Los 6 básicos del liderazgo que aún no han cambiado
Los 6 básicos del liderazgo que aún no han cambiado
Los autores explican cómo cada líder aplica su personalidad en cada uno de ellos pero los elementos básicos de liderazgo siguen siendo esenciales en medio de la revolución tecnológica y cultural en la que estamos inmersos.
Estos elementos son:
Unir a las personas en torno a una visión emocionante y aspiracional. Una visión que permita conectar y desafiar a los miembros de un equipo frente a un futuro ilusionante.
Construir una estrategia para lograr la visión al elegir qué hacer y qué no hacer. Uno de los grandes problemas de las organizaciones es morir en la táctica diaria que no responde a ninguna estrategia clara. Con toda seguridad transformar el pensamiento táctico en estratégico es una de las tareas más complicadas para un profesional que dirige equipos. Es lógico, entendiendo que todos aprendemos “haciendo” de manera táctica y cambiar ese pensamiento requiere un entrenamiento sistemático.
Atraer y desarrollar el mejor talento posible para implementar la estrategia. El factor humano es cada vez más imprescindible en la era de la Inteligencia Artificial. El talento no entiende de edades. Como muy bien dice Alfonso Alcántara, “ni los millenials tienen talento por serlo, ni los viejenials dejan de tenerlo por su edad”. Seducir a las personas y a sus competencias con proyectos estimulantes y retadores para que su talento se desarrolle bajo presión. Cuando sientes la presión es porque estás haciendo algo importante.
Enfocarse incansablemente en los resultados en el contexto de la estrategia. Este apartado es realmente importante: Resultados dentro de la estrategia porque si están fuera se generan contextos de tiranía que provocan exclavitud frente al resultado por encima de cualquier cosa, al precio que sea y a costa de lo que haga falta. Dice Jorge Valdano que el estilo no es más importante que los resultados pero que siempre va antes. Si perdemos la estrategia perdemos gran parte de nuestro estilo y eso hace que los resultados, aunque los alcancemos no nos hagan sentirnos orgullosos. Y no sentirnos orgullos de un resultado acaba destruyendo el sentido de pertenencia. ¿Lo habías pensado alguna vez?
Crear innovación continua que ayudará a reinventar la visión y la estrategia. Para conseguir este apartado es esencial estimular el pensamiento crítico en las organizaciones. Una organización como Pixar lo incorpora en lo que ellos denominan las reuniones Braintrust que se realizan para mejorar una película en su fase de desarrollo. Es una reunión a la que acuden tanto el director como otros directores y productores veteranos en la que se cuestiona en profundidad cada uno de los aspectos del trabajo realizado, diseccionándolos y repensándolos para mejorarlos al máximo.
“Dirigirse”, es decir, conocerse y crecer para poder liderar a los demás de manera más efectiva y llevar a cabo estas prácticas. No hay liderazgo sin autoliderazgo. Y ese autoliderazgo comienza con el autocuidado. Si no hay desarrollo personal no existe mejora en el liderazgo profesional. Una persona que no se ha trabajo personalmente es difícil que lidere bien. Podrá dirigir pero es complicado que sea reconocida como líder.
Estos elementos básicos de liderazgo no tienen por qué ser una secuencia sino un sistema de mejora continua que dependerá del momento de cada equipo u organización.
Liderar en los nuevos entornos profesionales es una vuelta a los orígenes.