Cultura organizacional: principal freno a la Digitalización

Cultura organizacional: principal freno a la Digitalización

Transformación Digital: ¿conocemos todo lo que implica este profundo proceso de cambio dentro de una organización?
11 Febrero 2019

El elemento esencial y de partida de toda la estrategia de digitalización, además de la personas, es la cultura organizacional.

¿Qué es la cultura organizacional?
 

Conjunto de valores, comportamientos y lenguaje que conforma el entorno de una entidad.

Determina la forma en la que los empleados trabajan y cómo interactúan, tanto en entornos internos de la propia organización, entre ellos o de cara a personas ajenas a la empresa pero que tienen relación con ella (clientes o proveedores), como en entornos personales, como pueda ser aquello que los empleados dicen de la organización a su entorno de manera privada (amigos, familiares…) como de forma pública (foros, redes sociales…). Algo íntimamente ligado al Employer Branding pero que también “habla” de nuestra cultura.

Detalla, también, la facilidad (o dificultad) con la que nuestra compañía puede adaptarse a los cambios. Factor fundamental para entornos VUCA (Volátiles, Inciertos, Complejos y Ambiguos) como el actual. 

¿Qué supone tener una cultura bien trabajada?
 

  • Identidad propia y reconocible. Una cultura de empresa, bien trabajada, será fácilmente reconocible y una de nuestras principales señas de identidad.
  • Diferenciación. Nos diferenciará de otras empresas pero especialmente de aquellas con las que compitamos, por trabajar en el mismo sector de actividad o por precisar el mismo tipo de perfiles profesionales.
  • Atracción y fidelización del talento. Una cultura y ambiente de trabajo con el que los empleados se sientan identificados, partícipes, cómodos e involucrados es un elemento más en la balanza a la hora de decidir permanecer en la organización o apostar por una determinada propuesta laboral.
  • Engagement. Genera fidelidad, también con el cliente, ya que la cultura es algo que se transmite en todo lo que hace una organización y, si esta es adecuada y el cliente lo percibe, será un elemento más para la fidelización de clientes dentro de la estrategia de Experiencia del Cliente de la compañía.

Parece sencillo crear o transformar la cultura de una empresa para que esta sea atractiva y positiva para todos los stakeholders pero lo cierto es que es una de las tareas más complejas y sensibles de llevar a cabo.

Beneficios de una cultura organizacional sólida.
 

  • Identidad propia. No existen dos compañías iguales aunque trabajen en el mismo sector y, por tanto, tampoco hay dos culturas organizacionales iguales.
  • En este sentido, nos gustaría resaltar que, al igual que ocurre con el Employer Branding, todas las empresas tienen una cultura independientemente de que decidan trabajarla y cuidarla, o no.
  • Compromiso. Contribuye a lograr que los colaboradores se sientan motivados, identificados y comprometidos con la organización. Cuando los empleados se identifican con los valores corporativos son también más proclives a contribuir al éxito organizacional porque están más implicados y sienten los logros de la empresa como suyos propios. Existe orgullo de pertenencia.
  • Unión. La cultura ayuda a crear equipo incluso en empresas con dispersión geográfica, bien de sus centros de trabajo o bien por la deslocalización de (algunos o todos) empleados (teletrabajo). También contribuye a ello en compañías compuestas por profesionales de diversas generaciones y promueve la igualdad.
  • Talento. Cuando las personas se sienten en sintonía con la cultura de una empresa, están más cómodas en ella y más comprometidas y motivadas. Por lo que parece lógico pensar que va a ser mucho más probable que permanezcan o quieran empezar a formar parte de la plantilla. Este elemento se vuelve vital, especialmente para la atracción y fidelización del talento de las generaciones Z e Y.
  • Comunicación. Cuando la plantilla es conocedora de los principios por los que se rige su empresa es más sencillo que conozcan cómo y cuándo deben comunicarse. Lo que resulta crucial para la productividad, la organización y el buen desempeño de todos. La información va a fluir mucho más y en todos los sentidos (ascendente, descendente y lateral) y, por tanto, los objetivos y tareas se van a asimilar y comprender de una manera rápida y sencilla por todos.
  • Satisfacción laboral. Derivados de los anteriores puntos relacionados con el compromiso, la unión o generación de equipo, las herramientas y estrategias para la fidelización del talento y la comunicación 360º de manera fluida, obtenemos que, en consecuencia, la satisfacción laboral se verá incrementada notoriamente.
  • Servicio al cliente. Cada vez es más importante para las empresas crear cierta sintonía con sus clientes ya que estos ya no se mueven únicamente por aspectos tradicionales como: precio, diseño, calidad o servicio, sino que buscan, además, un encaje de valores y afinidad en lo que las compañías transmiten a través de su cultura, de su marca empleadora y de acciones relacionadas, por ejemplo, con la Responsabilidad Social Corporativa.

Sin una cultura organizacional sólida, nos arriesgamos a fallar en el proceso de digitalización ya que, según un estudio de McKinsey & Company, la principal barrera a la Transformación Digital se encuentra en los retos culturales y de comportamiento existentes en la empresa.

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