Condenas de hasta dos años por la muerte de un buzo en una central térmica de Cádiz
Condenas de hasta dos años por la muerte de un buzo en una central térmica de Cádiz
Una juez de Algeciras ha condenado a penas de entre uno y dos años de cárcel a cuatro personas por delitos contra los derechos de los trabajadores y homicidio imprudente, en relación con la muerte de un buzo cuando realizaba labores de mantenimiento en la central térmica de Los Barrios.
La sentencia, a la que tuvo acceso este periódico, declara como hechos probados que el 21 de octubre de 2014 se produjo un accidente en dicha central, donde falleció el buzo José Joaquín López Cruz, de 35 años. La central térmica contaba con un sistema de bombas que captaban agua del mar, desde la cercana Bahía de Algeciras y la transportaban hasta el sistema de refrigeración de la instalación, para lo cual existían dos grandes tuberías sumergidas en el mar, denominadas sifones, que succionaban un caudal aproximado de 65.000 toneladas de agua por hora.
La parte de estas tuberías que estaban sumergidas tenían forma de campana y contaban con un diámetro de 2,5 metros, y desde esas campanas se succionaba el agua hasta una piscina de decantación a través de un recorrido de unos 470 metros de longitud. Una vez en la piscina de decantación, pasaba por tres rejillas de acero destinadas a filtrar los materiales sólidos existentes, y de ahí finalmente era bombeada al sistema de refrigeración.
Esas campanas necesitaban de un mantenimiento periódico para prevenir posibles problemas de corrosión u obstrucción del sistema de refrigeración, y para ello se había contratado con la empresa Satemar compañía de trabajos submarinos. Durante los trabajos de mantenimiento sólo se hallaba en funcionamiento una de las dos campanas, pero como ambas “carecían de rejillas que impidiesen la succión de objetos al interior de las tuberías, existía un notable y patente riesgo de los buzos de Satemar que iban a ejecutar los trabajos de mantenimiento fuesen absorbidos por el sifón que se hallaba en funcionamiento y que continuaba succionando agua. Y, por desgracia, este riesgo finalmente se materializó en un grave accidente con un desenlace fatal”, declara el fallo del juzgado de lo Penal número 1 de Algeciras.
El buzo José Joaquín López Cruz fue succionado por el sifón y fue hallado en la piscina de decantación unos 50 minutos después, certificándose su fallecimiento a pesar de los intentos de reanimación por parte de los servicios sanitarios.
Este “terrible accidente se produjo por un conjunto de negligencias achacables a los acusados, todos los cuales infringieron los deberes que les eran legalmente exigibles por los cargos que ostentaban, y sin las cuales el accidente no se habría producido”, asevera la magistrada, que considera que el principal responsable del conjunto de omisiones que provocó el suceso es D. J., administrador de Satemar y jefe del equipo de inmersión, que ha sido condenado a dos años de cárcel y tres años de inhabilitación como jefe de equipo de actividades de buceo. Según la sentencia, este acusado no dispuso un plan de trabajo que “neutralizase o al menos minimizase el riesgo de succión por parte del equipo de buzos que estaba bajo su mando”.
Por su parte, M. O., responsable de Viesgo Producción en la central térmica, ha sido condenado a un año de cárcel, porque actuó de “manera negligente” al no facilitar la información necesaria a Satemar sobre el riesgo de succión de la campana, y además no dispuso “un adecuado sistema de comunicación” con el anterior acusado que permitiera un intercambio de información “directo y fluido.
A un año y seis meses de cárcel ha sido condenada V. P., técnico de prevención que había sido designada para realizar en la central térmica las funciones de “coordinación de actividades empresariales” y era además la encargada de garantizar una adecuada coordinación entre Viesgo Producción y Satemar que “brilló por su ausencia”, puesto que no se informó de los riesgos concretos de la actividad que se iba a realizar, de las medidas preventivas que se debían implantar, ni de las medidas de emergencia a adoptar en caso de accidente.
Además, continúa el fallo, esta acusada “tampoco se preocupó de garantizar el establecimiento de un adecuado canal de comunicación entre las empresas intervinientes en la actividad”, y “lo que es más grave”, los buzos de Satemar iniciaron los trabajos sin que “estuviese presente, lo que implicó una absoluta y total descoordinación entre Satemar y Viesgo Producción directamente imputable a la acusada”.
Por último, la juez condena a un año y seis meses de prisión a M. M., responsable del área de seguridad y salud de la central térmica de Los Barrios, por cuanto era el “máximo responsable y encargado de garantizar que todos los trabajos que se desarrollaban en la central, se realizasen bajo unas adecuadas condiciones de seguridad”.
Este acusado, “no sólo permitió que el conjunto de negligencias se realizase a su vista, ciencia y conciencia, sin que hiciese nada por evitarlo; sino que contribuyó decisivamente a la producción del accidente, ya que era el principal responsable de establecer un plan de emergencia que permitiese hacer frente a cualquier contingencia que permitiese mitigar las consecuencias de un accidente laboral, y dicho plan fue inexistente”.
Fuente: Diario de Sevilla