tanto en volumen como en forma.
1 Junio 2019

De hecho, hace apenas veinte años existían profesiones que en la actualidad han desaparecido, y por otro lado nos encontramos con nuevas definiciones de trabajo impensables entonces.

Las nuevas tecnologías, con todas sus virtudes, han acelerado el cambio. Además de obligar a muchos profesionales a reinventarse laboralmente, han cambiado las reglas del terreno de juego. Es el momento de la gestión de la información, de tomar todos los datos de nuestros clientes, nuestros proveedores, analizarlos, sacar conclusiones y tratar de ser lo más eficientes posibles.

¿Qué se busca ahora en las empresas? Capacidad para ser multidisciplinar y además reducir el tiempo de cada tarea. Atrás quedan aquellos trabajos en los que lo importante era estar horas y más horas delante de nuestra mesa, de reuniones o gestionando tareas muy manuales. Incluso había gente que se “quedaba hasta tarde” por la simple razón de que “otros lo hacían”.

Fuera parte de lo poco que ayudaba este modelo a la conciliación familiar, se ha demostrado que de cara a nuestro rendimiento como profesionales no era la mejor vía.

Ahora, desde los departamentos de recursos humanos se busca que el trabajador sea capaz de gestionar su tiempo, incluso su presencia en la oficina.

En el norte de Europa, y ya en algunas empresas españolas, es habitual poner en práctica la política de “mesas limpias”, por la cual ningún trabajador dispone de mesa propia de trabajo, lo que le obliga cada día a recoger todo su material: ordenador, móvil y documentación. Con esto no solo se busca que seamos eficientes, y que hagamos las horas que nos corresponden, sino que además aprendamos a trabajar por objetivos.

En el norte de Europa, y ya en algunas empresas españolas, es habitual poner en práctica la política de “mesas limpias”, por la cual ningún trabajador dispone de mesa propia de trabajo

La libertad para gestionar nuestro tiempo

Siendo responsables del cumplimiento de unos objetivos ¿qué importancia pasa a tener entonces el tiempo? Incluso vamos más allá: ¿qué importancia tiene el sitio desde donde trabajemos? Según un estudio de Virgin Media Business, en 2022 un 60% de los empleados trabajarán desde su casa.

La gran ventaja para la empresa es que puede economizar recursos y que va a contar con trabajadores que rindan más. Gracias a sentirse mejor tratados por la compañía, van a trabajar con más interés e implicación.

Esto deriva en una mayor calidad en los resultados y en mejora de los beneficios para la empresa.

Posibles problemáticas de los nuevos modelos de trabajo

Uno de los mayores retos a los que se enfrentan los nuevos modelos de trabajo que ponen el foco en la libertad de horarios y de presencia, es el de lograr que todos los empleados se involucren.

Se requiere un trabajo constante por parte de Recursos Humanos para concienciar a todos los ámbitos de la empresa, desde empleados a equipos directivos, para asumir que la realidad ha cambiado. En los puestos de mando es en los que más hay que incidir, haciéndoles ver que han de dar espacio a sus trabajadores.

La libertad de horarios ha de tener sus límites, en el sentido de que tanto directivos como empleados han de permitir conciliar con la vida familiar. Hay grandes empresas que han puesto en marcha prácticas para evitar que sus empleados estén conectados 24 horas al día, siete días a la semana. Volkswagen, por ejemplo, desconecta sus servidores informáticos desde las 18.15 de la tarde hasta las 7 de la mañana del día siguiente.

En otros casos han sido las propias administraciones públicas las que han puesto cartas en el asunto. En Francia, la Ley 2016/1088 que entró en vigor el pasado 1 de enero de 2017, ha sido pionera en tratar el tema del acceso al área de trabajo a través de dispositivos electrónicos fuera de la jornada laboral.

Está claro que todo cambio en nuestra manera de trabajar tiene consecuencias, habiendo incluso perfiles que no se adaptan a la nueva situación, o que tardan más tiempo en asumir el nuevo escenario. En España, por ejemplo, entre un 25 y un 35 por ciento de los trabajadores reconocen sufrir patologías de dependencia en su trabajo.

Es lo que se conoce como tecnoestrés, al que hay que añadir la nomofobia (ansiedad ante la pérdida de batería del móvil o el ordenador) o la whatsappitis (tendinitis en la muñeca y el dedo pulgar por el uso excesivo de la mensajería).

En estas ocasiones, lo mejor es contactar con expertos que nos ayuden en el proceso de desconexión. En Siquia contamos con un amplio elenco de psicólogos que te enseñarán a gestionar estos nuevos modelos de trabajo.

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