Agrotech: un repaso sobre la transformación digital de nuestra alimentación de hoy y mañana

Agrotech: un repaso sobre la transformación digital de nuestra alimentación de hoy y mañana

Las nuevas tecnologías se están abriendo un hueco muy importante en el ámbito agrícola, necesitado de innovación para salvar las limitaciones a la producción de un planeta con poco espacio de plantación disponible, una demanda de alimentos creciente y la sempiterna amenaza del cambio climático sobre las actuales explotaciones.
6 Noviembre 2018

Una gran revolución verde que se ha ganado el sobrenombre de ‘agrotech’, y en el que ya se están fijando con claridad las grandes firmas del sector TIC, startups e inversores.

No en vano, las firmas de capital de riesgo (VC) han aumentado sus inversiones en tecnología agrícola a una tasa anual de aproximadamente el 80% desde 2012, con inversiones por un total de 3.000 millones en 2015.Eso incluso pese a que en ese período se han anotado los precios más bajos de los productos básicos en las últimas décadas, que han reducido los ingresos agrícolas netos al 65% del máximo alcanzado en 2013.

Esta tendencia alcista en torno al ‘agrotech’ coincide con los avances en una amplia variedad de tecnologías no diseñadas específicamente para este sector pero aplicables sin duda alguna, como la conectividad ubicua, recolección y procesamiento de datos, robots autónomos, fenotipado rápido y edición de genes. El uso de estas tecnologías se ha vuelto cada vez más rentable, estimulando su adopción por un número creciente de explotaciones agrícolas.

De acuerdo a uno de los estudios más completos realizados sobre el tema, el materializado por Boston Consulting Group, se recoge cómo solo en el año 2015, las inversiones combinadas en agrotech se situaron en la franja de los 20.000 a los 25.000 millones de dólares. Eso supone en torno al 4% o 7% del total de ingresos del sector agrícola en todo el planeta. Año tras año, esta cifra no ha cesado de crecer. De esta cifra, tres cuartas partes de los proyectos se materializaron en torno a la implantación de modelos agrícolas basados en datos y analítica inteligente. Y si miramos hacia el tipo de compañías que más invierten, nos encontramos con que aquellas dedicadas a la protección de cultivos y semillas son las que invierten el mayor porcentaje de ingresos en tecnología.

Innovación masiva

Lo más relevante, si cabe, es que a pesar de la continua disminución en los ingresos agrícolas, la gran mayoría (más del 80%) de los negocios agrícolas afirman mantener o aumentar sus niveles de inversión en estos años. Inversión milmillonaria que se focalizará, como ya adelantábamos, en siete nichos de actividad TIC: big data y análisis, seguridad y trazabilidad de alimentos, productos biológicos, hardware de optimización, sensores y conectividad, tecnologías de nuevos cultivos y equipos autónomos.

En ese sentido, y para aumentar los rendimientos o reducir los costes, los agricultores están utilizando una amplia variedad de nuevas tecnologías de biociencia que optimizan los insumos para la producción agrícola. Los ejemplos más relevantes incluyen productos biológicos (como bioplaguicidas o bioestimulantes), nuevos productos químicos (para la protección de cultivos), nuevos cultivos, genética y tecnología de semillas. Las aplicaciones emergentes destacadas por el análisis de las últimas patentes incluyen métodos para mejorar la salud animal, producir fertilizantes orgánicos bioestabilizados y crear plantas con los rasgos deseados.


En torno al ámbito puramente digital, la agricultura basada en datos combina la aplicación de sensores y conectividad, almacenamiento y agregación de datos, hardware de optimización, plataformas de software y big data y análisis inteligente. Así pues, hay grupos específicos de patentes relacionadas con el análisis de datos de plantas, el procesamiento de imágenes y la monitorización de cultivos.

Automatización y robótica

Los modelos tradicionales de la agricultura están siendo reemplazados por sistemas automatizados o robots que eliminan el trabajo manual o mejoran la velocidad, la consistencia y la capacidad de producción. En este terreno nos encontramos con el uso de sistemas electrificados, equipos autónomos, drones y robots de toda índole. ¿Más en concreto? Hablamos de cosechadoras autopropulsadas y los sistemas de carga y descarga, así como robots para desyerbar, cosechar, recoger y podar. 

También en la parte logística del sector agrícola nos encontramos con tecnologías que optimizan o mejoran el almacenamiento, el packaging y la vida útil de los cultivos, seguridad alimentaria y trazabilidad, el uso de activos y flotas. En un aspecto más específico, hablamos de nuevos sistemas para el almacenamiento de granos que hacen que la cosecha y el transporte sean más eficientes (como sistemas de transporte y estaciones de transferencia).

*Fuente: estudio “Lessons from the Front Lines of the AgTech Revolution”, elaborado por Boston Consulting Group.

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