Talento senior y junior: creando sinergias

Talento senior y junior: creando sinergias

¿El hecho de valorar a los senior supone infravalorar a los junior y viceversa?
2 Febrero 2018

Cuando apoyamos a los jóvenes talentos parece que es en detrimento de los senior y el hecho de valorar a los senior no debe ser obstáculo para confiar en los junior.

En las empresas es muy beneficioso que convivan varias generaciones, todas aportan, de todos se aprende y cada uno de ellos aporta un valor diferente a la empresa, ni mejor ni peor…lo importante es que aportan SU VALOR.

El hecho de aglutinar características de unos y otros me parece no ver más allá de lo que nos pueden ofrecer, clasificar a unos con unas competencias y a otros con otras creo que pone límites. Aunque es obvio, que habrá diferencias innegables: experiencia, titulaciones nuevas, tecnología, contactos o habilidades desarrolladas tras años de trayectoria profesional.

¿Y SI EN VEZ DE BUSCAR LAS DIFERENCIAS, BUSCAMOS CÓMO CREAR SINERGIAS ENTRE GENERACIONES?

·         La experiencia del senior parece que siempre está por encima de la del junior.

¿Y por qué no, la experiencia del junior en otro país o en un sector novedoso puede ayudar a tener otra visión?

Una experiencia intensa o muy focalizada en algo no tiene por qué tener menos valor que muchos años de experiencia, en ocasiones, realizando la misma tarea.

La experiencia de ambos enriquece y siempre podrán ponerlas en común para crear un enfoque aún más valioso.

·         El entorno VUCA (volátil, incierto, complejo y ambiguo) en el que está acostumbrado a moverse el junior y el camino que ha recorrido el senior para ser capaz de adaptarse también ¿no podrían ayudarse a gestionar ese cambio?

·         Las nuevas titulaciones del junior, que el senior no tuvo oportunidad de conocer porque su titulación se basó en las que había en ese momento y en el trabajo diario ¿cómo no aprovecharse de lo que ambos pueden aportar?

·         El entusiasmo y las ganas…de ambos. Porque creo que estos factores van asociados a la persona y no a la edad. Hay jóvenes de 25 con muy pocas ganas de “hacer cosas”, al igual que hay muchos de 55 con el entusiasmo por los suelos (quizá nunca lo han tenido).

·         La innovación asociada a los junior no está reñida con la capacidad de investigar y querer avanzar de los senior. Ambos están deseando crecer ¿por qué no lo hacen juntos?

·         El consejo profesional, preguntar qué hacer o cómo hacerlo. Todos los puntos de vista aportan: unos desde la experiencia y la costumbre de lidiar con mil situaciones y otros desde las ganas de comerse el mundo ¿y si hacemos que se escuchen mutuamente?

·         Las habilidades que ha desarrollado el senior en toda su carrera profesional y el esfuerzo del junior por trabajarlas, porque tiene potencial para ello. Buen inicio para un mentoring, ¿verdad?

El mentoring como herramienta de transferencia de conocimiento y aprendizaje a través de la experiencia del senior, que hace que el junior se desarrolle profesionalmente y conozca el Know-how de la empresa a través de un proceso intuitivo, con un guía de confianza. ¿Puede haber mejor inversión de tiempo que esta?

Más que etiquetar (y etiquetarnos) en senior y junior, hablemos de puestos de trabajo en los que, por sus características, necesitan personas con mucha experiencia, al igual que para otros puestos requerirán perfiles más jóvenes, con el fin de que se ajusten a lo que necesita (y puede ofrecer) la empresa en ese momento.

Y dejemos a un lado los estereotipos y la asociación de determinadas ideas sobre personas menores de X años y mayores de X años.

Son profesionales y tienen talento ¿se puede pedir más?

¿Qué opinas de este artículo?